La columna de Elio Rossi / El partido más importante de la historia debió jugarse en Madrid

El Superclásico de Madrid, la decisión de Alfaro de dejar Huracán por los millones de Boca y recuerdo del "todo pasa" de Grondona.

24 DIC 2018 - 17:11 | Actualizado

Por Elio Rossi, especial para Jornada

 
Es una tentación esto de escribir unas líneas que repasen lo que el año va dejando a cada quién. Del tema económico, mejor no hablar. A no ser que Ud, señor lector, sea uno de los accionistas de cualquier banco en la Argentina o se trate de un Gran Jugador para la timba financiera. O resulta que es pariente/amigo de los que cortan el bacalao y la haya juntado en pala jugando en la mencionada timba.

Intuyo que este grupete no debe llegar -con familiares y todo- el 5% de la población en nuestro país. De modo que, insisto, para todos los demás la cuestión económica nos recuerda al gran Luca Prodan en el sentido de "mejor no hablar de ciertas cosas".

Quizá Ud, entonces, forma parte de los que -con todo derecho- es feliz con el triunfo de su equipo. En la Argentina, en nuestra particular mirada que -lo declaro ya- jamás entenderè (o sí, pero que bajón aceptarlo como cuota-parte del cuerpo social, che...), disfruta más con la desgracia de los otros que con la felcidad propia, es probable que ingrese en las mayorías.
 
Ya no será necesario únicamente ser simpatizante de River Plate, tu grato nombre, sino que con no ser de Boca, resultará harto suficiente. Queda completamente marginado el hincha de Huracán, pobre Fiera, que ha declarado a Gustavo Alfaro enemigo público nùmero uno, superando incluso a Bilardo, cuya bronca venció.
 
Hagamos un parate mínimo para comentar lo de Gustavo, gran profesional, campeón con el Arsenal de Julio Humberto I de Viamonte. ¿Ha rechazado usted alguna vez una mejora profesional de ese tamaño? Y no estoy hablando sólo de millones (si amigo, millones) de dólares. En esos círculos, usted lo sabe porque lo hemos publicado en estas columnatas, ese puesto paga entre 4 y 7 palos verdes por un contratito de uno a tres años.
 
Imagine que por ser gerente de Fùtbol, Enzo Francescoli gana hasta premios en dólares. Y es mucho màs de un millón al año. Por eso, sinceramente, ¿usted lo rechazaría?.
 
Alfaro está haciendo una buena campaña con Huracán pero, si patinara dos-tres partidos cuando se reinicie el campeonato, no dude: ¡rueda escaleras abajo! Y después, juicio laboral si es que no se resigna a cobrar hasta el día que trabajó (y lo echaron).
 
Por eso, todos aquellos que condenan a Gustavo por la "falta ética", están en su derecho siempre y cuando la alegría vinculada a Huracán sea su única alegría en el mundo. Tienen razón, pero marchan presos.
 
Boca está peor que la Argentina post crisis del 2001. Como amaga estar en 2020, digamos. Y el tipo (Alfaro) se encuentra con lo que puede ser una mina de oro. Repito: no sólo los "verdes" sino fundamentalmente, continuar la estirpe de Carlos Bianchi/Riquelme y aquellos históricos a quienes Gallardo and Company han puesto en un lejano lugar de la historia. Que le aproveche entonces Gustavo es el deseo de este columnista.
 
Se asegura que la final de la Copa Libertadores 2019 será en Santiago de Chile. Esperemos que así sea. Un antecedente como el apuntado en Madrid (más los petrodólares que mandan cada día más en el fútbol mundial), puede tener en organizaciones como la Conmebol muchos receptores agradecidos.
 
Argentina no fue capaz de dar seguridades en el Monumental. Y aunque estoy tentado a decir que de eso no se vuelve, sé que en la Argentina todo (todo) se recicla.
 
Así que amigos, aunque vengan degollando desde hace rato, les deseo una Navidad lo mejor posible rodeados de sus afectos y un utópico mejor 2019. Al final, cuando Julio Humberto puso en su anillo el perenne "Todo pasa":  tenìa razòn. Incluso, los tiempos que corren. ¡Salut!

