El Hoyo, corazón de la Comarca Andina
La fruta fina, que le da sabor a toda la comarca, la catarata Corbata Blanca, el laberinto “más grande de Sudamérica”, Puerto Patriada y cientos de lugares para disfrutar de la pesca, las cabalgatas, el trekking y la vida al aire libre, constituyen un atractivo único.
El valle de El Hoyo muestra sus mejores galas por estos días con el trabajo a pleno en sus chacras de fruta fina y el encanto de sus atractivos naturales: la catarata Corbata Blanca con sus terrazas; la bahía del lago Epuyén en Puerto Patriada; los arrayanes y el turquesa del agua en El Desemboque y el mirador de aves en la laguna de los Buenos Pastos.
Se agrega el laberinto “más grande de Sudamérica”; el parque temático “Arcosauria” (con todos los animales de la Era del Hielo) y “la mejor onda de su gente” para que el turista disfrute de múltiples actividades como la pesca, cabalgatas, kayaks, trekking, velero, spa y deporte aventura.
Por ser la Capital Nacional de la Fruta Fina, también está abierta la posibilidad de experimentar un día de campo, atraviéndose a cosechar frambuesas, frutillas y moras; probar de hacer “un dulce de olla” o un licor de corintos.
Al orgullo de tener los viñedos y la bodega “más austral del mundo” (28 hectáreas cultivadas con varietales chardonnay, merlot, pinot noir y riesling), se suma la ruta de la cerveza artesanal con varias marcas propias .Todas incluyen al lúpulo local que le aporta aroma, amargor y sabor y donde “la calidad del agua es el principal componente”. Rubias, rojas, negras, frutadas, IPA, de trigo, con miel, picantes o saborizadas. “Por suerte hay mucha variedad en nuestra zona, cada una con su estilo y con diferencias según el grado de aprendizaje de cada maestro cervecero. Para saber cuál te gusta más hay que probarlas todas”, bromean.
El Hoyo es “el corazón de la Comarca Andina” y es el punto ideal para alojarse y desde aquí moverse hasta el Parque Nacional Lago Puelo (15 km); la Feria Regional de Artesanos en El Bolsón (13 km); conocer La Trochita en El Maitén (51 km); Puerto Bonito en Epuyén (28 km) o disfrutar de “la mejor carne del mundo” en Cholila (60 km), con recorridos cortos en medio de paisajes andinos alucinantes.
El lugar ofrece una importante cantidad de cabañas y hosterías para hospedarse, mientras que la propuesta gastronómica también es amplia. Las “nochecitas de buen sabor” ya son un clásico en la cervecería “Abadía”, con buenas picadas regionales, las bandas de música y un buen helado artesanal o una copa de frutos rojos recién cosechados en el mismo Valle para cerrar la jornada.
La parrilla “Balti” y las pizzerías “Larsson”, “Rústica” y “La Porteñita” también son parte de la oferta lugareña para “comer bien y pasarlo mejor”.
Tierra de gigantes
El parque temático Arcosauria está ubicado sobre la ruta nacional 40, a la entrada de la localidad de El Hoyo, donde siempre la foto más buscada por los chicos es con Scrat” (la ardillita de la Era del Hielo).
“No dejen de venir, si tienen hijos pequeños les va a encantar. Hay un sector de dinos grande, y otro de carnívoros y de aves también. Se divertirán mucho recorriendo el predio y encontrando bichos entre las plantas”, es la recomendación de Mauricio Ramírez, un santacruceño que aprovechó el fin de semana para la excursión en familia.
El predio muestra a los dinosaurios de la Patagonia y otros animales de la prehistoria, representados en esculturas a escala real y ubicadas en un escenario natural cordillerano, rodeado por los cerros Pirque, Currumahuida y Piltriquitrón.
El recorrido “nos invita a divertirnos jugando, tocando y fotografiando a los animales. Al ingresar al parque, se brinda una detallada información del lugar y el sendero pronto conduce por un paseo inolvidable, guardando sus emociones a través de una experiencia que llamará la atención a quien se lo cuente”, anticipa su propietaria, Verónica García.
En realidad, el primer atractivo para grandes y chicos es acercarse hasta los personajes que se popularizaron con la película “La Era del Hielo” (y que habitaron la Patagonia hasta hace 10.000 años), incluyendo al mamut, tigre dientes de sable, milodón (enorme oso de 4 metros de altura) y perezoso.
Por allí cerca, entre las ramas de los sauces, aparecen enormes pterodáctilos por encima de “amenazantes” dinosaurios carnívoros y velociraptors capaces de asustar al más valiente en esta “tierra de gigantes”.
