Editorial / Cerraron las listas, ahora viene lo mejor

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16 FEB 2019 - 21:03 | Actualizado

Ya muy atrás quedaron los fuertes intentos de casi toda la oposición legislativa para frenar el desdoblamiento de elecciones en Chubut. Los opositores no pudieron juntar los votos, el Gobierno se fortaleció y ahora todos se pelean por ocupar un mejor espacio en el tablero político que se avecina.

En Fontana 50 están muy tranquilos con el cierre de listas de anoche. Aunque finalmente no prosperó la idea –utópica- de ir juntos con el Partido Justicialista, lo que hubiera garantizado que Cambiemos no haga pie con sus políticas en tierra chubutense, lograron armar un frente electoral heterogéneo, con marcados poderes territoriales y con varios intendentes que tienen gestión para mostrar en sus lugares.

Arde Cambiemos

Cambiemos cerró en tensa calma pero la presentación de listas no termina, ni mucho menos, con la dura interna que varios sectores del radicalismo mantienen por la posición de algunos dirigentes de la UCR que se muestran demasiado dóciles al poder macrista.

Gustavo Menna, uno de los mayores cuestionados, finalmente tendrá su chance de hacer volver a un radical a Fontana 50. Claro que no fue mucho lo que decidió. Tras la intempestiva visita de Marcos Peña a Chubut a mitad semana, sin aviso y sin agenda oficial, dejó en claro que “Marquitos” bajó hasta Rada Tilly a comunicarle a Menna cuáles eran las reglas de juego y le pidió que haga callar a los grupos radicales -sobre todo de Puerto Madryn-, que cada vez levantan más la voz contra la continuidad de la alianza Cambiemos en la provincia.

Igual, Menna decidió algo no menor: su compañera de fórmula. Eligió a la abogada Fernanda Abdala, una dirigente sin mucho rodaje pero muy cerca de los temas políticos: fue asesora legal de la Municipalidad de Esquel en el actual mandato de Sergio Ongarato. Y ahora trabaja cerca de su compañero de fórmula, ya que es su asesora en la Cámara de Diputados.

No son pocos los dirigentes radicales que se quejaron por lo bajo por la elección. Algunos preferían a Edith Terenzi, un militante radical del Valle, extaquígrafa de la Legislatura y con mucho más rodaje que Abdala. Otra vez será.

Al menos, la Casa Rosada no insistió para poner al lado de Menna a alguien del PRO, se consolaron los correligionarios.

De mal en peor

Y por último, lo que venía mal terminó como corresponde: peor. El Partido Justicialista irá a las PASO del 7 de abril con dos listas para gobernador. Primero dijeron que con una única lista de diputados provinciales pero –para variar- terminaron yendo divididos.

Esa extraña arquitectura electoral que terminó armando la conducción del PJ y sus principales referentes era la tercera opción entre tres peores maneras de encaminar un problema como el que tiene el peronismo de Chubut. Por supuesto, eligieron superarse.

Por alguna extraña razón que incluyó un insólito “operativo clamor” para que Linares se presente, el intendente de Comodoro terminará compitiendo con César Gustavo Mac Karthy, el único que se animaba a poner la cara solo en esta difícil empresa política. ¿A quién se le puede ocurrir ir divididos en una etapa tan mala del peronismo? Y en la división de votos, las PASO podrían terminar significando un golpe mucho más duro del esperado para el PJ.

No ocurrió como muchas otras veces, cuando hasta último momento los dirigentes peronistas peleaban lugares en el cierre de listas pero terminaban cediendo para que no estalle todo por el aire. Era otra época y otros dirigentes, sobre todo.

Hoy, el peronismo se apresta a vivir una de las etapas más complicadas de su historia en Chubut. Nunca hay que subestimar al peronismo, ni siquiera a este de Chubut, pero las chances de que renazca de las cenizas parecen hoy un escenario casi imposible.

Campaña y gestión

El gobernador Arcioni aprendió más rápido de lo que muchos creían y ahora se convirtió en un problema. Claro que ser el de mayor chances de imponerse en las próximas elecciones no es un papel para cualquiera. Hay que gobernar, pensar en término políticos y ejecutar con cuidado. Operar la botonera del poder tiene sus beneficios y sus riesgos. Pero también permite jugar todo el tiempo en un primer plano que en tiempos electorales es clave.

El anuncio de que la Provincia se va a hacer cargo de la enorme deuda que las cooperativas de servicios públicos mantienen con la mayorista eléctrica Cammesa, fue una movida fuerte. Arcioni aclaró a quien quiera escucharlo que se trata de un asistencia a las cooperativas y no un beneficio a cambio de nada.

El gobernador quiere ponerle un cierre a la crisis de los servicios públicos y para ello quiere involucrar fuertemente a los municipios, que al fin y al cabo son los concesionarios del servicio. Para que eso suceda, los intendentes y los concejales deberán ponerse de acuerdo para lograr votar en los concejos deliberantes tarifas a valores razonables por el servicio que prestan.

Como complemento, El Gobierno apuró la conformación del ENRE, un ente provincial regulador de servicios públicos, que será el que deba liderar ese profundo trabajo técnico para conseguir la mentada “Tarifa de Referencia”, para que las cooperativas puedan empezar a sanear sus cuentas y todas cobren el mismo nivel de tarifas.

Desde ahora, todo lo que se jugará hasta las PASO tendrá un fuerte contenido político. El Gobierno tiene la obligación de llevar con tranquilidad las riendas de la Provincia. Y la oposición, de conseguir una oferta potable, superadora y ganadora. Hasta ahora, tres cosas que siempre les faltaron a las fórmulas radicales que intentaron regresar a la Casa de Gobierno desde 2003 a la fecha.

