“En la Cooperativa de Trelew hay menos empleados que en los 90 y quince mil usuarios más”

Entrevista a Alfredo Montes, gerente de Energía de la entidad de Trelew.

Precisiones. Montes, un experimentado que explicó el escenario hoy.
19 DIC 2018 - 20:52 | Actualizado

-¿Cuál es la situación general de la Cooperativa de Trelew y cuál es la diferencia con las demás cooperativas de Chubut?
-Hay dos aspectos a considerar. Desde el punto de vista económico y financiero, la situación es verdaderamente crítica y en eso no se diferencia de las demás cooperativas de servicios públicos. Desde el punto de vista de la calidad de servicios, se sigue haciendo importantes esfuerzos para llegar al asociado con una prestación adecuada.
-¿Cuáles son las causas de esta situación?
-Simple: más de una década de retraso tarifario sin ningún tipo de alternativa, como sucede en otros servicios concesionados, en un contexto de inflación y devaluación creciente que licúa los ingresos e impide recuperar los costos que en varios casos son en dólares. Hubo un contexto general que afectó no solo a las Cooperativas sino a todas las distribuidoras del país y que se tradujo en alto nivel de endeudamiento con CAMMESA que es la proveedora de la energía primaria y que se agudizó en estos tres últimos años como consecuencia del proceso inflacionario y por el incremento de más del 1.200% del precio de la energía mayorista.
-Las tarifas las aprueba el Concejo Deliberante, ¿pero qué pasa con la tarifa de CAMMESA?
-La tarifa final sí pero la tarifa se compone de tres ítems. Por un lado, la energía que se compra a CAMMESA, que es la comercializadora mayorista nacional de energía eléctrica; y por otro lado el Valor Agregado de Distribución. En este caso, no solo de energía eléctrica sino también de alumbrado público, agua y cloacas. Este último ítem, el VAD, lo determina el Concejo en función de los informes técnicos del OMRESP, que es la autoridad de aplicación.
-¿Por qué se produce el retraso tarifario?     
-Existe un diagnóstico bastante claro que surgió en 2013, en oportunidad de la audiencia pública celebrada por pedido del entonces intendente Máximo Pérez Catán. El informe final del OMRESP, en sus conclusiones es taxativo. Por un lado, reconoce que la calidad de la prestación ha sido “satisfactoria” y por otra parte reconoce que hubo un retraso tarifario atribuido, según ellos, a un problema de regulación.
-¿Problemas de regulación?
-La regulación de los monopolios naturales es una tarea técnica que presenta cierta complejidad y en épocas de alta inflación se producen distorsiones. En primer lugar una cuestión técnica. No se respetó el sistema original de la metodología de precios topes que imperaba en el contrato de concesión. El OMRESP realiza sus análisis de costos a través de largos estudios que duran meses y en algunas oportunidades llegaron a durar años, en los cuales se recopila abundante información relacionada con los costos. Pero para dar un ejemplo, la Cooperativa solicita la actualización tarifaria en febrero, con los valores de febrero y el estudio de costos realizado por el OMSREP termina en noviembre, por decir una fecha, pero con los valores de febrero, lo cual lo hace, inflación mediante, totalmente insuficiente a la hora de cubrir los costos de distribución de los servicios.
-¿Los usuarios se quejan? ¿Cuáles son los principales reclamos?
-Los reclamos más habituales son por el costo de la “boleta”, principalmente. Lo que hay que tener en cuenta que la “boleta” incluye cinco servicios (energía, agua, cloacas, alumbrado público y servicio de sepelios) más impuestos nacionales, impuestos provinciales, tasas municipales y recaudación de terceros. Si desagregamos de la factura lo que ingresa a la Cooperativa, encontramos que los montos son alrededor del 70% o menos de lo facturado. También tenemos reclamos por alumbrado público.
-¿Cómo es eso del 70%?
