Incrementan la producción de olivos en Chubut

En la costa y en el valle superior del río Chubut se realizan plantaciones con sistemas de riego integrado. Buscan un ecotipo patagónico para tener un producto diferencial del resto del país. Aseguran que los primeros resultados respecto al aceite extra virgen obtenido son de alta calidad

Calidad superior. Los primeros resultados dan cuenta de un aceite de excelencia
08 DIC 2018 - 19:57 | Actualizado

Desde Punta Ninfas hasta Bahía Bustamente y desde el valle inferior hasta Gualjaina. Así se extiende la producción de olivos en Chubut, sobre pequeñas unidades productivas con el fin de evaluar cuales son las variedades que mejor se adaptan al clíma y el suelo patagónico, pero de momento los resultados son promisorios.

A principios de este año se moltruró por primera vez aceite de oliva extra virgen de aceitunas cultivas en tres hectáreas experiementales ubicadas en la meseta chubutense y los resultados obtenidos indican que son de una calidad que lo ubica en los estándares más altos para ese producto.

Así lo confirmó a FM Tiempo Trelew el Ingeniero Agrónomo Roberto Oscar “Tati” Iturburu Moneff, quien tiene a su cargo el desarrollo productivo de distintas plantaciones a través de un sistema denominado Diseño Integrado Bajo Riego, que no solo se aplica a los olivos, sino también a otras plantaciones, como por ejemplo forraje.

“Se trata de una plantación experimental de olivos. Hace cinco años que venimos investigando las cualidades del cultivo del olivo y su demanda elástica, fisiológica, consumo de agua y la posibilidad de producirlas en nuestra región” dijo el ingeniero agrónomo, quien sostuvo que se trata de una región “para el cultivo tradicional del olivo que es marginal, por lo austral de las plantaciones”.

Primera plantación

En ese sentido indicó que “desarrollamos el año pasado la primera plantación experimental, en la estancia 1 de Octubre del Grupo Manera y los primeros resultados que estamos obteniendo son de un aceite de oliva extra virgen de alta calidad, no solamente con los parámetros físicos y químicos brindados por los análisis desarrollados en el Instituto Nacional del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) en Mendoza, que es el centro especializado en aceites y sobre todo en olivos, sino también por las catas y las valoraciones organológicas del producto, con valores similares a los mejores aceites del mundo que son de Croacia”.

En abril del año 2018 se molturó por primera vez aceite de oliva extra virgen de aceitunas cultivadas en tres hectáreas experimentales ubicadas en la Meseta Intermedia Provincia de Chubut, Argentina.

Se trata en este caso del cultivo más austral del mundo, de manera que su análisis resulta de vital importancia para la olivicultura global.

Los primeros datos indican que se molturó aceite de una cantidad pequeña de aceitunas dado que los olivos fueron plantados en agosto de 2017 y cosechados el día 3 de Abril del corriente año.

Variedad patagónica

En este caso puntual las variedades fueron una combinación de Frantoio, provenientes de plantas madres traídas de la provincia de Catamarca en el año 2001, por lo cual llevan algunos años de aclimatación a la Patagonia.

Otro porcentaje fue de olivos de variedad Arauco, tratándose de plantas multiplicadas de esquejes de ejemplares centenarios de Arauco existentes en la localidad de Valcheta, Provincia de Río Negro, por lo cual pueden considerarse ecotipos verdaderamente patagónicos.

Iturburu Moneff dijo que “el sueño es armar un complejo agroindustrial sostenible en Patagonia, con un eje costero. Por eso estamos haciendo plantaciones desde Punta Ninfas hasta Bahía Bustamante, pasando por Trelew, Playa Unión y Bajo Los Huesos, en costa, pero también con plantaciones proyectadas en Los Altares, Gualjaina y tenemos previsto hacer algo en El Hoyo, de manera de establecer un eje transversal en la provincia”.

El especialista aseguró que se trata de un “proyecto ambicioso desde el punto de vista privado, desde la iniciativa privada, con inversores privados y digamos con el compromiso de desarrollar un proyecto de alta calidad”.

En ese sentido el responsable del proyecto también confirmó que está en vías de creación “la primera cámara de productores olivícolas de la provincia, que de momento tiene nueve integrantes” y el proyecto de establecer a futuro la primera planta de procesamiento en la provincia.

Aceite de calidad

El ingeniero agrónomo explicó que “los aceites de climas templados cálidos tienen algunos problemas para llegar a los estándares mínimos de extra virgen. Para recibir esa calificación tienen que tener un mínimo de 55% de ácido oleico” e informó que se trata de uno de los ácidos grasos presentes del aceite de oliva.

