La empresa "El 22" de Trelew les debe a los proveedores y está retrasada con aportes

Desde la empresa “El 22”, que brinda el servicio de transporte urbano de pasajeros en Trelew aseguran que la situación es límite y que en cualquier momento “puede explotar”. Es que más allá que en la ciudad se aprobó un nuevo boleto de $ 18 que entrará en vigencia próximamente, los números no cierran.
El titular de “El 22”, Adrián Febrero, aseguró en diálogo con FM Tiempo que hace años vienen los atrasos en cuanto a lo que vale el servicio y las pérdidas han sido muy importantes. A punto tal que existen no sólo deudas de combustible, sino también atraso con los proveedores y hasta con los aportes patronales.
Con la quita del subsidio nacional, el esquema cruje ya que el mayor esfuerzo recae sobre la Provincia, los municipios y sobre el bolsillo del usuario, que ya no puede afrontar más incrementos.
“La empresa nunca reclama tarifa, es potestad del poder concedente porque tiene que cerrar el costo del servicio. Y es el problema de la mayoría de las empresas de transporte público que los costos muy atrasados no actualizan y en este país no actualizarlos es sinónimo de desaparecer la empresa. Tenemos un  costo aprobado a septiembre de 2018, en este país en octubre, noviembre ya queda muy atrasado. Estamos casi a marzo. Ése es el problema, las deudas de las empresas y la quita del subsidio nacional al combustible y eso lleva un reacomodamiento. La Provincia se hará cargo de una parte, lo otro el municipio, otra parte para la tarifa. Pero el costo a septiembre es de $ 16 millones y el costo supera largamente los $ 20 millones”.
La firma tiene 70 choferes. “Siempre priorizó la estabilidad laboral de los empleados y hoy por hoy se nos hace muy complicado. Prescindimos de algunas cosas de la empresa para mantener a los empleados, pero es reamar contra la corriente”.
Describió una panorama sombrío. “Venimos con los costos retrasados hace años y no percibimos compensación y llevó a la empresa que está a punto de explotar porque no hay recursos para hacer frente a la innumerable deuda que genera el servicio. La empresa debe a los proveedores, combustible vamos generando deuda, debe honorarios de profesionales, reprogramamos pagos en cuotas, no se pueden pagar aportes patronales y en la empresa de lo único que nos podemos preocupar es pagar los sueldos. Es una situación muy compleja”.
 Consultado si la tarifa será parte de la solución, Febrero fue claro: “Subir las tarifas es arma de doble filo. Los servicios se mantienen toda la vida por los subsidios que se le da a los usuarios para mantener un precio razonable. La potestad del poder concedente fija una tarifa política y el resto con subsidios. A la quita del subsidio nacional la carga es grande para la provincia y el municipio, y trasladar todo a tarifa no es una decisión acertada porque poner un boleto que el usuario no pueda pagar no tiene sentido y descendería la cantidad de pasajeros y no se podría cubrir el costo. Hay que buscar un equilibrio con la tarifa”.#