El bahiense de 28 años, 48vo del ranking mundial, había llegado en cuatro ocasiones a disputar una final de torneo ATP, pero nunca pudo consagrarse, hasta hoy, cuando, en medio de llantos al conquistar el torneo, se abrazó a su entrenador, José Acasuso.
"Quiero agradecerles a todas las personas que vinieron toda la semana, no es fácil que un argentino venga a Brasil y los brasileños canten por él", le habló Pella al público que lo alentó a lo largo de todo el certamen.
Guido Pella levanta su trofeo del ATP 250 de San Pablo. Enorme semana y merecido título después de tantos intentos.
¡Que sea el primero de muchos, Guido! pic.twitter.com/98HVpqUeSt— Tenis Zone (@TenisZoneOk) 3 de marzo de 2019
Ayer, el jugador nacido en la ciudad de Bahía Blanca había derrotado en semis al serbio Laslo Djere (37) por un doble 7-6.
El torneo repartió 618.000 dólares en premios y se jugó en la cancha indoor de polvo de ladrillo del gimnasio de Ibirapuera, que se encuentra en el Complejo Deportivo Guimaraes de la ciudad de San Pablo.
El bahiense de 28 años, 48vo del ranking mundial, había llegado en cuatro ocasiones a disputar una final de torneo ATP, pero nunca pudo consagrarse, hasta hoy, cuando, en medio de llantos al conquistar el torneo, se abrazó a su entrenador, José Acasuso.
"Quiero agradecerles a todas las personas que vinieron toda la semana, no es fácil que un argentino venga a Brasil y los brasileños canten por él", le habló Pella al público que lo alentó a lo largo de todo el certamen.
Guido Pella levanta su trofeo del ATP 250 de San Pablo. Enorme semana y merecido título después de tantos intentos.
¡Que sea el primero de muchos, Guido! pic.twitter.com/98HVpqUeSt— Tenis Zone (@TenisZoneOk) 3 de marzo de 2019
Ayer, el jugador nacido en la ciudad de Bahía Blanca había derrotado en semis al serbio Laslo Djere (37) por un doble 7-6.
El torneo repartió 618.000 dólares en premios y se jugó en la cancha indoor de polvo de ladrillo del gimnasio de Ibirapuera, que se encuentra en el Complejo Deportivo Guimaraes de la ciudad de San Pablo.