En las latitudes antes mencionadas, “el 80% de los aceites está entre el 48% y 54% de ácido oleico, pero mientras más frío y más al sur sean las plantaciones, más concentraciones de ese ácido tienen, por un tema de alternancia de temperaturas y máximas más bajas”.

En ese sentido explicó que a partir de esos esos parámetros se empezaron a definir los lugares de implantación, además del tipo de suelo. Sin embargo los primeros resultados fueron superadores, pues a pesar de las proyecciones realizadas, “con un resultado del 77,54% de ácido oleico estamos a valores altísimos, nos permite a nosotros obtener un producto que puede ser ubicado en el segmento más exigente de oliva del mundo”.

Trabajo en el campo

En cuanto al trabajo realizado, confirmó que se ha desarrollado “la implantación del cultivo, y armar un sistema de control de heladas, como mencioné estamos en un lugar marginal desde el punto de vista del cultivo, con una tecnología anti stress para lograr el control de heladas”, que no utiliza agua y que permitió el año pasado superar 26 episodios de heladas.

“Por otro lado estamos evaluando 11 variedades. En el mundo hay más de 2.000 variedades y nosotros estamos evaluando 11, que han sido seleccionadas para climas templado –frío, con lo cual ahora estamos haciendo un registro fenológico para ver cual se comporta mejor”.

También explicó que se está realizando en Comodoro Rivadavia y junto a la Universidad Nacional de la Patagonia “San Juan Bosco” las primeras pruebas para América Latina del “cultivo por micropopagación de las mejores variedades que tengamos nosotros en este periodo”.

En cuanto a las variedades que se están trabajando en estos momentos, fueron traídas de un vivero de San Juan y “se trabajó junto con el viverista en la identificación de las variedades, sin dejar de evaluar algunas plantas aisladas que están en Patagonia, para ver su producción y su grado de resistencia”.

En la actualidad ya se han plantado olivos al norte de Rawson, en dirección a Punta Ninfas, “además de 3 hectáreas en Trelew sobre la barda sur, las cuales fueron implantadas la semana pasada y una hectárea en Bahía Bustamante”. También se proyectan 10 hectáreas en la zona de Playa Unión.

En ese sentido explicó que en Comodoro Rivadavia se cultivó en su momento una variedad que ha logrado sobrevivir después de muchos años y “estamos identificando este para termoplasma para que el productor lo tenga diferenciado del resto y lograr un ecotipo patagónico que nos va a permitir diferenciarnos del resto de las regiones productivas de Argentina y el mundo”.

“Nuestro plan es hacer registros fenológicos y ver que diferenciación regional tenemos de una y otra para lograr aceites de alta calidad con una referencia local y nacional”.

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Calidad superior. Los primeros resultados dan cuenta de un aceite de excelencia
08 DIC 2018 - 19:57

Desde Punta Ninfas hasta Bahía Bustamente y desde el valle inferior hasta Gualjaina. Así se extiende la producción de olivos en Chubut, sobre pequeñas unidades productivas con el fin de evaluar cuales son las variedades que mejor se adaptan al clíma y el suelo patagónico, pero de momento los resultados son promisorios.

A principios de este año se moltruró por primera vez aceite de oliva extra virgen de aceitunas cultivas en tres hectáreas experiementales ubicadas en la meseta chubutense y los resultados obtenidos indican que son de una calidad que lo ubica en los estándares más altos para ese producto.

Así lo confirmó a FM Tiempo Trelew el Ingeniero Agrónomo Roberto Oscar “Tati” Iturburu Moneff, quien tiene a su cargo el desarrollo productivo de distintas plantaciones a través de un sistema denominado Diseño Integrado Bajo Riego, que no solo se aplica a los olivos, sino también a otras plantaciones, como por ejemplo forraje.

“Se trata de una plantación experimental de olivos. Hace cinco años que venimos investigando las cualidades del cultivo del olivo y su demanda elástica, fisiológica, consumo de agua y la posibilidad de producirlas en nuestra región” dijo el ingeniero agrónomo, quien sostuvo que se trata de una región “para el cultivo tradicional del olivo que es marginal, por lo austral de las plantaciones”.

Primera plantación

En ese sentido indicó que “desarrollamos el año pasado la primera plantación experimental, en la estancia 1 de Octubre del Grupo Manera y los primeros resultados que estamos obteniendo son de un aceite de oliva extra virgen de alta calidad, no solamente con los parámetros físicos y químicos brindados por los análisis desarrollados en el Instituto Nacional del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) en Mendoza, que es el centro especializado en aceites y sobre todo en olivos, sino también por las catas y las valoraciones organológicas del producto, con valores similares a los mejores aceites del mundo que son de Croacia”.