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16 FEB 2019 - 21:03

Ya muy atrás quedaron los fuertes intentos de casi toda la oposición legislativa para frenar el desdoblamiento de elecciones en Chubut. Los opositores no pudieron juntar los votos, el Gobierno se fortaleció y ahora todos se pelean por ocupar un mejor espacio en el tablero político que se avecina.

En Fontana 50 están muy tranquilos con el cierre de listas de anoche. Aunque finalmente no prosperó la idea –utópica- de ir juntos con el Partido Justicialista, lo que hubiera garantizado que Cambiemos no haga pie con sus políticas en tierra chubutense, lograron armar un frente electoral heterogéneo, con marcados poderes territoriales y con varios intendentes que tienen gestión para mostrar en sus lugares.

Arde Cambiemos

Cambiemos cerró en tensa calma pero la presentación de listas no termina, ni mucho menos, con la dura interna que varios sectores del radicalismo mantienen por la posición de algunos dirigentes de la UCR que se muestran demasiado dóciles al poder macrista.

Gustavo Menna, uno de los mayores cuestionados, finalmente tendrá su chance de hacer volver a un radical a Fontana 50. Claro que no fue mucho lo que decidió. Tras la intempestiva visita de Marcos Peña a Chubut a mitad semana, sin aviso y sin agenda oficial, dejó en claro que “Marquitos” bajó hasta Rada Tilly a comunicarle a Menna cuáles eran las reglas de juego y le pidió que haga callar a los grupos radicales -sobre todo de Puerto Madryn-, que cada vez levantan más la voz contra la continuidad de la alianza Cambiemos en la provincia.

Igual, Menna decidió algo no menor: su compañera de fórmula. Eligió a la abogada Fernanda Abdala, una dirigente sin mucho rodaje pero muy cerca de los temas políticos: fue asesora legal de la Municipalidad de Esquel en el actual mandato de Sergio Ongarato. Y ahora trabaja cerca de su compañero de fórmula, ya que es su asesora en la Cámara de Diputados.

No son pocos los dirigentes radicales que se quejaron por lo bajo por la elección. Algunos preferían a Edith Terenzi, un militante radical del Valle, extaquígrafa de la Legislatura y con mucho más rodaje que Abdala. Otra vez será.

Al menos, la Casa Rosada no insistió para poner al lado de Menna a alguien del PRO, se consolaron los correligionarios.

De mal en peor

Y por último, lo que venía mal terminó como corresponde: peor. El Partido Justicialista irá a las PASO del 7 de abril con dos listas para gobernador. Primero dijeron que con una única lista de diputados provinciales pero –para variar- terminaron yendo divididos.

Esa extraña arquitectura electoral que terminó armando la conducción del PJ y sus principales referentes era la tercera opción entre tres peores maneras de encaminar un problema como el que tiene el peronismo de Chubut. Por supuesto, eligieron superarse.

Por alguna extraña razón que incluyó un insólito “operativo clamor” para que Linares se presente, el intendente de Comodoro terminará compitiendo con César Gustavo Mac Karthy, el único que se animaba a poner la cara solo en esta difícil empresa política. ¿A quién se le puede ocurrir ir divididos en una etapa tan mala del peronismo? Y en la división de votos, las PASO podrían terminar significando un golpe mucho más duro del esperado para el PJ.

No ocurrió como muchas otras veces, cuando hasta último momento los dirigentes peronistas peleaban lugares en el cierre de listas pero terminaban cediendo para que no estalle todo por el aire. Era otra época y otros dirigentes, sobre todo.

Hoy, el peronismo se apresta a vivir una de las etapas más complicadas de su historia en Chubut. Nunca hay que subestimar al peronismo, ni siquiera a este de Chubut, pero las chances de que renazca de las cenizas parecen hoy un escenario casi imposible.

Campaña y gestión

El gobernador Arcioni aprendió más rápido de lo que muchos creían y ahora se convirtió en un problema. Claro que ser el de mayor chances de imponerse en las próximas elecciones no es un papel para cualquiera. Hay que gobernar, pensar en término políticos y ejecutar con cuidado. Operar la botonera del poder tiene sus beneficios y sus riesgos. Pero también permite jugar todo el tiempo en un primer plano que en tiempos electorales es clave.

El anuncio de que la Provincia se va a hacer cargo de la enorme deuda que las cooperativas de servicios públicos mantienen con la mayorista eléctrica Cammesa, fue una movida fuerte. Arcioni aclaró a quien quiera escucharlo que se trata de un asistencia a las cooperativas y no un beneficio a cambio de nada.

El gobernador quiere ponerle un cierre a la crisis de los servicios públicos y para ello quiere involucrar fuertemente a los municipios, que al fin y al cabo son los concesionarios del servicio. Para que eso suceda, los intendentes y los concejales deberán ponerse de acuerdo para lograr votar en los concejos deliberantes tarifas a valores razonables por el servicio que prestan.

Como complemento, El Gobierno apuró la conformación del ENRE, un ente provincial regulador de servicios públicos, que será el que deba liderar ese profundo trabajo técnico para conseguir la mentada “Tarifa de Referencia”, para que las cooperativas puedan empezar a sanear sus cuentas y todas cobren el mismo nivel de tarifas.

Desde ahora, todo lo que se jugará hasta las PASO tendrá un fuerte contenido político. El Gobierno tiene la obligación de llevar con tranquilidad las riendas de la Provincia. Y la oposición, de conseguir una oferta potable, superadora y ganadora. Hasta ahora, tres cosas que siempre les faltaron a las fórmulas radicales que intentaron regresar a la Casa de Gobierno desde 2003 a la fecha.


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