-Lo que hay que entender primero es que en la factura de la Cooperativa no se cobra solo la luz, porque es muy común escuchar al usuario espantado decir “me llegó un factura de $ 1.800 de luz”. Y en realidad no es así. Por ejemplo, de una factura mensual residencial total y final de $ 1.800, el 30% son impuestos nacionales, impuestos provinciales, tasas municipales y recaudación a terceros como por ejemplo Bomberos, que no quedan en la Cooperativa. Es decir, que de $ 1.800,00 quedan para la Cooperativa $ 1.260. Y si dividimos esto por cada uno de los cinco servicios que brinda la Cooperativa, nos vamos a encontrar que este usuario residencial está pagando en promedio por cada servicio $ 252 por mes. Ahora compare esto con lo que paga ese mismo usuario por cualquier otro servicio como televisión, telefonía celular o fija, gas, internet, o supongamos que cada uno de estos cinco servicios que brinda la Cooperativa, los brindara cada uno de ellos una empresa distinta. ¿Pagaría $ 252 por mes? Yo le podría afirmar con total seguridad, que no.
-¿Hay muchos colgados del servicio eléctrico?
-Representan alrededor del 2 al 2,5 % de los usuarios y están localizados en sectores en los cuales resulta difícil su eliminación definitiva. La Cooperativa realiza procedimientos frecuentes de desconexión, pero existen factores sociales, edilicios y económicos que hace imposible su erradicación definitiva. No obstante, se trabaja en la detección y eliminación de dicha clandestinidad, pero su erradicación definitiva depende de una acción conjunta, sistemática y sostenida coordinada junto con la Justicia y el poder concedente.
-¿Cómo calificaría la calidad del servicio?
-Nuestros índices de calidad son satisfactorios, al decir de la propia autoridad de aplicación. Pero es importante dar contexto a esta aseveración. Existen parámetros objetivos para calificar la performance de una distribuidora. El nivel de cobertura de energía (100%), de cobertura de agua (98%) y de cloacas (94%) es muy superior a la media del país. Y superior a la mayoría de las provincias, incluida la de Buenos Aires, que no tiene esos índices ni de cerca. También se mide la cantidad de cortes de energía y la duración de los mismos. El año 2018 dio índices de cortes y tiempos de interrupciones menores a los máximos aceptados por el contrato de concesión y mejores que el año 2017.
-¿Se han hecho inversiones?
-Por supuesto. A veces, ciertos críticos externos a la institución aseveran que Cooperativa no realiza obras, como si fuera una empresa constructora o de montajes electromecánicos, cuando el objeto social de la empresa es el de distribución de los servicios que tiene concesionados y mantener un nivel de calidad óptimo en la prestación de los mismos. Para eso se realizan a diario inversiones que no son percibidas como grandes obras pero resultan fundamentales para tal objetivo. La ciudad cuenta con 9.000 luminarias y se reponen cerca de mil por año. Lo mismo ocurre con el reemplazo de columnas deterioradas, 250 por año. Se renuevan líneas eléctricas por de 10 a 15 kilómetros por año. Se realizan mantenimiento de subestaciones (600 de distribución y 4 de potencia). Para todo eso en 2018 se invirtieron más de 30 millones de pesos en el sector eléctrico y otro tanto en el sanitario. Una cifra insuficiente para la expansión de la ciudad, pero limitada por la condición económica y financiera de la Cooperativa.
-Una crítica habitual son los sueldos de los empleados…
-No me corresponde evaluar eso. Sin embargo, sí puedo decir que en la Cooperativa hay menos empleados que en la década de los 90, con un incremento de 15.000 usuarios más que en esa época. Es arriesgado hacer juicios de valor respecto a los salarios del personal porque hay que tener en claro que la comparación debe ser ecuánime. Que el personal operativo trabaja ocho o más horas en algunos sectores, cuando hace falta horas extras; que el trabajo con tensión y en altura implica regímenes laborales especiales que no son comparables con otras actividades; y que existe un convenio colectivo de trabajo, paritarias libres y un contexto legal que es de cumplimiento obligatorio. Por otra parte, al comparar, en realidad, más que el valor bruto de ingresos, debe tenerse en cuenta la productividad, por cuanto es muy arriesgado hacer juicios de valor sin un análisis más serio de la situación y esta misma condición no solo se da en el área de Energía.
-¿También se pone en tela de juicio la cantidad de horas extras en la entidad?
