Esquel: tensión con la CCC
La Corriente Clasista y Combativa fue a la Municipalidad de Esquel a pedir bolsones de alimentos.
Se instalaron en el patio con carteles y bombos, en su mayoría mujeres. El vocero Marcelo Barab, de Comodoro Rivadavia, se iba a reunir con el intendente Sergio Ongarato. Pero apenas ingresaron al despacho, con otros funcionarios como el secretario de Desarrollo Social, Horacio Quinteros, salieron, denunciando que el jefe comunal los había tratado mal, con golpes en la mesa.
Con el diálogo cortado –se vio a Ongarato ofuscado-, Barab comentó que “el intendente nos gritó; le extendí la mano para saludarlo, y empezó a golpear la mesa reprochando que le habíamos ocupado el patio del municipio. Así no se recibe a las organizaciones”.
Agregó que a los gritos no dialogarían. Piden bolsones de alimentos para los 20 movilizados y para las familias de los barrios. También la extensión del salario social complementario que baja de Nación.
Barab, dirigente comodorense coordinador en Chubut, cuestionó la actitud del ingeniero. “Está nervioso y alterado pero vinimos respetuosamente”. Advirtió que Esquel tiene mucha desocupación “con las políticas de Macri nos vamos todos al bombo”. Deslizó que como se comportó Ongarato no es la forma de dialogar.
Barab enfatizó que la Corriente está reconocida por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. Cobran un salario social complementario. Tras una reunión, el grupo se desplazó a la plaza San Martín. Hoy regresarían a la Municipalidad.
El secretario de Desarrollo Social, Horacio Quinteros, dijo en FM Tiempo Esquel que se vivió una situación difícil para personas que quieren dialogar. Sostuvo que con ruido de bombos y gritos era imposible. A Barab es la primera vez que lo ve. Igual aseguró que buscaron la manera de reunirse. “Pero en los términos que plantearon se hizo difícil. Nos pedían bolsones de alimentos, cajones de pollo y carne”.
Quinteros remarcó que “estamos tratando de llegar a las familias que realmente necesitan, de una manera responsable, a través de Juntas Vecinales y otras organizaciones”.
Admitió que Ongarato, a pesar de ser una persona moderada, se ofuscó con los gritos y ruido de bombos en la ventana de su despacho, además del riesgo de que alguien fuera atropellado por un vehículo, ya que era horario de trabajo, de entrada y salida de móviles del municipio. “Debemos cuidar los recursos del Estado para la asistencia social”. #
Se instalaron en el patio con carteles y bombos, en su mayoría mujeres. El vocero Marcelo Barab, de Comodoro Rivadavia, se iba a reunir con el intendente Sergio Ongarato. Pero apenas ingresaron al despacho, con otros funcionarios como el secretario de Desarrollo Social, Horacio Quinteros, salieron, denunciando que el jefe comunal los había tratado mal, con golpes en la mesa.
Con el diálogo cortado –se vio a Ongarato ofuscado-, Barab comentó que “el intendente nos gritó; le extendí la mano para saludarlo, y empezó a golpear la mesa reprochando que le habíamos ocupado el patio del municipio. Así no se recibe a las organizaciones”.
Agregó que a los gritos no dialogarían. Piden bolsones de alimentos para los 20 movilizados y para las familias de los barrios. También la extensión del salario social complementario que baja de Nación.
Barab, dirigente comodorense coordinador en Chubut, cuestionó la actitud del ingeniero. “Está nervioso y alterado pero vinimos respetuosamente”. Advirtió que Esquel tiene mucha desocupación “con las políticas de Macri nos vamos todos al bombo”. Deslizó que como se comportó Ongarato no es la forma de dialogar.
Barab enfatizó que la Corriente está reconocida por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. Cobran un salario social complementario. Tras una reunión, el grupo se desplazó a la plaza San Martín. Hoy regresarían a la Municipalidad.
El secretario de Desarrollo Social, Horacio Quinteros, dijo en FM Tiempo Esquel que se vivió una situación difícil para personas que quieren dialogar. Sostuvo que con ruido de bombos y gritos era imposible. A Barab es la primera vez que lo ve. Igual aseguró que buscaron la manera de reunirse. “Pero en los términos que plantearon se hizo difícil. Nos pedían bolsones de alimentos, cajones de pollo y carne”.
Quinteros remarcó que “estamos tratando de llegar a las familias que realmente necesitan, de una manera responsable, a través de Juntas Vecinales y otras organizaciones”.
Admitió que Ongarato, a pesar de ser una persona moderada, se ofuscó con los gritos y ruido de bombos en la ventana de su despacho, además del riesgo de que alguien fuera atropellado por un vehículo, ya que era horario de trabajo, de entrada y salida de móviles del municipio. “Debemos cuidar los recursos del Estado para la asistencia social”. #