La Superfinal fue otra vez postergada y no tiene fecha de realización

La superfinal de la Copa Libertadores entre River y Boca fue postergada hoy por segundo día consecutivo y los presidentes de ambos clubes deberán comparecer el martes en las oficinas de la Conmebol, en Paraguay, para fijar nueva fecha y condiciones de realización.

25 NOV 2018 - 13:58 | Actualizado

El presidente de la entidad sudamericana, el paraguayo Alejandro Domínguez, confirmó la decisión después una presentación realizada por Boca, en la que reclamó la suspensión por entender que no había "condiciones de igualdad" para la disputa del partido, tras la agresión sufrida ayer por sus jugadores cuando llegaban al estadio en micro.

Domínguez y los presidentes de River y Boca, Rodolfo D'Onofrio y Daniel Angelici, habían firmado un acuerdo el sábado tras la primera postergación para celebrar la superfinal esta tarde a las 17 con público, pero el club visitante modificó su postura después de una madrugada plagada de reuniones.

Angelici, el cuerpo técnico de Guillermo Barros Schelotto y los jugadores, con el respaldo de Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA), acordaron la negativa de jugarlo hoy como pretendía la Conmebol y también el presidente de la FIFA, el suizo Gianni Infantino, que había llegado al país especialmente para participar de la fiesta.

El capitán de Boca, Pablo Pérez, lesionado en el ojo por la rotura de los cristales del ómnibus, concurrió esta tarde al Sanatorio Otamendi junto con un escribano para constatar que no estaba al ciento por ciento de sus posiblidades para jugar.

Pese a que el jugador quería hacerlo, como afirmó con gestos a la salida de la clínica, los médicos de Boca recomendaron que no y anexaron el diagnóstico del Otamendi al reclamo que presentaron ante la Conmebol minutos después.

En esa presentación, el club dirigido por Angelici pidió hoy la suspensión del partido y la aplicación de sanciones a River Plate como responsable de la organización de la truncada superfinal.

El castigo reclamado por Boca está contemplado en el artículo 18 de la Conmebol y, entre otras medidas, estipula la deducción de puntos, la determinación del resultado del partido o la descalificación del club infractor de la competencia en curso.

Domínguez, en diálogo con el canal Fox Sports, se refirió puntualmente a la suspensión y habló de "sentido común", pese a que pasado el mediodía había ratificado que el partido comenzaría a las 17 como estaba previsto, aún cuando ya era público que Boca se negaba a jugarlo.

"Llamamos al buen comportamiento de la sociedad, Argentina no merece dar esta imagen, tiene que demostrar que es capaz de organizar un partido como este en paz", lamentó el presidente de la Conmebol.

Domínguez, D'Onofrio y Angelici se encontrarán el martes a las 10 en Luque, ciudad sede de la Conmebol, para definir la nueva fecha de la superfinal. Las primeras versiones indican que podría disputarse el sábado 8 de diciembre.

El próximo fin de semana es prácticamente imposible por el operativo de seguridad que se desplegará en Buenos Aires por la realización de la cumbre presidencial del G 20.

"LA CULPA NO ES DE LA CONMEBOL"#LibertadoresxFOX | Lo aseguró @agdws, presidente de la CONMEBOL. pic.twitter.com/4zDdsiLVyv— FOX Sports Argentina (@FOXSportsArg) 25 de noviembre de 2018El campeón de la Libertadores 2018 debe participar del Mundial de Clubes FIFA que se realizará del 12 al 22 de diciembre en Emiratos Árabes Unidos. El debut del equipo argentino será el martes 18 en la ciudad de Al Ain, de modo que la superfinal debe jugarse con la suficiente antelación para preparar ese compromiso.

Cuando Conmebol comunicó hoy la nueva suspensión, el estadio Monumental ya había abierto sus puertas y tenía ocupada -aproximadamente- el 15 por ciento de su capacidad.