-Es que son necesarias para cubrir situaciones especiales. Por ejemplo, si a las 3 de la mañana hay un temporal que afecta a la ciudad y se producen fallas por corte de conductores, rayos, etcétera y el servicio se repone en dos o tres horas, eso se debe al esfuerzo del personal trabajando en condiciones adversas y riesgosas. ¿En tales casos, se supone que deban trabajar gratis? A pesar de eso, durante 2018 la cantidad de horas extras se redujo al mínimo, como así también las Guardias Pasivas.#

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19 DIC 2018 - 20:52

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-Hay dos aspectos a considerar. Desde el punto de vista económico y financiero, la situación es verdaderamente crítica y en eso no se diferencia de las demás cooperativas de servicios públicos. Desde el punto de vista de la calidad de servicios, se sigue haciendo importantes esfuerzos para llegar al asociado con una prestación adecuada.
-¿Cuáles son las causas de esta situación?
-Simple: más de una década de retraso tarifario sin ningún tipo de alternativa, como sucede en otros servicios concesionados, en un contexto de inflación y devaluación creciente que licúa los ingresos e impide recuperar los costos que en varios casos son en dólares. Hubo un contexto general que afectó no solo a las Cooperativas sino a todas las distribuidoras del país y que se tradujo en alto nivel de endeudamiento con CAMMESA que es la proveedora de la energía primaria y que se agudizó en estos tres últimos años como consecuencia del proceso inflacionario y por el incremento de más del 1.200% del precio de la energía mayorista.
-Las tarifas las aprueba el Concejo Deliberante, ¿pero qué pasa con la tarifa de CAMMESA?
-La tarifa final sí pero la tarifa se compone de tres ítems. Por un lado, la energía que se compra a CAMMESA, que es la comercializadora mayorista nacional de energía eléctrica; y por otro lado el Valor Agregado de Distribución. En este caso, no solo de energía eléctrica sino también de alumbrado público, agua y cloacas. Este último ítem, el VAD, lo determina el Concejo en función de los informes técnicos del OMRESP, que es la autoridad de aplicación.
-¿Por qué se produce el retraso tarifario?     
-Existe un diagnóstico bastante claro que surgió en 2013, en oportunidad de la audiencia pública celebrada por pedido del entonces intendente Máximo Pérez Catán. El informe final del OMRESP, en sus conclusiones es taxativo. Por un lado, reconoce que la calidad de la prestación ha sido “satisfactoria” y por otra parte reconoce que hubo un retraso tarifario atribuido, según ellos, a un problema de regulación.
-¿Problemas de regulación?
-La regulación de los monopolios naturales es una tarea técnica que presenta cierta complejidad y en épocas de alta inflación se producen distorsiones. En primer lugar una cuestión técnica. No se respetó el sistema original de la metodología de precios topes que imperaba en el contrato de concesión. El OMRESP realiza sus análisis de costos a través de largos estudios que duran meses y en algunas oportunidades llegaron a durar años, en los cuales se recopila abundante información relacionada con los costos. Pero para dar un ejemplo, la Cooperativa solicita la actualización tarifaria en febrero, con los valores de febrero y el estudio de costos realizado por el OMSREP termina en noviembre, por decir una fecha, pero con los valores de febrero, lo cual lo hace, inflación mediante, totalmente insuficiente a la hora de cubrir los costos de distribución de los servicios.
-¿Los usuarios se quejan? ¿Cuáles son los principales reclamos?
-Los reclamos más habituales son por el costo de la “boleta”, principalmente. Lo que hay que tener en cuenta que la “boleta” incluye cinco servicios (energía, agua, cloacas, alumbrado público y servicio de sepelios) más impuestos nacionales, impuestos provinciales, tasas municipales y recaudación de terceros. Si desagregamos de la factura lo que ingresa a la Cooperativa, encontramos que los montos son alrededor del 70% o menos de lo facturado. También tenemos reclamos por alumbrado público.
-¿Cómo es eso del 70%?
-Lo que hay que entender primero es que en la factura de la Cooperativa no se cobra solo la luz, porque es muy común escuchar al usuario espantado decir “me llegó un factura de $ 1.800 de luz”. Y en realidad no es así. Por ejemplo, de una factura mensual residencial total y final de $ 1.800, el 30% son impuestos nacionales, impuestos provinciales, tasas municipales y recaudación a terceros como por ejemplo Bomberos, que no quedan en la Cooperativa. Es decir, que de $ 1.800,00 quedan para la Cooperativa $ 1.260. Y si dividimos esto por cada uno de los cinco servicios que brinda la Cooperativa, nos vamos a encontrar que este usuario residencial está pagando en promedio por cada servicio $ 252 por mes. Ahora compare esto con lo que paga ese mismo usuario por cualquier otro servicio como televisión, telefonía celular o fija, gas, internet, o supongamos que cada uno de estos cinco servicios que brinda la Cooperativa, los brindara cada uno de ellos una empresa distinta. ¿Pagaría $ 252 por mes? Yo le podría afirmar con total seguridad, que no.