Al finalizar, un grato descanso a la sombra de un frondoso sauce llorón o en la pérgola. Se agrega el salón de historia natural, con una colección de aves autóctonas y exóticas, incluyendo el único ñandú petizo albino. Face: Arcosauria Parque Tematico. Abre todos los días de 10 a 20.
“La salida siempre está”
El laberinto Patagonia es el más grande de Sudamérica y el desafío es sortear los intrincados y atrapantes caminitos compuestos por 2.100 cipreses de la variedad arizonica y macro carpa, que forman un cerco vivo de 1.80 m de alto, 80 cm de espesor y 1.2 m de ancho.
En este complejo de 8 mil metros cuadrados vale “jugar, perderse, encontrarse o reírse no tiene un límite de edad. Adentro del laberinto somos todos iguales, sin preconceptos”, señala Doris Romera, su propietaria. “Yo digo que es como un reencuentro con el alma, la gente que sale de allí te dice ‘volví a ser niño’, y en realidad la conclusión es que se rencontró con su alma”, asegura.
En tanto, su esposo Claudio Levy anticipa que “como en la vida, la salida está y no hay que tener miedo a perderse”.
El lugar ya se ha convertido en uno de los principales atractivos de la región y queda en el paraje El Desemboque. Para llegar, desde la ruta hay que tomar el camino a la derecha del puente Salamín y transitar 3.5 km por la costa del río Epuyén. Está abierto todos los días, desde las 12 y hasta que oscurece. También es apto para personas con discapacidad o en sillas de ruedas.
Puerto Patriada
Queda a 14 km de El Hoyo. Dejando de lado la ruta nacional 40 y pasando el puente Salamín, comienza un camino de ripio que atraviesa las chacras de Rincón de Lobos y llega a la margen noroeste del lago Epuyén, donde asoma en todo su esplendor la bahía de Puerto Patriada, uno de los lugares más bellos de la Patagonia.
Este balneario ofrece amplias playas con arenas blancas y doradas y otras con pequeños guijarros que contrastan con la claridad y transparencia absoluta de las aguas siempre calmas. Ideal para gozar de un día relajado al sol, bañarse o reunirse a la sombra de los árboles para hacer un picnic, tomar mate, leer o preparar un asado.
Como está prohibida la navegación a motor, imposible resistir la tentación de dar una vuelta en un velero, remar en un kayak hasta las cascadas, atreverse al stand up paddle o pescar.
“Puerto Patriada siempre es una fiesta”, aseguran los lugareños que ofrecen sus servicios de camping, cabañas, proveeduría, cervecerías artesanales, cabalgatas y comidas típicas cordilleranas que elaboran al momento, mientras charlan animadamente con sus visitantes.
El valle de El Hoyo muestra sus mejores galas por estos días con el trabajo a pleno en sus chacras de fruta fina y el encanto de sus atractivos naturales: la catarata Corbata Blanca con sus terrazas; la bahía del lago Epuyén en Puerto Patriada; los arrayanes y el turquesa del agua en El Desemboque y el mirador de aves en la laguna de los Buenos Pastos.
Se agrega el laberinto “más grande de Sudamérica”; el parque temático “Arcosauria” (con todos los animales de la Era del Hielo) y “la mejor onda de su gente” para que el turista disfrute de múltiples actividades como la pesca, cabalgatas, kayaks, trekking, velero, spa y deporte aventura.
Por ser la Capital Nacional de la Fruta Fina, también está abierta la posibilidad de experimentar un día de campo, atraviéndose a cosechar frambuesas, frutillas y moras; probar de hacer “un dulce de olla” o un licor de corintos.
Al orgullo de tener los viñedos y la bodega “más austral del mundo” (28 hectáreas cultivadas con varietales chardonnay, merlot, pinot noir y riesling), se suma la ruta de la cerveza artesanal con varias marcas propias .Todas incluyen al lúpulo local que le aporta aroma, amargor y sabor y donde “la calidad del agua es el principal componente”. Rubias, rojas, negras, frutadas, IPA, de trigo, con miel, picantes o saborizadas. “Por suerte hay mucha variedad en nuestra zona, cada una con su estilo y con diferencias según el grado de aprendizaje de cada maestro cervecero. Para saber cuál te gusta más hay que probarlas todas”, bromean.
El Hoyo es “el corazón de la Comarca Andina” y es el punto ideal para alojarse y desde aquí moverse hasta el Parque Nacional Lago Puelo (15 km); la Feria Regional de Artesanos en El Bolsón (13 km); conocer La Trochita en El Maitén (51 km); Puerto Bonito en Epuyén (28 km) o disfrutar de “la mejor carne del mundo” en Cholila (60 km), con recorridos cortos en medio de paisajes andinos alucinantes.
