La Casa Blanca y el Kremlin no se ponen de acuerdo sobre Venezuela

Estados Unidos y Rusia no pudieron alcanzar un acuerdo acerca de la crisis en Venezuela, en la reunión que mantuvieron hoy en Roma altos funcionarios de los dos gobiernos, aunque ambos consideraron que el encuentro fue útil y se comprometieron a seguir conversando.

Elliot Abrams, a la izquierda de la imagen (ideológicamente está a la derecha de todo) y el vicecanciller Riakov.
19 MAR 2019 - 17:22 | Actualizado



   El disenso se debió a que Washington no descartó taxativamente la posibilidad de una invasión militar a Venezuela, pese a que eligió otro "camino" para procurar la salida del presidente chavista, Nicolás Maduro.

   "Todas las opciones están sobre la mesa" pero "también decimos que Estados Unidos ha elegido el camino de ejercer presión económica y política sobre el régimen, para el futuro pacífico de Venezuela", afirmó el representante especial de la Casa Blanca para el país caribeño, Elliott Abrams.

   Tras dialogar a solas con el vicecanciller ruso, Serguéi Riabkov, en un hotel de Roma, Abrams dijo a periodistas en la sede de la embajada estadounidense en esa ciudad que la reunión fue "positiva, seria y sustanciosa".

   "Fue útil para nosotros entender que Rusia considera que la crisis en Venezuela es muy grave, a diferencia de Maduro", sostuvo Abrams, según reportó la agencia de noticias EFE.

   El diplomático norteamericano juzgó positivo que "ambas partes salieran con una mejor comprensión de las posiciones recíprocas" y coincidieran en que la crisis venezolana precisa una solución política.

   En tanto, Riabkov afirmó que la conversación con Abrams fue "difícil pero franca" y celebró haber salido de ella con "una mejor comprensión de la postura de Estados Unidos al respecto".

   "Analizaremos las señales que recibimos de los representantes estadounidenses; partimos del criterio de que Washington se tomó en serio nuestras prioridades, nuestros enfoques y nuestras advertencias", dijo el vicecanciller a la prensa en la sede de la embajada rusa en Roma.

   "Como comprendemos que los representantes de la administración de Estados Unidos no descartan la posibilidad del uso de la fuerza militar para intervenir en Venezuela, advertimos claramente a la parte estadounidense que evite ese paso imprudente", relató Riabkov.

   Agregó que Rusia "no solo se opone categóricamente al uso de la fuerza militar en el contexto de una intervención extranjera, sino también a los métodos de presión de la llamada 'baja intensidad'".

   No obstante las diferencias, "estamos dispuestos a continuar el diálogo con Estados Unidos, debido a que la gravedad de la situación no nos da margen para un error; debemos comprender las intenciones de cada parte con la mayor exactitud posible", indicó el funcionario ruso.

   Estados Unidos fue el primero de los más de 50 países que reconocieron al presidente interino de Venezuela designado por el parlamento, Juan Guaidó, y encabeza la presión política de ese sector de la comunidad internacional, incluso con abundantes sanciones económicas y migratorios al régimen de Maduro y a decenas de sus funcionarios.

   Paralelamente, Rusia es uno de los mayores sostenes políticos y económicos del gobierno chavista.
 

Elliot Abrams, a la izquierda de la imagen (ideológicamente está a la derecha de todo) y el vicecanciller Riakov.
19 MAR 2019 - 17:22



   El disenso se debió a que Washington no descartó taxativamente la posibilidad de una invasión militar a Venezuela, pese a que eligió otro "camino" para procurar la salida del presidente chavista, Nicolás Maduro.

   "Todas las opciones están sobre la mesa" pero "también decimos que Estados Unidos ha elegido el camino de ejercer presión económica y política sobre el régimen, para el futuro pacífico de Venezuela", afirmó el representante especial de la Casa Blanca para el país caribeño, Elliott Abrams.

   Tras dialogar a solas con el vicecanciller ruso, Serguéi Riabkov, en un hotel de Roma, Abrams dijo a periodistas en la sede de la embajada estadounidense en esa ciudad que la reunión fue "positiva, seria y sustanciosa".

   "Fue útil para nosotros entender que Rusia considera que la crisis en Venezuela es muy grave, a diferencia de Maduro", sostuvo Abrams, según reportó la agencia de noticias EFE.

   El diplomático norteamericano juzgó positivo que "ambas partes salieran con una mejor comprensión de las posiciones recíprocas" y coincidieran en que la crisis venezolana precisa una solución política.

   En tanto, Riabkov afirmó que la conversación con Abrams fue "difícil pero franca" y celebró haber salido de ella con "una mejor comprensión de la postura de Estados Unidos al respecto".

   "Analizaremos las señales que recibimos de los representantes estadounidenses; partimos del criterio de que Washington se tomó en serio nuestras prioridades, nuestros enfoques y nuestras advertencias", dijo el vicecanciller a la prensa en la sede de la embajada rusa en Roma.

   "Como comprendemos que los representantes de la administración de Estados Unidos no descartan la posibilidad del uso de la fuerza militar para intervenir en Venezuela, advertimos claramente a la parte estadounidense que evite ese paso imprudente", relató Riabkov.

   Agregó que Rusia "no solo se opone categóricamente al uso de la fuerza militar en el contexto de una intervención extranjera, sino también a los métodos de presión de la llamada 'baja intensidad'".

   No obstante las diferencias, "estamos dispuestos a continuar el diálogo con Estados Unidos, debido a que la gravedad de la situación no nos da margen para un error; debemos comprender las intenciones de cada parte con la mayor exactitud posible", indicó el funcionario ruso.

   Estados Unidos fue el primero de los más de 50 países que reconocieron al presidente interino de Venezuela designado por el parlamento, Juan Guaidó, y encabeza la presión política de ese sector de la comunidad internacional, incluso con abundantes sanciones económicas y migratorios al régimen de Maduro y a decenas de sus funcionarios.

   Paralelamente, Rusia es uno de los mayores sostenes políticos y económicos del gobierno chavista.
 


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