Los hinchas reaccionaron con silbidos e insultos cuando la voz del estadio informó la noticia, pero posteriormente se desconcentraron del estadio sin provocar desmanes.

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25 NOV 2018 - 13:58

El presidente de la entidad sudamericana, el paraguayo Alejandro Domínguez, confirmó la decisión después una presentación realizada por Boca, en la que reclamó la suspensión por entender que no había "condiciones de igualdad" para la disputa del partido, tras la agresión sufrida ayer por sus jugadores cuando llegaban al estadio en micro.

Domínguez y los presidentes de River y Boca, Rodolfo D'Onofrio y Daniel Angelici, habían firmado un acuerdo el sábado tras la primera postergación para celebrar la superfinal esta tarde a las 17 con público, pero el club visitante modificó su postura después de una madrugada plagada de reuniones.

Angelici, el cuerpo técnico de Guillermo Barros Schelotto y los jugadores, con el respaldo de Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA), acordaron la negativa de jugarlo hoy como pretendía la Conmebol y también el presidente de la FIFA, el suizo Gianni Infantino, que había llegado al país especialmente para participar de la fiesta.

El capitán de Boca, Pablo Pérez, lesionado en el ojo por la rotura de los cristales del ómnibus, concurrió esta tarde al Sanatorio Otamendi junto con un escribano para constatar que no estaba al ciento por ciento de sus posiblidades para jugar.

Pese a que el jugador quería hacerlo, como afirmó con gestos a la salida de la clínica, los médicos de Boca recomendaron que no y anexaron el diagnóstico del Otamendi al reclamo que presentaron ante la Conmebol minutos después.

En esa presentación, el club dirigido por Angelici pidió hoy la suspensión del partido y la aplicación de sanciones a River Plate como responsable de la organización de la truncada superfinal.

El castigo reclamado por Boca está contemplado en el artículo 18 de la Conmebol y, entre otras medidas, estipula la deducción de puntos, la determinación del resultado del partido o la descalificación del club infractor de la competencia en curso.

Domínguez, en diálogo con el canal Fox Sports, se refirió puntualmente a la suspensión y habló de "sentido común", pese a que pasado el mediodía había ratificado que el partido comenzaría a las 17 como estaba previsto, aún cuando ya era público que Boca se negaba a jugarlo.

"Llamamos al buen comportamiento de la sociedad, Argentina no merece dar esta imagen, tiene que demostrar que es capaz de organizar un partido como este en paz", lamentó el presidente de la Conmebol.

Domínguez, D'Onofrio y Angelici se encontrarán el martes a las 10 en Luque, ciudad sede de la Conmebol, para definir la nueva fecha de la superfinal. Las primeras versiones indican que podría disputarse el sábado 8 de diciembre.

El próximo fin de semana es prácticamente imposible por el operativo de seguridad que se desplegará en Buenos Aires por la realización de la cumbre presidencial del G 20.

"LA CULPA NO ES DE LA CONMEBOL"#LibertadoresxFOX | Lo aseguró @agdws, presidente de la CONMEBOL. pic.twitter.com/4zDdsiLVyv— FOX Sports Argentina (@FOXSportsArg) 25 de noviembre de 2018El campeón de la Libertadores 2018 debe participar del Mundial de Clubes FIFA que se realizará del 12 al 22 de diciembre en Emiratos Árabes Unidos. El debut del equipo argentino será el martes 18 en la ciudad de Al Ain, de modo que la superfinal debe jugarse con la suficiente antelación para preparar ese compromiso.

Cuando Conmebol comunicó hoy la nueva suspensión, el estadio Monumental ya había abierto sus puertas y tenía ocupada -aproximadamente- el 15 por ciento de su capacidad.

Los hinchas reaccionaron con silbidos e insultos cuando la voz del estadio informó la noticia, pero posteriormente se desconcentraron del estadio sin provocar desmanes.


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