Madryn: operaron a un niño Testigo de Jehová sin transfusión de sangre

Días pasados se conoció la información de una importante intervención quirúrgica realizada en el hospital “Dr. Andrés Isola” que tuvo la particularidad que se concretó sin transfusión de sangre a un bebé de un año y Testigo de Jehová.

María Laura López Bernal.
15 DIC 2018 - 20:49 | Actualizado

Para la concreción de la operación los facultativos utilizaron la droga eritropoyetina para estimular la producción de sangre y de glóbulos rojos, además que su familia pudo acceder, con ayuda de su comunidad religiosa, a un equipamiento médico especial que permite la regeneración de la propia sangre.

Este último no tuvo que ser utilizado gracias al excelente trabajo profesional que realizaron los médicos que intervinieron al bebe.

Palabra de la pediatra

La Pediatra María Laura López Bernal (M.P 3691) explicó “el niño tiene una malformación en su cráneo que se llama craneosinostosis” que ocasiona la pérdida de la simetría craneal.

La misma pudo ser reestablecida mediante una operación de reconstrucción llevada a cabo en el Hospital de Puerto Madryn, por el neurocirujano Pablo Galván y un equipo de profesionales que trabajaron en la preparación e intervención del paciente.

Al momento de tomar se la decisión de intervenir quirúrgicamente al bebe los padres expresaron su oposición a que sea transfundido dado que son Testigos de Jehová.

“Ante la negativa a la transfusión de sangre y al tratarse de una cirugía compleja, donde puede haber pérdida de bastante sangre, se decidió colocarle inyecciones subcutáneas de la droga eritropoyetina que estimula la producción de sangre” dijo la pediatra del bebé, además de suministrarle hierro para generar la producción de los glóbulos rojos. En paralelo, los padres gestionaron una máquina que recupera la sangre que se va perdiendo en la cirugía y, en caso de ser necesario, se transfunde.

La doctora López Bernal comentó que “no fue necesaria la transfusión y la cirugía fue todo un éxito”tras tres horas de duración y el niño se recuperó satisfactoria y prontamente. La pediatra resaltó que “fue la primera vez” que en el hospital Isola se realizó una intervención bajo estas características, realzando el profesionalismo del equipo médico que trabajo en la preparación del paciente y durante la intervención quirúrgica del mismo.

“El niño está en perfectas condiciones, no ha tenido ninguna complicación de la cirugía que es compleja porque se abre el cráneo ni por la parte de las transfusiones. La verdad es que está muy pero muy bien”.

Tanto su familia como el equipo de salud a cargo en el Hospital Ísola quedaron también satisfechos por el abordaje comprensivo y colaborativo que permitió resolver el dilema bioético que suele estar implicado en la intervención quirúrgica a pacientes Testigo de Jehová, para quienes extraer sangre a otras personas e infundirla en el propio cuerpo se considera una gran falta de respeto a la vida, dado que esta religión sostiene que Dios les manda a “abstenerse de la sangre”, aun cuando se corra inminente riesgo de muerte.

En procedimientos quirúrgicos importantes como este, uno de los métodos más usados para evitar transfusiones es la técnica del rescate celular, mediante la cual una máquina extrae sangre de la zona quirúrgica del paciente y la almacena. Luego, otra máquina “limpia” la sangre y la vuelve a introducir en el organismo del paciente si fuera necesario.

Práctica aceptada

Una de las claves que hacen que estas prácticas sean aceptadas en pacientes testigos de Jehová, radica en no interrumpir el circuito del flujo sanguíneo en el organismo, pues si se consideran los tubos externos como una extensión temporal del cuerpo y en ningún momento se interrumpe la circulación, técnicamente, no se estaría quebrantando ninguna norma religiosa.

Este caso en particular, es un ejemplo de respeto por los principios bioéticos, ya que se logró encontrar la manera para hacer el bien, no causar daño y respetar la autonomía. #

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María Laura López Bernal.
15 DIC 2018 - 20:49

Para la concreción de la operación los facultativos utilizaron la droga eritropoyetina para estimular la producción de sangre y de glóbulos rojos, además que su familia pudo acceder, con ayuda de su comunidad religiosa, a un equipamiento médico especial que permite la regeneración de la propia sangre.

Este último no tuvo que ser utilizado gracias al excelente trabajo profesional que realizaron los médicos que intervinieron al bebe.

Palabra de la pediatra

La Pediatra María Laura López Bernal (M.P 3691) explicó “el niño tiene una malformación en su cráneo que se llama craneosinostosis” que ocasiona la pérdida de la simetría craneal.

La misma pudo ser reestablecida mediante una operación de reconstrucción llevada a cabo en el Hospital de Puerto Madryn, por el neurocirujano Pablo Galván y un equipo de profesionales que trabajaron en la preparación e intervención del paciente.

Al momento de tomar se la decisión de intervenir quirúrgicamente al bebe los padres expresaron su oposición a que sea transfundido dado que son Testigos de Jehová.

“Ante la negativa a la transfusión de sangre y al tratarse de una cirugía compleja, donde puede haber pérdida de bastante sangre, se decidió colocarle inyecciones subcutáneas de la droga eritropoyetina que estimula la producción de sangre” dijo la pediatra del bebé, además de suministrarle hierro para generar la producción de los glóbulos rojos. En paralelo, los padres gestionaron una máquina que recupera la sangre que se va perdiendo en la cirugía y, en caso de ser necesario, se transfunde.

La doctora López Bernal comentó que “no fue necesaria la transfusión y la cirugía fue todo un éxito”tras tres horas de duración y el niño se recuperó satisfactoria y prontamente. La pediatra resaltó que “fue la primera vez” que en el hospital Isola se realizó una intervención bajo estas características, realzando el profesionalismo del equipo médico que trabajo en la preparación del paciente y durante la intervención quirúrgica del mismo.

“El niño está en perfectas condiciones, no ha tenido ninguna complicación de la cirugía que es compleja porque se abre el cráneo ni por la parte de las transfusiones. La verdad es que está muy pero muy bien”.

Tanto su familia como el equipo de salud a cargo en el Hospital Ísola quedaron también satisfechos por el abordaje comprensivo y colaborativo que permitió resolver el dilema bioético que suele estar implicado en la intervención quirúrgica a pacientes Testigo de Jehová, para quienes extraer sangre a otras personas e infundirla en el propio cuerpo se considera una gran falta de respeto a la vida, dado que esta religión sostiene que Dios les manda a “abstenerse de la sangre”, aun cuando se corra inminente riesgo de muerte.

En procedimientos quirúrgicos importantes como este, uno de los métodos más usados para evitar transfusiones es la técnica del rescate celular, mediante la cual una máquina extrae sangre de la zona quirúrgica del paciente y la almacena. Luego, otra máquina “limpia” la sangre y la vuelve a introducir en el organismo del paciente si fuera necesario.

Práctica aceptada

Una de las claves que hacen que estas prácticas sean aceptadas en pacientes testigos de Jehová, radica en no interrumpir el circuito del flujo sanguíneo en el organismo, pues si se consideran los tubos externos como una extensión temporal del cuerpo y en ningún momento se interrumpe la circulación, técnicamente, no se estaría quebrantando ninguna norma religiosa.

Este caso en particular, es un ejemplo de respeto por los principios bioéticos, ya que se logró encontrar la manera para hacer el bien, no causar daño y respetar la autonomía. #


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