¿Por qué educarse en finanzas personales?

Todo para entender cuáles son los costos de oportunidad y las distintas modalidades para las inversiones diarias. Ignorancia Financiera, Equilibrio Financiero, Comodidad Financiera, Fortaleza Financiera y Libertad Financiera; son algunos de los conceptos que se repasan a continuación.

16 MAR 2019 - 18:39 | Actualizado

Por  Federico Prado *

El dinero es un medio central en nuestras vidas, es la forma en que intercambiamos nuestro tiempo y trabajo y es el instrumento que utilizamos para prácticamente todo lo que queremos obtener, ya sea desde bienes básicos como alimentos hasta experiencias como unas vacaciones con nuestros afectos. 
Ahora bien, uno podría decir por ejemplo “yo cultivo mis propios alimentos, no necesito dinero para ello”, respetable decisión, pero en realidad, el concepto de costo de oportunidad nos dice que habrá un sacrificio, un importe de dinero que dejaremos de recibir por dedicar nuestro tiempo a cultivar ese alimento y no dedicarlo a una actividad por la que me den dinero a cambio. Siguiendo el ejemplo, cultivar nuestro propio alimento no está mal como tampoco está mal la actitud de quien prefiere pagarle a otro para que le provea de ese alimento. Son decisiones personales cuando optamos a qué dedicar nuestro tiempo y siempre tendrá una correlación con el dinero que percibimos o dejamos de percibir. 
Por ello, toda decisión que tomemos tendrá su impacto en nuestras finanzas y en nuestro tiempo. Porque si sabemos administrar nuestro dinero, podremos administrar mejor nuestro tiempo para elegir dedicarlo a las actividades que más satisfacción y/o más dinero nos generan. Si podemos lograr esto, llegaremos a comprender también que el dinero es solo un medio para poder realizarnos como individuos.
Tal como lo expuso el psicólogo norteamericano Abraham Harold Maslow, el siglo pasado, los humanos necesitamos cubrir una jerarquía de necesidades para poder llegar a la autorrealización personal, a recordar:
La Teoría de las Necesidades Humanas formula que después de satisfacer las necesidades básicas (las que se encuentran en la base o primer lugar de la pirámide), las personas desarrollamos deseos más elevados.
Trazando un paralelismo, podemos decir que para nuestras finanzas personales también existen jerarquías que al ir subiendo en sus niveles nos ayudarán a poder subir en los niveles de nuestras necesidades humanas[1]:
 
Empezando desde la base de esta Jerarquía Financiera, cada nivel se caracteriza por:
·      IGNORANCIA FINANCIERA: 
o  no llegamos a fin de mes; 
o  no tenemos ingresos estables;
o  endeudamiento excesivo; 
o  incapacidad de ahorro; 
o  no hay reservas para emergencias; 
o  no sabemos en qué se va el dinero, vivimos “al día”. 
 
En este nivel, si perdiéramos nuestro empleo o fuente de ingreso, muy probablemente no cubriremos nuestras necesidades básicas, las de la Pirámide de Maslow. 
 
·      EQUILIBRIO FINANCIERO: 

o  los ingresos cubren los gastos fijos y habituales;
o  puede haber eventualmente algún excedente financiero;
o  no hay conducta de ahorro e inversión de esos excedentes;
o  puede existir un presupuesto, pero sin planificación a mediano y largo plazo;
o  deuda inexistente o bajo control.
 
·      COMODIDAD FINANCIERA: 

o  Más de una fuente de ingresos, al menos una más además de tu ingreso por trabajar;
o  10% de tus ingresos como mínimo se destinan a ahorro e inversión;
o  Hay conciencia de que solo ahorrar es quedarme a mitad de camino, por eso busca donde invertir esos ahorros;
o  No existe endeudamiento o si existe es para apalancarse;
o  Existe planificación a mediano y largo plazo de mis finanzas;
o  Reserva para emergencias para cubrir hasta 6 meses de gastos fijos.
 
·      FORTALEZA FINANCIERA: 

o  Ingresos pasivos originados en rentas e inversiones cubren el 50% de mis gastos fijos y habituales;
o  Todavía necesitas seguir trabajando, pero ahora elegís cuánto tiempo trabajar y también te das el gusto de elegir a tus clientes;
o  Tenés reservas de dinero suficiente para tomarte un año sabático.
 
·      LIBERTAD FINANCIERA: 

o  No necesitás trabajar, sos “dueño de tu tiempo”, tus gastos fijos y habituales se financian con tus ingresos de rentas, retorno de inversiones, regalías, varias fuentes de ingresos pasivos;
o  Trabajás en lo que querés, por elección, en aquello que te apasiona;
o  El dinero trabajo para vos;
o  Estás involucrado o pensás involucrarte en actividades sociales, de altruismo y filantropía.



