El martes por la noche se produjo un motín en la Comisaría Primera de Esquel. El incidente se ocasionó después de una protesta de detenidos, que pedían un horario más extendido de distracción.
En la revuelta, con diversos elementos tomaron en principio a dos policías de rehenes, quienes lograron liberarse y dar cuenta a la guardia de la dependencia, activándose las acciones del personal que se encontraba en ese momento en el edificio, con la inmediata llegada del jefe de la Unidad Regional, comisario mayor José Arias y el subjefe, Fernando Mora; como también el jefe de la Seccional, comisario Juan Cruz Campos.
Los presos –algunos de los 13 alojados en las celdas- quemaron colchones y frazadas, por lo que debió intervenir el cuerpo de Bomberos para controlar el siniestro. También participaron efectivos de Infantería, Criminalística y Fiscalía. Habría traslado a otras dependencias.
Los hechos
Recuperado el orden en el área de calabozos, el jefe de la dependencia policial informó a la prensa que rige un horario prestablecido para permanecer con alguna actividad, y cumplido ese tiempo los detenidos tienen que regresar a las celdas para pernoctar.
“No quisieron ingresar a los calabozos, e intentaron retener a dos empleados policiales, que lograron escapar del sector en medio de golpes, y dar aviso de lo que estaba aconteciendo”, narró.
El oficial de servicio inició un diálogo con el grupo para conocer los requerimientos que tenían, y “no había un justificativo e insistían en que les alarguen el horario de permanencia fuera de los calabozos”.
Asimismo él arribó a la Comisaría y mantuvo una charla con los sublevados por alrededor de media hora, pero no manifestaron voluntad de acordar, y al cabo de una hora y media de estar amotinados, comenzaron a quemar colchones y frazadas en la puerta de acceso al sector de las celdas.
Fue convocado el grupo de Infantería antimotín, que procedió a la requisa y reducción de los revoltosos, a los que trasladaron a otras dependencias.
El jefe jurisdiccional indicó que el lugar de detención cuenta con 10 cupos, pero estaban alojados 13, admitiendo la sobrepoblación, y recalcó que algunos presos no participaron de la rebeldía porque entendieron que perderían ciertos beneficios.
Precisó que hubo un altercado entre ellos, y estaban armados con palos. Por fortuna no hubo policías lesionados.#
El martes por la noche se produjo un motín en la Comisaría Primera de Esquel. El incidente se ocasionó después de una protesta de detenidos, que pedían un horario más extendido de distracción.
En la revuelta, con diversos elementos tomaron en principio a dos policías de rehenes, quienes lograron liberarse y dar cuenta a la guardia de la dependencia, activándose las acciones del personal que se encontraba en ese momento en el edificio, con la inmediata llegada del jefe de la Unidad Regional, comisario mayor José Arias y el subjefe, Fernando Mora; como también el jefe de la Seccional, comisario Juan Cruz Campos.
Los presos –algunos de los 13 alojados en las celdas- quemaron colchones y frazadas, por lo que debió intervenir el cuerpo de Bomberos para controlar el siniestro. También participaron efectivos de Infantería, Criminalística y Fiscalía. Habría traslado a otras dependencias.
Los hechos
Recuperado el orden en el área de calabozos, el jefe de la dependencia policial informó a la prensa que rige un horario prestablecido para permanecer con alguna actividad, y cumplido ese tiempo los detenidos tienen que regresar a las celdas para pernoctar.
“No quisieron ingresar a los calabozos, e intentaron retener a dos empleados policiales, que lograron escapar del sector en medio de golpes, y dar aviso de lo que estaba aconteciendo”, narró.
El oficial de servicio inició un diálogo con el grupo para conocer los requerimientos que tenían, y “no había un justificativo e insistían en que les alarguen el horario de permanencia fuera de los calabozos”.
Asimismo él arribó a la Comisaría y mantuvo una charla con los sublevados por alrededor de media hora, pero no manifestaron voluntad de acordar, y al cabo de una hora y media de estar amotinados, comenzaron a quemar colchones y frazadas en la puerta de acceso al sector de las celdas.
Fue convocado el grupo de Infantería antimotín, que procedió a la requisa y reducción de los revoltosos, a los que trasladaron a otras dependencias.
El jefe jurisdiccional indicó que el lugar de detención cuenta con 10 cupos, pero estaban alojados 13, admitiendo la sobrepoblación, y recalcó que algunos presos no participaron de la rebeldía porque entendieron que perderían ciertos beneficios.
Precisó que hubo un altercado entre ellos, y estaban armados con palos. Por fortuna no hubo policías lesionados.#