Destacado emprendimiento de mujeres de El Hoyo

Abrió el local “Hebras nativas”, ubicado sobre ruta 40, en el ingreso a la localidad.

Debie Olivet y Gloria Navarro esperan a los turistas en Hebras Nativas.
19 FEB 2019 - 21:01 | Actualizado

Será un espacio de exposición y venta, además vamos a seguir con los talleres. Hace tiempo veníamos gestionando este lugar, así que estamos muy contentas con esta inauguración”, reflejó Gloria Navarro, la coordinadora del grupo “Hebras nativas”, en la apertura del local ubicado sobre la ruta nacional 40, en el ingreso a la localidad de El Hoyo (exoficina de Turismo).
Este grupo de artesanas también cuenta con otro taller en la casita histórica de la plaza Antiguos Pobladores, donde se reúnen, producen, se capacitan e intercambian experiencias. No obstante, la propuesta “es trasladar los telares, ruecas y otros elementos al nuevo local”.

Homenaje a los ancestros

“El arte de las fibras naturales trasciende fronteras y se modifica en el tiempo, transmitiendo cultura. Hoy, en homenaje a nuestros abuelos y antepasados, es que revivimos esta maestría en este lugar”, aseveró Navarro en la inauguración, junto a las autoridades municipales.
A su lado, Debie Olivet valoró que el emprendimiento surgió “por el deseo y la necesidad de recuperar costumbres ancestrales, guiadas por nuestra maestra de hilado y tejido. La idea es que se sigan incorporando mujeres y hombres”.

El grupo “Hebras nativas”

“Actualmente somos 12 mujeres, regidas por un reglamento de funcionamiento, el aporte de una cuota societaria y algunos requisitos mínimos para garantizar su continuidad”.
La muestra incluye piezas artesanales únicas con altísimo valor agregado, como fibras naturales hiladas de llamas, guanacos y ovejas; tejidos a telar, dos agujas, crochet con fibras naturales y teñidas artesanalmente (ponchos, guantes, gorros, mantas, bufandas, escarpines, chalecos, caminitos, fajas, etcétera). “Toda la indumentaria es de diseño y estilo, con marcada identidad y transmisión de culturas ancestrales”, ponderan.
“Nuestra producción está orientada hacia el turismo, aunque durante todo el año tuvimos gente de la región que nos vino a comprar. La gente reconoce el hilado y el tejido artesanal y siempre tenemos encargos especiales. Por ejemplo, las medias de lana son muy útiles para trabajar en el campo o para los albañiles en el invierno”, agregó la instructora. “Una tejedora nunca termina de aprender, además de que tejer es bueno para la salud, aumenta la creatividad y fomenta la comunicación entre las participantes”, asegura. La lana cruda la obtienen de productores de la zona rural de Cushamen, aunque “también tenemos lana muy linda acá en El Hoyo, además de llamas. A través de la red MAPA conseguimos fibra de guanaco y conejo”, graficó Navarro.
“Hacemos todo el proceso, desde lavar el vellón, acondicionarlo, escarmenarlo a mano, hilarlo, teñirlo”, remarcó.
En referencia a los teñidos naturales, indicó que “tratamos de usar las plantas nativas de esta zona. Hay que recolectarlas en determina época del año, lleva bastante trabajo pero los resultados son muy interesantes, que se reflejan luego en los colores únicos de cada prenda. Por suerte, la gente reconoce toda esta labor artesanal”.
Sobre las técnicas que enseña a sus alumnas, Gloria Navarro detalla que “empiezan con el huso, donde  se retuerce una porción de fibra entre los dedos hasta darle forma de hebra, y recién después pasan a la rueca. Es todo cuestión de práctica y paciencia, nada imposible. Además está el telar, en los que hacemos, por encargo, un buen poncho cordillerano, de esos que usaban los abuelos”.#

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19 FEB 2019 - 21:01

Será un espacio de exposición y venta, además vamos a seguir con los talleres. Hace tiempo veníamos gestionando este lugar, así que estamos muy contentas con esta inauguración”, reflejó Gloria Navarro, la coordinadora del grupo “Hebras nativas”, en la apertura del local ubicado sobre la ruta nacional 40, en el ingreso a la localidad de El Hoyo (exoficina de Turismo).
Este grupo de artesanas también cuenta con otro taller en la casita histórica de la plaza Antiguos Pobladores, donde se reúnen, producen, se capacitan e intercambian experiencias. No obstante, la propuesta “es trasladar los telares, ruecas y otros elementos al nuevo local”.

Homenaje a los ancestros

“El arte de las fibras naturales trasciende fronteras y se modifica en el tiempo, transmitiendo cultura. Hoy, en homenaje a nuestros abuelos y antepasados, es que revivimos esta maestría en este lugar”, aseveró Navarro en la inauguración, junto a las autoridades municipales.
A su lado, Debie Olivet valoró que el emprendimiento surgió “por el deseo y la necesidad de recuperar costumbres ancestrales, guiadas por nuestra maestra de hilado y tejido. La idea es que se sigan incorporando mujeres y hombres”.

El grupo “Hebras nativas”

“Actualmente somos 12 mujeres, regidas por un reglamento de funcionamiento, el aporte de una cuota societaria y algunos requisitos mínimos para garantizar su continuidad”.
La muestra incluye piezas artesanales únicas con altísimo valor agregado, como fibras naturales hiladas de llamas, guanacos y ovejas; tejidos a telar, dos agujas, crochet con fibras naturales y teñidas artesanalmente (ponchos, guantes, gorros, mantas, bufandas, escarpines, chalecos, caminitos, fajas, etcétera). “Toda la indumentaria es de diseño y estilo, con marcada identidad y transmisión de culturas ancestrales”, ponderan.
“Nuestra producción está orientada hacia el turismo, aunque durante todo el año tuvimos gente de la región que nos vino a comprar. La gente reconoce el hilado y el tejido artesanal y siempre tenemos encargos especiales. Por ejemplo, las medias de lana son muy útiles para trabajar en el campo o para los albañiles en el invierno”, agregó la instructora. “Una tejedora nunca termina de aprender, además de que tejer es bueno para la salud, aumenta la creatividad y fomenta la comunicación entre las participantes”, asegura. La lana cruda la obtienen de productores de la zona rural de Cushamen, aunque “también tenemos lana muy linda acá en El Hoyo, además de llamas. A través de la red MAPA conseguimos fibra de guanaco y conejo”, graficó Navarro.
“Hacemos todo el proceso, desde lavar el vellón, acondicionarlo, escarmenarlo a mano, hilarlo, teñirlo”, remarcó.
En referencia a los teñidos naturales, indicó que “tratamos de usar las plantas nativas de esta zona. Hay que recolectarlas en determina época del año, lleva bastante trabajo pero los resultados son muy interesantes, que se reflejan luego en los colores únicos de cada prenda. Por suerte, la gente reconoce toda esta labor artesanal”.
Sobre las técnicas que enseña a sus alumnas, Gloria Navarro detalla que “empiezan con el huso, donde  se retuerce una porción de fibra entre los dedos hasta darle forma de hebra, y recién después pasan a la rueca. Es todo cuestión de práctica y paciencia, nada imposible. Además está el telar, en los que hacemos, por encargo, un buen poncho cordillerano, de esos que usaban los abuelos”.#


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