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24 DIC 2018 - 17:11

Por Elio Rossi, especial para Jornada

 
Es una tentación esto de escribir unas líneas que repasen lo que el año va dejando a cada quién. Del tema económico, mejor no hablar. A no ser que Ud, señor lector, sea uno de los accionistas de cualquier banco en la Argentina o se trate de un Gran Jugador para la timba financiera. O resulta que es pariente/amigo de los que cortan el bacalao y la haya juntado en pala jugando en la mencionada timba.

Intuyo que este grupete no debe llegar -con familiares y todo- el 5% de la población en nuestro país. De modo que, insisto, para todos los demás la cuestión económica nos recuerda al gran Luca Prodan en el sentido de "mejor no hablar de ciertas cosas".

Quizá Ud, entonces, forma parte de los que -con todo derecho- es feliz con el triunfo de su equipo. En la Argentina, en nuestra particular mirada que -lo declaro ya- jamás entenderè (o sí, pero que bajón aceptarlo como cuota-parte del cuerpo social, che...), disfruta más con la desgracia de los otros que con la felcidad propia, es probable que ingrese en las mayorías.
 
Ya no será necesario únicamente ser simpatizante de River Plate, tu grato nombre, sino que con no ser de Boca, resultará harto suficiente. Queda completamente marginado el hincha de Huracán, pobre Fiera, que ha declarado a Gustavo Alfaro enemigo público nùmero uno, superando incluso a Bilardo, cuya bronca venció.
 
Hagamos un parate mínimo para comentar lo de Gustavo, gran profesional, campeón con el Arsenal de Julio Humberto I de Viamonte. ¿Ha rechazado usted alguna vez una mejora profesional de ese tamaño? Y no estoy hablando sólo de millones (si amigo, millones) de dólares. En esos círculos, usted lo sabe porque lo hemos publicado en estas columnatas, ese puesto paga entre 4 y 7 palos verdes por un contratito de uno a tres años.
 
Imagine que por ser gerente de Fùtbol, Enzo Francescoli gana hasta premios en dólares. Y es mucho màs de un millón al año. Por eso, sinceramente, ¿usted lo rechazaría?.
 
Alfaro está haciendo una buena campaña con Huracán pero, si patinara dos-tres partidos cuando se reinicie el campeonato, no dude: ¡rueda escaleras abajo! Y después, juicio laboral si es que no se resigna a cobrar hasta el día que trabajó (y lo echaron).
 
Por eso, todos aquellos que condenan a Gustavo por la "falta ética", están en su derecho siempre y cuando la alegría vinculada a Huracán sea su única alegría en el mundo. Tienen razón, pero marchan presos.
 
Boca está peor que la Argentina post crisis del 2001. Como amaga estar en 2020, digamos. Y el tipo (Alfaro) se encuentra con lo que puede ser una mina de oro. Repito: no sólo los "verdes" sino fundamentalmente, continuar la estirpe de Carlos Bianchi/Riquelme y aquellos históricos a quienes Gallardo and Company han puesto en un lejano lugar de la historia. Que le aproveche entonces Gustavo es el deseo de este columnista.
 
Se asegura que la final de la Copa Libertadores 2019 será en Santiago de Chile. Esperemos que así sea. Un antecedente como el apuntado en Madrid (más los petrodólares que mandan cada día más en el fútbol mundial), puede tener en organizaciones como la Conmebol muchos receptores agradecidos.
 
Argentina no fue capaz de dar seguridades en el Monumental. Y aunque estoy tentado a decir que de eso no se vuelve, sé que en la Argentina todo (todo) se recicla.
 
Así que amigos, aunque vengan degollando desde hace rato, les deseo una Navidad lo mejor posible rodeados de sus afectos y un utópico mejor 2019. Al final, cuando Julio Humberto puso en su anillo el perenne "Todo pasa":  tenìa razòn. Incluso, los tiempos que corren. ¡Salut!


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