Las “Valletanas” ahora le apuntan al 2019

Tras el Nacional, las jugadoras y el técnico del seleccionado pidieron más meses de entrenamiento antes del próximo torneo. La Liga del Valle no se opone. La falta de partidos oficiales y un campeonato local con equipos débiles limitan las posibilidades.

03 DIC 2018 - 21:13 | Actualizado

Las “Valletanas”, en su paso por el Nacional de Mendoza, volvieron a demostrar coraje en el campo de juego. Una intoxicación alimentaria que afectó a la mayoría de las delegaciones, no amilanó al seleccionado liguista, que afrontó con hidalguía el cotejo definitorio ante Paraná.

La tenacidad habitual fue complementada con nuevos talentos. Se levantó la veda hacia jugadoras que practican futsal o fútbol no oficial pero se les exigió que se abocaran solo al balompié liguista durante el periodo de preparación y la celebración del campeonato. Hubo respuesta favorable, dado que futbolistas de los cuatro semifinalistas del Clausura conformaron el esqueleto del seleccionado. Pero no fue suficiente para clasificar a semifinales por primera vez.

Con ese objetivo en la mira, las convocadas y del entrenador pidieron un plan de entrenamiento especial de cara al Nacional 2019. Desde la Liga del Valle no hay objeciones.

Sin partidos

Hay dos grandes cuestiones que disminuyen las posibilidades del combinado femenino. Un problema es la falta de competencia previa en la región. Las “Valletanas” no disputaron un solo encuentro oficial antes de la disputa del Nacional 2018, dado que clasificaron directamente por falta de oponentes en la Patagonia.

A excepción del anfitrión y de la Liga del Valle, todos los equipos superaron eliminatorias para lograr el pase. Tucumán y Paraná, el campeón y el cuarto clasificado, disputaron cuatro cotejos previos. Río Cuarto también disputó la misma cantidad. San Nicolás y La Plata, tercero y ganador de la edición 2017, jugaron seis encuentros en la provincia de Buenos Aires. Por su parte, Oberá y San Juan compitieron en tres oportunidades.

En la Patagonia, otras cuatro ligas poseen fútbol femenino afiliado. Por diversas circunstancias, no se inscribieron este año. Por largas distancias, las dos ligas de Tierra del Fuego declinaron la participación. Neuquén, por su parte, está sanando de un cisma interno que jaqueó la continuidad de la actividad a nivel oficial. En tanto, en Bariloche no hay fútbol 11.

Otro obstáculo es el torneo doméstico. Las jugadoras citadas a las “Valletanas” surgen de un certamen donde participan equipos muy endebles.

Hay tres casos emblemáticos. Independiente desertó en tres encuentros y se retiró de un partido en disputa, ante Huracán, por inferioridad numérica, donde perdía por 9-0. En los partidos jugados, el “Rojinegro” coleccionó por lo general goleadas abultadas. Un panorama similar se aplica para Germinal Verde y Blanco, que no se presentó a jugar en dos ocasiones y también cosechó derrotas amplias. La Ribera, protagonista en otras temporadas, es otro conjunto frágil que ha recolectado resultados sumamente negativos.

Con estas dos cuestiones en la mesa, el plan de entrenamiento prolongado es una idea atinada para contrarrestar las dificultades objetivas que poseen las “Valletanas”. Las agallas mostradas por las futbolistas en Mendoza deben ser complementadas con un esquema de entrenamiento especial. Concretar ese plan le dará mayores posibilidades de victoria al combinado femenino.

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03 DIC 2018 - 21:13

Las “Valletanas”, en su paso por el Nacional de Mendoza, volvieron a demostrar coraje en el campo de juego. Una intoxicación alimentaria que afectó a la mayoría de las delegaciones, no amilanó al seleccionado liguista, que afrontó con hidalguía el cotejo definitorio ante Paraná.

La tenacidad habitual fue complementada con nuevos talentos. Se levantó la veda hacia jugadoras que practican futsal o fútbol no oficial pero se les exigió que se abocaran solo al balompié liguista durante el periodo de preparación y la celebración del campeonato. Hubo respuesta favorable, dado que futbolistas de los cuatro semifinalistas del Clausura conformaron el esqueleto del seleccionado. Pero no fue suficiente para clasificar a semifinales por primera vez.

Con ese objetivo en la mira, las convocadas y del entrenador pidieron un plan de entrenamiento especial de cara al Nacional 2019. Desde la Liga del Valle no hay objeciones.

Sin partidos

Hay dos grandes cuestiones que disminuyen las posibilidades del combinado femenino. Un problema es la falta de competencia previa en la región. Las “Valletanas” no disputaron un solo encuentro oficial antes de la disputa del Nacional 2018, dado que clasificaron directamente por falta de oponentes en la Patagonia.

A excepción del anfitrión y de la Liga del Valle, todos los equipos superaron eliminatorias para lograr el pase. Tucumán y Paraná, el campeón y el cuarto clasificado, disputaron cuatro cotejos previos. Río Cuarto también disputó la misma cantidad. San Nicolás y La Plata, tercero y ganador de la edición 2017, jugaron seis encuentros en la provincia de Buenos Aires. Por su parte, Oberá y San Juan compitieron en tres oportunidades.

En la Patagonia, otras cuatro ligas poseen fútbol femenino afiliado. Por diversas circunstancias, no se inscribieron este año. Por largas distancias, las dos ligas de Tierra del Fuego declinaron la participación. Neuquén, por su parte, está sanando de un cisma interno que jaqueó la continuidad de la actividad a nivel oficial. En tanto, en Bariloche no hay fútbol 11.

Otro obstáculo es el torneo doméstico. Las jugadoras citadas a las “Valletanas” surgen de un certamen donde participan equipos muy endebles.

Hay tres casos emblemáticos. Independiente desertó en tres encuentros y se retiró de un partido en disputa, ante Huracán, por inferioridad numérica, donde perdía por 9-0. En los partidos jugados, el “Rojinegro” coleccionó por lo general goleadas abultadas. Un panorama similar se aplica para Germinal Verde y Blanco, que no se presentó a jugar en dos ocasiones y también cosechó derrotas amplias. La Ribera, protagonista en otras temporadas, es otro conjunto frágil que ha recolectado resultados sumamente negativos.

Con estas dos cuestiones en la mesa, el plan de entrenamiento prolongado es una idea atinada para contrarrestar las dificultades objetivas que poseen las “Valletanas”. Las agallas mostradas por las futbolistas en Mendoza deben ser complementadas con un esquema de entrenamiento especial. Concretar ese plan le dará mayores posibilidades de victoria al combinado femenino.


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