El lugar ofrece una importante cantidad de cabañas y hosterías para hospedarse, mientras que la propuesta gastronómica también es amplia. Las “nochecitas de buen sabor” ya son un clásico en la cervecería “Abadía”, con buenas picadas regionales, las bandas de música y un buen helado artesanal o una copa de frutos rojos recién cosechados en el mismo Valle para cerrar la jornada.
La parrilla “Balti” y las pizzerías “Larsson”, “Rústica” y “La Porteñita” también son parte de la oferta lugareña para “comer bien y pasarlo mejor”.
Tierra de gigantes
El parque temático Arcosauria está ubicado sobre la ruta nacional 40, a la entrada de la localidad de El Hoyo, donde siempre la foto más buscada por los chicos es con Scrat” (la ardillita de la Era del Hielo).
“No dejen de venir, si tienen hijos pequeños les va a encantar. Hay un sector de dinos grande, y otro de carnívoros y de aves también. Se divertirán mucho recorriendo el predio y encontrando bichos entre las plantas”, es la recomendación de Mauricio Ramírez, un santacruceño que aprovechó el fin de semana para la excursión en familia.
El predio muestra a los dinosaurios de la Patagonia y otros animales de la prehistoria, representados en esculturas a escala real y ubicadas en un escenario natural cordillerano, rodeado por los cerros Pirque, Currumahuida y Piltriquitrón.
El recorrido “nos invita a divertirnos jugando, tocando y fotografiando a los animales. Al ingresar al parque, se brinda una detallada información del lugar y el sendero pronto conduce por un paseo inolvidable, guardando sus emociones a través de una experiencia que llamará la atención a quien se lo cuente”, anticipa su propietaria, Verónica García.
En realidad, el primer atractivo para grandes y chicos es acercarse hasta los personajes que se popularizaron con la película “La Era del Hielo” (y que habitaron la Patagonia hasta hace 10.000 años), incluyendo al mamut, tigre dientes de sable, milodón (enorme oso de 4 metros de altura) y perezoso.
Por allí cerca, entre las ramas de los sauces, aparecen enormes pterodáctilos por encima de “amenazantes” dinosaurios carnívoros y velociraptors capaces de asustar al más valiente en esta “tierra de gigantes”.
Al finalizar, un grato descanso a la sombra de un frondoso sauce llorón o en la pérgola. Se agrega el salón de historia natural, con una colección de aves autóctonas y exóticas, incluyendo el único ñandú petizo albino. Face: Arcosauria Parque Tematico. Abre todos los días de 10 a 20.
“La salida siempre está”
El laberinto Patagonia es el más grande de Sudamérica y el desafío es sortear los intrincados y atrapantes caminitos compuestos por 2.100 cipreses de la variedad arizonica y macro carpa, que forman un cerco vivo de 1.80 m de alto, 80 cm de espesor y 1.2 m de ancho.
En este complejo de 8 mil metros cuadrados vale “jugar, perderse, encontrarse o reírse no tiene un límite de edad. Adentro del laberinto somos todos iguales, sin preconceptos”, señala Doris Romera, su propietaria. “Yo digo que es como un reencuentro con el alma, la gente que sale de allí te dice ‘volví a ser niño’, y en realidad la conclusión es que se rencontró con su alma”, asegura.
En tanto, su esposo Claudio Levy anticipa que “como en la vida, la salida está y no hay que tener miedo a perderse”.
El lugar ya se ha convertido en uno de los principales atractivos de la región y queda en el paraje El Desemboque. Para llegar, desde la ruta hay que tomar el camino a la derecha del puente Salamín y transitar 3.5 km por la costa del río Epuyén. Está abierto todos los días, desde las 12 y hasta que oscurece. También es apto para personas con discapacidad o en sillas de ruedas.
Puerto Patriada
Queda a 14 km de El Hoyo. Dejando de lado la ruta nacional 40 y pasando el puente Salamín, comienza un camino de ripio que atraviesa las chacras de Rincón de Lobos y llega a la margen noroeste del lago Epuyén, donde asoma en todo su esplendor la bahía de Puerto Patriada, uno de los lugares más bellos de la Patagonia.
Este balneario ofrece amplias playas con arenas blancas y doradas y otras con pequeños guijarros que contrastan con la claridad y transparencia absoluta de las aguas siempre calmas. Ideal para gozar de un día relajado al sol, bañarse o reunirse a la sombra de los árboles para hacer un picnic, tomar mate, leer o preparar un asado.
Como está prohibida la navegación a motor, imposible resistir la tentación de dar una vuelta en un velero, remar en un kayak hasta las cascadas, atreverse al stand up paddle o pescar.
“Puerto Patriada siempre es una fiesta”, aseguran los lugareños que ofrecen sus servicios de camping, cabañas, proveeduría, cervecerías artesanales, cabalgatas y comidas típicas cordilleranas que elaboran al momento, mientras charlan animadamente con sus visitantes.