Editorial / ¿Quién se va a hacer cargo de los narcos?

Leé La Columna del Domingo, la tradicional editorial de la edición dominical de Jornada, con la mejor información política de Chubut.

22 DIC 2018 - 21:18 | Actualizado 30 SEP 2022 - 17:13

El doble crimen con trasfondo narco que por estas horas sacude a Chubut y a Puerto Madryn en particular, debería servir para algo más que el asombro y la preocupación que a buena parte de la sociedad siente cada vez que ocurren estos crímenes, que dicho sea de paso son cada vez más frecuentes en una tierra que históricamente fue de gente apacible, decente y trabajadora.

Hace años que las bandas de narcotraficantes han hecho base en distintas provincias de la Argentina y Chubut no ha podido –ni sabido- quedar ajena a ese fenómeno. Los distintos gobiernos que han pasado por el poder en Rawson en estas últimas décadas no parecen haberse tomado en serio el combate contra esta “industria” desarrollada al margen de la ley.

“Droga hubo siempre”, suelen decir algunos para explicar –y minimizar- la situación actual. “Nunca como ahora”, debería ser la respuesta a esta simplificación de la realidad que se niega a diferenciar el consumo minorista del tráfico a gran escala, con financiamiento millonario, logística y estructuras mafiosas que sin ningún lugar a duda cuentan con algún tipo de connivencia en algún estamento del Estado.

Nación mira a otro lado

Los brutales asesinatos de dos jóvenes presuntamente involucrados en el comercio de estupefacientes, en medio de una disputa dentro de una misma banda, volvieron a poner sobre el tapete la responsabilidad del Gobierno nacional y las fuerzas federales sobre un tema sobre el que la gestión de Cambiemos también se montó para hacer campaña. No se animaron a hablar de “Narcotráfico cero”, pero estuvieron cerca, prometiendo soluciones sobre un tema que ahora está desmadrado.

La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, que se la pasa presumiendo en las redes sociales de sus presuntos éxitos en la lucha contra los narcos, no escribió una línea sobre el caso de Madryn. Pero, para variar, mandaron a sus voceros locales del PRO/Cambiemos a publicar en los medios afines a Cambiemos una gacetilla plagada de lugares comunes: “luchar contra el flagelo”, “agenda común con el Gobierno provincial”, etcétera.

Ni el Gobierno nacional ni la Justicia Federal parecen estar atentos al crecimiento de las redes narcos en Chubut. ¿Falta de fondos o de interés?

El narcomenudeo

Tampoco los distintos gobiernos de Chubut de los últimos años quedan al margen de la responsabilidad por el fracaso en la lucha contra los narcos, pero no se puede soslayar que las posibilidades de los gobiernos provinciales y municipales en este tipo de casos son más acotadas.

Apenas creció en los medios nacionales el caso del doble crimen de Madryn, el gobernador Mariano Arcioni salió al cruce anunciando la creación de una Agencia de Lucha contra el Narcotráfico, que estará enfocada en tres lugares claves: Comodoro Rivadavia, Puerto Madryn y la Cordillera. Los puertos, sobre todo, pero también las rutas provinciales y nacionales son lugares en donde los controles antinarcos fallan día a día.

A la luz de los hechos, no es una exageración afirmar que hoy resulta más sencillo ingresar a Chubut desde el norte con varios kilos de droga que con un par de salamines o una bolsa de fruta. Se cuida con mayor ahínco los intereses económicos y sanitarios de los grandes productores agropecuarios que la salud de miles de personas, la mayoría jóvenes, que son las víctimas del narcotráfico.

Desde el Gobierno de Chubut también se avanzó en la remoción de algunas de las brigadas antidrogas de la Policía del Chubut, cuyas actuaciones en la prevención siempre son miradas con recelo. A veces son señaladas por ineficientes. Pero también ha habido casos de connivencia con grupos narcos.

También la Justicia quedó en el medio de la polémica por la fuerte penetración de los grupos narcos en ciudades chubutenses. Junto al ministro de Gobierno, Federico Massoni, el procurador general de Chubut, Jorge Miquelarena, salió esta misma semana a pedir más recursos para combatir a los narcos. El procurador sostuvo que las justicias provinciales deberían investigar el narcomenudeo, pero al mismo tiempo consideró que no están en condiciones de recursos humanos y materiales para investigar a los grandes jugadores de este negocio.

Miquelarena puso el acento en un punto central: “Hay que empezar a investigar el narcotráfico desde el lavado de dinero. Hay que investigar de arriba hacia abajo. Hay que pensar otra lógica para atacar el delito”, consideró el procurador, quien además aseguró que “hace falta una decisión política para otorgar fondos para que se pueda investigar”.

Perejiles y peces gordos

A la sociedad en general le hace cada vez más ruido que la mayoría de los detenidos por cuestiones narcos sean “perejiles” que venden al por menor o consumidores que son detenidos con pequeñas cantidades. Muy pocas veces caen los peces gordos que manejan las bandas o quienes las financian. Por cada megaoperativo con nombre rimbobante hay cientos de cargamentos que pasan como Pancho por su casa.

Las fuerzas federales y provinciales, la Justicia federal y la local, y esta nueva agencia provincial de drogas, deberían apuntar a la cabeza del problema. A los líderes de las bandas narcos instaladas y a quiénes aportan a estos grupos su estructura legal para lavar el dinero o los bienes resultantes del narcotráfico.

