Noguera cuenta que hace cinco años que vive allí y ve muy bien la instalación de la planta “porque la gente necesita trabajar, por eso ya pasaron miles de personas acá”. Además reconoce que él también necesita trabajar porque “soy pensionado, gano 6 mil pesos por mes y esta es una oportunidad grandísima también para mí, porque me pongo un kiosco y puedo solventar un montón de gastos”.
“Hace siete años que compré acá”, relata. “Me dijeron en siete meses tenés todos los servicios y nunca vinieron a hacer nada. La calle de ingreso la pagó la señora de atrás. No tenemos luz, no tenemos agua, no hay nada acá. Y la planta ya me dio agua y luz”. El reclamo no es nuevo ya que Noguera recuerda que años atrás “toda la gente del barrio ha levantado firmas para que vengan los servicios pero nunca nos respondieron nada”.
El vecino reconoce la crisis laboral que hay en la zona y la posibilidad que implica la planta pesquera.
Cuenta que “la gente empezó a llegar a las 2 de la madrugada del jueves, ya estaban acampando afuera porque necesitan a trabajar. No hay trabajo en ningún lado y ellos quieren darle trabajo a 120 personas que son 600 que comen”. Resta ahora aguardar cuál podrá ser la repercusión de sus dichos entre los inversores y el resto de los vecinos.
Noguera cuenta que hace cinco años que vive allí y ve muy bien la instalación de la planta “porque la gente necesita trabajar, por eso ya pasaron miles de personas acá”. Además reconoce que él también necesita trabajar porque “soy pensionado, gano 6 mil pesos por mes y esta es una oportunidad grandísima también para mí, porque me pongo un kiosco y puedo solventar un montón de gastos”.
“Hace siete años que compré acá”, relata. “Me dijeron en siete meses tenés todos los servicios y nunca vinieron a hacer nada. La calle de ingreso la pagó la señora de atrás. No tenemos luz, no tenemos agua, no hay nada acá. Y la planta ya me dio agua y luz”. El reclamo no es nuevo ya que Noguera recuerda que años atrás “toda la gente del barrio ha levantado firmas para que vengan los servicios pero nunca nos respondieron nada”.
El vecino reconoce la crisis laboral que hay en la zona y la posibilidad que implica la planta pesquera.
Cuenta que “la gente empezó a llegar a las 2 de la madrugada del jueves, ya estaban acampando afuera porque necesitan a trabajar. No hay trabajo en ningún lado y ellos quieren darle trabajo a 120 personas que son 600 que comen”. Resta ahora aguardar cuál podrá ser la repercusión de sus dichos entre los inversores y el resto de los vecinos.