*El autor dará una Charla sobre Finanzas Personales el próximo 25 de abril a las 20 horas en la Universidad Nacional de la Patagonia Sede Trelew. Para más información ingresar a: www.eventbrite.com.ar o dirigirse a la Secretaría de Extensión de la Universidad. 

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16 MAR 2019 - 18:39

Por  Federico Prado *

El dinero es un medio central en nuestras vidas, es la forma en que intercambiamos nuestro tiempo y trabajo y es el instrumento que utilizamos para prácticamente todo lo que queremos obtener, ya sea desde bienes básicos como alimentos hasta experiencias como unas vacaciones con nuestros afectos. 
Ahora bien, uno podría decir por ejemplo “yo cultivo mis propios alimentos, no necesito dinero para ello”, respetable decisión, pero en realidad, el concepto de costo de oportunidad nos dice que habrá un sacrificio, un importe de dinero que dejaremos de recibir por dedicar nuestro tiempo a cultivar ese alimento y no dedicarlo a una actividad por la que me den dinero a cambio. Siguiendo el ejemplo, cultivar nuestro propio alimento no está mal como tampoco está mal la actitud de quien prefiere pagarle a otro para que le provea de ese alimento. Son decisiones personales cuando optamos a qué dedicar nuestro tiempo y siempre tendrá una correlación con el dinero que percibimos o dejamos de percibir. 
Por ello, toda decisión que tomemos tendrá su impacto en nuestras finanzas y en nuestro tiempo. Porque si sabemos administrar nuestro dinero, podremos administrar mejor nuestro tiempo para elegir dedicarlo a las actividades que más satisfacción y/o más dinero nos generan. Si podemos lograr esto, llegaremos a comprender también que el dinero es solo un medio para poder realizarnos como individuos.
Tal como lo expuso el psicólogo norteamericano Abraham Harold Maslow, el siglo pasado, los humanos necesitamos cubrir una jerarquía de necesidades para poder llegar a la autorrealización personal, a recordar:
La Teoría de las Necesidades Humanas formula que después de satisfacer las necesidades básicas (las que se encuentran en la base o primer lugar de la pirámide), las personas desarrollamos deseos más elevados.
Trazando un paralelismo, podemos decir que para nuestras finanzas personales también existen jerarquías que al ir subiendo en sus niveles nos ayudarán a poder subir en los niveles de nuestras necesidades humanas[1]:
 
Empezando desde la base de esta Jerarquía Financiera, cada nivel se caracteriza por:
·      IGNORANCIA FINANCIERA: 
o  no llegamos a fin de mes; 
o  no tenemos ingresos estables;
o  endeudamiento excesivo; 
o  incapacidad de ahorro; 
o  no hay reservas para emergencias; 
o  no sabemos en qué se va el dinero, vivimos “al día”. 
 
En este nivel, si perdiéramos nuestro empleo o fuente de ingreso, muy probablemente no cubriremos nuestras necesidades básicas, las de la Pirámide de Maslow. 
 
·      EQUILIBRIO FINANCIERO: 

o  los ingresos cubren los gastos fijos y habituales;
o  puede haber eventualmente algún excedente financiero;
o  no hay conducta de ahorro e inversión de esos excedentes;
o  puede existir un presupuesto, pero sin planificación a mediano y largo plazo;
o  deuda inexistente o bajo control.
 
·      COMODIDAD FINANCIERA: 

o  Más de una fuente de ingresos, al menos una más además de tu ingreso por trabajar;
o  10% de tus ingresos como mínimo se destinan a ahorro e inversión;
o  Hay conciencia de que solo ahorrar es quedarme a mitad de camino, por eso busca donde invertir esos ahorros;
o  No existe endeudamiento o si existe es para apalancarse;
o  Existe planificación a mediano y largo plazo de mis finanzas;
o  Reserva para emergencias para cubrir hasta 6 meses de gastos fijos.
 
·      FORTALEZA FINANCIERA: 

o  Ingresos pasivos originados en rentas e inversiones cubren el 50% de mis gastos fijos y habituales;
o  Todavía necesitas seguir trabajando, pero ahora elegís cuánto tiempo trabajar y también te das el gusto de elegir a tus clientes;
o  Tenés reservas de dinero suficiente para tomarte un año sabático.
 
·      LIBERTAD FINANCIERA: 

o  No necesitás trabajar, sos “dueño de tu tiempo”, tus gastos fijos y habituales se financian con tus ingresos de rentas, retorno de inversiones, regalías, varias fuentes de ingresos pasivos;
o  Trabajás en lo que querés, por elección, en aquello que te apasiona;
o  El dinero trabajo para vos;
o  Estás involucrado o pensás involucrarte en actividades sociales, de altruismo y filantropía.



*El autor dará una Charla sobre Finanzas Personales el próximo 25 de abril a las 20 horas en la Universidad Nacional de la Patagonia Sede Trelew. Para más información ingresar a: www.eventbrite.com.ar o dirigirse a la Secretaría de Extensión de la Universidad. 


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