-¿Hay muchos colgados del servicio eléctrico?
-Representan alrededor del 2 al 2,5 % de los usuarios y están localizados en sectores en los cuales resulta difícil su eliminación definitiva. La Cooperativa realiza procedimientos frecuentes de desconexión, pero existen factores sociales, edilicios y económicos que hace imposible su erradicación definitiva. No obstante, se trabaja en la detección y eliminación de dicha clandestinidad, pero su erradicación definitiva depende de una acción conjunta, sistemática y sostenida coordinada junto con la Justicia y el poder concedente.
-¿Cómo calificaría la calidad del servicio?
-Nuestros índices de calidad son satisfactorios, al decir de la propia autoridad de aplicación. Pero es importante dar contexto a esta aseveración. Existen parámetros objetivos para calificar la performance de una distribuidora. El nivel de cobertura de energía (100%), de cobertura de agua (98%) y de cloacas (94%) es muy superior a la media del país. Y superior a la mayoría de las provincias, incluida la de Buenos Aires, que no tiene esos índices ni de cerca. También se mide la cantidad de cortes de energía y la duración de los mismos. El año 2018 dio índices de cortes y tiempos de interrupciones menores a los máximos aceptados por el contrato de concesión y mejores que el año 2017.
-¿Se han hecho inversiones?
-Por supuesto. A veces, ciertos críticos externos a la institución aseveran que Cooperativa no realiza obras, como si fuera una empresa constructora o de montajes electromecánicos, cuando el objeto social de la empresa es el de distribución de los servicios que tiene concesionados y mantener un nivel de calidad óptimo en la prestación de los mismos. Para eso se realizan a diario inversiones que no son percibidas como grandes obras pero resultan fundamentales para tal objetivo. La ciudad cuenta con 9.000 luminarias y se reponen cerca de mil por año. Lo mismo ocurre con el reemplazo de columnas deterioradas, 250 por año. Se renuevan líneas eléctricas por de 10 a 15 kilómetros por año. Se realizan mantenimiento de subestaciones (600 de distribución y 4 de potencia). Para todo eso en 2018 se invirtieron más de 30 millones de pesos en el sector eléctrico y otro tanto en el sanitario. Una cifra insuficiente para la expansión de la ciudad, pero limitada por la condición económica y financiera de la Cooperativa.
-Una crítica habitual son los sueldos de los empleados…
-No me corresponde evaluar eso. Sin embargo, sí puedo decir que en la Cooperativa hay menos empleados que en la década de los 90, con un incremento de 15.000 usuarios más que en esa época. Es arriesgado hacer juicios de valor respecto a los salarios del personal porque hay que tener en claro que la comparación debe ser ecuánime. Que el personal operativo trabaja ocho o más horas en algunos sectores, cuando hace falta horas extras; que el trabajo con tensión y en altura implica regímenes laborales especiales que no son comparables con otras actividades; y que existe un convenio colectivo de trabajo, paritarias libres y un contexto legal que es de cumplimiento obligatorio. Por otra parte, al comparar, en realidad, más que el valor bruto de ingresos, debe tenerse en cuenta la productividad, por cuanto es muy arriesgado hacer juicios de valor sin un análisis más serio de la situación y esta misma condición no solo se da en el área de Energía.
-¿También se pone en tela de juicio la cantidad de horas extras en la entidad?
-Es que son necesarias para cubrir situaciones especiales. Por ejemplo, si a las 3 de la mañana hay un temporal que afecta a la ciudad y se producen fallas por corte de conductores, rayos, etcétera y el servicio se repone en dos o tres horas, eso se debe al esfuerzo del personal trabajando en condiciones adversas y riesgosas. ¿En tales casos, se supone que deban trabajar gratis? A pesar de eso, durante 2018 la cantidad de horas extras se redujo al mínimo, como así también las Guardias Pasivas.#


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