El Kremlin presentó el arma misilística que inquieta a EEUU

El ejército ruso optó por "la transparencia" este miércoles en una apertura inédita al presentar el sistema de misiles que Estados Unidos acusa de no respetar el tratado nuclear INF y que lo llevó a amenazar con retirarse del mismo.

23 ENE 2019 - 11:12 | Actualizado

 


   Ante los periodistas reunidos en el parque Patriota, a unos 50 km de Moscú, altos responsables del ejército ruso describieron en detalle el sistema de misiles 9M729, insistiendo en que tiene un alcance máximo de "480 km" y por lo tanto respeta el tratado INF.

   "La distancia del misil fue confirmada durante ejercicios estratégicos" en 2017, sostuvo el general Mijail Matveïevski, al agregar que esta representación era la prueba de "transparencia voluntaria" de Rusia.

   Delante de las cámaras, el misil en cuestión fue develado en un hangar del parque Patriota, un predio de atracciones consagrado a la historia y a los equipos del ejército ruso.

   El tratado INF (Intermediate-Range Nuclear Forces Treaty), firmado entre la Unión Soviética y Washington en 1987, en tiempos de la Guerra Fría, abolió el uso de misiles con un alcance de entre 500 y 5.500 km. Este tratado puso fin a la crisis de los euromisiles desencadenada en la década de 1980 por el despliegue de ojivas nucleares SS-20 soviéticas dirigidas a capitales occidentales.

   En octubre, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció su intención de retirarse del acuerdo al considerar que Moscú no lo ha respetado. El motivo de este conflicto fue el 9M729, capaz de transportar un arma nuclear y que, según aseguran Estados Unidos y la OTAN, tiene un alcance superior a 500 km.

   Rusia niega estas acusaciones "infundadas" y ha acusado a Washington de violar el tratado, aunque es la primera vez que Moscú da más informaciones públicas sobre los misiles cuestionados por Washington.


   - "Medidas concretas"

   Presente durante este evento ante la prensa, el viceministro de Relaciones Exteriores Serguéi Riabkov afirmó que el tratado INF debería ser "preservado" y que correspondía a Estados Unidos "tomar esta decisión".

   El mes pasado, Washington impuso un ultimátum de 60 días a Moscú para cumplir con el tratado INF, en cuyo caso no iniciaría el procedimiento de retiro en febrero.

   Por su parte, Rusia afirmó que propuso a los estadounidenses una "serie de medidas concretas" sobre los misiles 9M729 que permitirían, según Moscú, "descartar toda sospecha sobre el incumplimiento a este tratado".

   Sin embargo, Vladimir Putin también recurrió a las amenazas, al advertir contra un regreso de la carrera armamentista y prometió que Rusia desarrollaría nuevos misiles en caso de que se destruya el tratado INF.

   También propuso a nuevos países que integren el tratado, una alusión a China que desarrolla misiles nucleares prohibidos por el tratado, aunque esta propuesta tiene pocas oportunidades de prosperar.

   El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, dijo la semana pasada que Rusia está dispuesta a trabajar para "salvar" este tratado sobre armas nucleares de alcance intermedio concluido durante la Guerra Fría.

   El ministro alemán de Relaciones Exteriores, Heiko Maas, se hizo eco de la posición europea que desea la preservación del tratado que afecta "a los intereses de seguridad fundamentales" de Berlín y de Europa, dijo la semana pasada.
 

 

23 ENE 2019 - 11:12

 


   Ante los periodistas reunidos en el parque Patriota, a unos 50 km de Moscú, altos responsables del ejército ruso describieron en detalle el sistema de misiles 9M729, insistiendo en que tiene un alcance máximo de "480 km" y por lo tanto respeta el tratado INF.

   "La distancia del misil fue confirmada durante ejercicios estratégicos" en 2017, sostuvo el general Mijail Matveïevski, al agregar que esta representación era la prueba de "transparencia voluntaria" de Rusia.

   Delante de las cámaras, el misil en cuestión fue develado en un hangar del parque Patriota, un predio de atracciones consagrado a la historia y a los equipos del ejército ruso.

   El tratado INF (Intermediate-Range Nuclear Forces Treaty), firmado entre la Unión Soviética y Washington en 1987, en tiempos de la Guerra Fría, abolió el uso de misiles con un alcance de entre 500 y 5.500 km. Este tratado puso fin a la crisis de los euromisiles desencadenada en la década de 1980 por el despliegue de ojivas nucleares SS-20 soviéticas dirigidas a capitales occidentales.

   En octubre, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció su intención de retirarse del acuerdo al considerar que Moscú no lo ha respetado. El motivo de este conflicto fue el 9M729, capaz de transportar un arma nuclear y que, según aseguran Estados Unidos y la OTAN, tiene un alcance superior a 500 km.

   Rusia niega estas acusaciones "infundadas" y ha acusado a Washington de violar el tratado, aunque es la primera vez que Moscú da más informaciones públicas sobre los misiles cuestionados por Washington.


   - "Medidas concretas"

   Presente durante este evento ante la prensa, el viceministro de Relaciones Exteriores Serguéi Riabkov afirmó que el tratado INF debería ser "preservado" y que correspondía a Estados Unidos "tomar esta decisión".

   El mes pasado, Washington impuso un ultimátum de 60 días a Moscú para cumplir con el tratado INF, en cuyo caso no iniciaría el procedimiento de retiro en febrero.

   Por su parte, Rusia afirmó que propuso a los estadounidenses una "serie de medidas concretas" sobre los misiles 9M729 que permitirían, según Moscú, "descartar toda sospecha sobre el incumplimiento a este tratado".

   Sin embargo, Vladimir Putin también recurrió a las amenazas, al advertir contra un regreso de la carrera armamentista y prometió que Rusia desarrollaría nuevos misiles en caso de que se destruya el tratado INF.

   También propuso a nuevos países que integren el tratado, una alusión a China que desarrolla misiles nucleares prohibidos por el tratado, aunque esta propuesta tiene pocas oportunidades de prosperar.

   El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, dijo la semana pasada que Rusia está dispuesta a trabajar para "salvar" este tratado sobre armas nucleares de alcance intermedio concluido durante la Guerra Fría.

   El ministro alemán de Relaciones Exteriores, Heiko Maas, se hizo eco de la posición europea que desea la preservación del tratado que afecta "a los intereses de seguridad fundamentales" de Berlín y de Europa, dijo la semana pasada.
 

 


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