En abril del año 2018 se molturó por primera vez aceite de oliva extra virgen de aceitunas cultivadas en tres hectáreas experimentales ubicadas en la Meseta Intermedia Provincia de Chubut, Argentina.

Se trata en este caso del cultivo más austral del mundo, de manera que su análisis resulta de vital importancia para la olivicultura global.

Los primeros datos indican que se molturó aceite de una cantidad pequeña de aceitunas dado que los olivos fueron plantados en agosto de 2017 y cosechados el día 3 de Abril del corriente año.

Variedad patagónica

En este caso puntual las variedades fueron una combinación de Frantoio, provenientes de plantas madres traídas de la provincia de Catamarca en el año 2001, por lo cual llevan algunos años de aclimatación a la Patagonia.

Otro porcentaje fue de olivos de variedad Arauco, tratándose de plantas multiplicadas de esquejes de ejemplares centenarios de Arauco existentes en la localidad de Valcheta, Provincia de Río Negro, por lo cual pueden considerarse ecotipos verdaderamente patagónicos.

Iturburu Moneff dijo que “el sueño es armar un complejo agroindustrial sostenible en Patagonia, con un eje costero. Por eso estamos haciendo plantaciones desde Punta Ninfas hasta Bahía Bustamante, pasando por Trelew, Playa Unión y Bajo Los Huesos, en costa, pero también con plantaciones proyectadas en Los Altares, Gualjaina y tenemos previsto hacer algo en El Hoyo, de manera de establecer un eje transversal en la provincia”.

El especialista aseguró que se trata de un “proyecto ambicioso desde el punto de vista privado, desde la iniciativa privada, con inversores privados y digamos con el compromiso de desarrollar un proyecto de alta calidad”.

En ese sentido el responsable del proyecto también confirmó que está en vías de creación “la primera cámara de productores olivícolas de la provincia, que de momento tiene nueve integrantes” y el proyecto de establecer a futuro la primera planta de procesamiento en la provincia.

Aceite de calidad

El ingeniero agrónomo explicó que “los aceites de climas templados cálidos tienen algunos problemas para llegar a los estándares mínimos de extra virgen. Para recibir esa calificación tienen que tener un mínimo de 55% de ácido oleico” e informó que se trata de uno de los ácidos grasos presentes del aceite de oliva.

En las latitudes antes mencionadas, “el 80% de los aceites está entre el 48% y 54% de ácido oleico, pero mientras más frío y más al sur sean las plantaciones, más concentraciones de ese ácido tienen, por un tema de alternancia de temperaturas y máximas más bajas”.

En ese sentido explicó que a partir de esos esos parámetros se empezaron a definir los lugares de implantación, además del tipo de suelo. Sin embargo los primeros resultados fueron superadores, pues a pesar de las proyecciones realizadas, “con un resultado del 77,54% de ácido oleico estamos a valores altísimos, nos permite a nosotros obtener un producto que puede ser ubicado en el segmento más exigente de oliva del mundo”.

Trabajo en el campo

En cuanto al trabajo realizado, confirmó que se ha desarrollado “la implantación del cultivo, y armar un sistema de control de heladas, como mencioné estamos en un lugar marginal desde el punto de vista del cultivo, con una tecnología anti stress para lograr el control de heladas”, que no utiliza agua y que permitió el año pasado superar 26 episodios de heladas.

“Por otro lado estamos evaluando 11 variedades. En el mundo hay más de 2.000 variedades y nosotros estamos evaluando 11, que han sido seleccionadas para climas templado –frío, con lo cual ahora estamos haciendo un registro fenológico para ver cual se comporta mejor”.

También explicó que se está realizando en Comodoro Rivadavia y junto a la Universidad Nacional de la Patagonia “San Juan Bosco” las primeras pruebas para América Latina del “cultivo por micropopagación de las mejores variedades que tengamos nosotros en este periodo”.

En cuanto a las variedades que se están trabajando en estos momentos, fueron traídas de un vivero de San Juan y “se trabajó junto con el viverista en la identificación de las variedades, sin dejar de evaluar algunas plantas aisladas que están en Patagonia, para ver su producción y su grado de resistencia”.

En la actualidad ya se han plantado olivos al norte de Rawson, en dirección a Punta Ninfas, “además de 3 hectáreas en Trelew sobre la barda sur, las cuales fueron implantadas la semana pasada y una hectárea en Bahía Bustamante”. También se proyectan 10 hectáreas en la zona de Playa Unión.

En ese sentido explicó que en Comodoro Rivadavia se cultivó en su momento una variedad que ha logrado sobrevivir después de muchos años y “estamos identificando este para termoplasma para que el productor lo tenga diferenciado del resto y lograr un ecotipo patagónico que nos va a permitir diferenciarnos del resto de las regiones productivas de Argentina y el mundo”.

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