El que no quiera ver el camino que hay que tomar que se siga tapando los ojos.

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22 DIC 2018 - 21:18

El doble crimen con trasfondo narco que por estas horas sacude a Chubut y a Puerto Madryn en particular, debería servir para algo más que el asombro y la preocupación que a buena parte de la sociedad siente cada vez que ocurren estos crímenes, que dicho sea de paso son cada vez más frecuentes en una tierra que históricamente fue de gente apacible, decente y trabajadora.

Hace años que las bandas de narcotraficantes han hecho base en distintas provincias de la Argentina y Chubut no ha podido –ni sabido- quedar ajena a ese fenómeno. Los distintos gobiernos que han pasado por el poder en Rawson en estas últimas décadas no parecen haberse tomado en serio el combate contra esta “industria” desarrollada al margen de la ley.

“Droga hubo siempre”, suelen decir algunos para explicar –y minimizar- la situación actual. “Nunca como ahora”, debería ser la respuesta a esta simplificación de la realidad que se niega a diferenciar el consumo minorista del tráfico a gran escala, con financiamiento millonario, logística y estructuras mafiosas que sin ningún lugar a duda cuentan con algún tipo de connivencia en algún estamento del Estado.

Nación mira a otro lado

Los brutales asesinatos de dos jóvenes presuntamente involucrados en el comercio de estupefacientes, en medio de una disputa dentro de una misma banda, volvieron a poner sobre el tapete la responsabilidad del Gobierno nacional y las fuerzas federales sobre un tema sobre el que la gestión de Cambiemos también se montó para hacer campaña. No se animaron a hablar de “Narcotráfico cero”, pero estuvieron cerca, prometiendo soluciones sobre un tema que ahora está desmadrado.

La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, que se la pasa presumiendo en las redes sociales de sus presuntos éxitos en la lucha contra los narcos, no escribió una línea sobre el caso de Madryn. Pero, para variar, mandaron a sus voceros locales del PRO/Cambiemos a publicar en los medios afines a Cambiemos una gacetilla plagada de lugares comunes: “luchar contra el flagelo”, “agenda común con el Gobierno provincial”, etcétera.

Ni el Gobierno nacional ni la Justicia Federal parecen estar atentos al crecimiento de las redes narcos en Chubut. ¿Falta de fondos o de interés?

El narcomenudeo

Tampoco los distintos gobiernos de Chubut de los últimos años quedan al margen de la responsabilidad por el fracaso en la lucha contra los narcos, pero no se puede soslayar que las posibilidades de los gobiernos provinciales y municipales en este tipo de casos son más acotadas.

Apenas creció en los medios nacionales el caso del doble crimen de Madryn, el gobernador Mariano Arcioni salió al cruce anunciando la creación de una Agencia de Lucha contra el Narcotráfico, que estará enfocada en tres lugares claves: Comodoro Rivadavia, Puerto Madryn y la Cordillera. Los puertos, sobre todo, pero también las rutas provinciales y nacionales son lugares en donde los controles antinarcos fallan día a día.

A la luz de los hechos, no es una exageración afirmar que hoy resulta más sencillo ingresar a Chubut desde el norte con varios kilos de droga que con un par de salamines o una bolsa de fruta. Se cuida con mayor ahínco los intereses económicos y sanitarios de los grandes productores agropecuarios que la salud de miles de personas, la mayoría jóvenes, que son las víctimas del narcotráfico.

Desde el Gobierno de Chubut también se avanzó en la remoción de algunas de las brigadas antidrogas de la Policía del Chubut, cuyas actuaciones en la prevención siempre son miradas con recelo. A veces son señaladas por ineficientes. Pero también ha habido casos de connivencia con grupos narcos.

También la Justicia quedó en el medio de la polémica por la fuerte penetración de los grupos narcos en ciudades chubutenses. Junto al ministro de Gobierno, Federico Massoni, el procurador general de Chubut, Jorge Miquelarena, salió esta misma semana a pedir más recursos para combatir a los narcos. El procurador sostuvo que las justicias provinciales deberían investigar el narcomenudeo, pero al mismo tiempo consideró que no están en condiciones de recursos humanos y materiales para investigar a los grandes jugadores de este negocio.

Miquelarena puso el acento en un punto central: “Hay que empezar a investigar el narcotráfico desde el lavado de dinero. Hay que investigar de arriba hacia abajo. Hay que pensar otra lógica para atacar el delito”, consideró el procurador, quien además aseguró que “hace falta una decisión política para otorgar fondos para que se pueda investigar”.

Perejiles y peces gordos

A la sociedad en general le hace cada vez más ruido que la mayoría de los detenidos por cuestiones narcos sean “perejiles” que venden al por menor o consumidores que son detenidos con pequeñas cantidades. Muy pocas veces caen los peces gordos que manejan las bandas o quienes las financian. Por cada megaoperativo con nombre rimbobante hay cientos de cargamentos que pasan como Pancho por su casa.

Las fuerzas federales y provinciales, la Justicia federal y la local, y esta nueva agencia provincial de drogas, deberían apuntar a la cabeza del problema. A los líderes de las bandas narcos instaladas y a quiénes aportan a estos grupos su estructura legal para lavar el dinero o los bienes resultantes del narcotráfico.

El que no quiera ver el camino que hay que tomar que se siga tapando los ojos.


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