Se deteriora el diálogo entre las dos Coreas

Corea del Norte se retiró hoy de la oficina de enlace que compartía con Corea del Sur, en otra muestra del deterioro del diálogo bilateral tras la fallida cumbre celebrada en Hanoi por los líderes de Estados Unidos y Corea del Norte para discutir sobre desnuclearización.

22 MAR 2019 - 9:53 | Actualizado

 


   En el marco de una reunión de delegados de las dos Coreas en la oficina de enlace, el Norte anunció de golpe que retiraba a sus representantes por "instrucción directa de la autoridad superior", informó el Ministerio de Unificación del Corea del Sur.

   Corea del Norte retiró poco después a todos sus funcionarios, dejando solos en el edificio a los 25 representantes sureños, agregó el Ministerio, encargado de las relaciones con su vecino del Norte, en un comunicado, informó la agencia de noticias EFE.

   Pyonyang había cancelado hasta hoy la celebración de cada una de las reuniones de los viernes programadas tras la cumbre de Hanoi entre el líder norcoreano, Kim Jong-un, y el presidente estadounidense, Donald Trump, que se cerró sin acuerdo el 28 de febrero.

   Además, hacía justo una semana que la vicecanciller norcoreana, Choe Son-hui, había dado la primera respuesta del régimen tras analizar lo ocurrido en la cumbre: el régimen medita ahora romper el diálogo con Washington y la posibilidad de poner fin a la moratoria sobre pruebas de armas que ha mantenido durante casi 16 meses.

   En Hanoi ambas partes escenificaron profundas diferencias en su manera de enfocar el proceso de desarme.

   El desacuerdo giró en torno al número de activos del programa nuclear norcoreano a desmantelar y al volumen de sanciones internacionales sobre Pyonyang que Estados Unidos aliviaría a modo de "medida correspondiente". 

    Aunque Seúl y Pyonyang mantienen aún abiertos importantes canales de comunicación, la retirada norcoreana de esta oficina de enlace es una muy mala señal para el clima en la península coreana.

   Ambos países, técnicamente aún en guerra, inauguraron esta instalación el pasado mes de septiembre con base en lo acordado en abril en la primera de las tres históricas cumbres que Kim y el presidente surcoreano, Moon Jae-in, mantuvieron en 2018.

   Situada en la localidad fronteriza norcoreana de Kaesong, la oficina tenía ante todo un enorme valor simbólico, ya que permitía que por primera vez desde el fin de la Guerra de Corea, en 1953, representantes de las dos Coreas trabajaran y pernoctaran bajo el mismo techo. 

   El gesto de Pyonyang es un duro golpe para Moon y su plan para desnuclearizar y pacificar la península y le aporta más presión a la hora de mediar con Washington.

   Tras la retirada norcoreana de Kaesong, la oficina presidencial surcoreana convocó una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad Nacional (NSC) presidida por el asesor de seguridad del presidente Moon, Chung Eui-yong.

   En un breve comunicado al término de la junta, el órgano se limitó a señalar que se discutieron "la retirada del Norte de la oficina de enlace y medidas relacionadas".

   Por su parte, el viceministro de Unificación, Chun Hae-sung, lamentó en rueda de prensa la decisión norcoreana y expresó su deseo de que los funcionarios del país vecino retornen pronto a esta oficina.

 

22 MAR 2019 - 9:53

 


   En el marco de una reunión de delegados de las dos Coreas en la oficina de enlace, el Norte anunció de golpe que retiraba a sus representantes por "instrucción directa de la autoridad superior", informó el Ministerio de Unificación del Corea del Sur.

   Corea del Norte retiró poco después a todos sus funcionarios, dejando solos en el edificio a los 25 representantes sureños, agregó el Ministerio, encargado de las relaciones con su vecino del Norte, en un comunicado, informó la agencia de noticias EFE.

   Pyonyang había cancelado hasta hoy la celebración de cada una de las reuniones de los viernes programadas tras la cumbre de Hanoi entre el líder norcoreano, Kim Jong-un, y el presidente estadounidense, Donald Trump, que se cerró sin acuerdo el 28 de febrero.

   Además, hacía justo una semana que la vicecanciller norcoreana, Choe Son-hui, había dado la primera respuesta del régimen tras analizar lo ocurrido en la cumbre: el régimen medita ahora romper el diálogo con Washington y la posibilidad de poner fin a la moratoria sobre pruebas de armas que ha mantenido durante casi 16 meses.

   En Hanoi ambas partes escenificaron profundas diferencias en su manera de enfocar el proceso de desarme.

   El desacuerdo giró en torno al número de activos del programa nuclear norcoreano a desmantelar y al volumen de sanciones internacionales sobre Pyonyang que Estados Unidos aliviaría a modo de "medida correspondiente". 

    Aunque Seúl y Pyonyang mantienen aún abiertos importantes canales de comunicación, la retirada norcoreana de esta oficina de enlace es una muy mala señal para el clima en la península coreana.

   Ambos países, técnicamente aún en guerra, inauguraron esta instalación el pasado mes de septiembre con base en lo acordado en abril en la primera de las tres históricas cumbres que Kim y el presidente surcoreano, Moon Jae-in, mantuvieron en 2018.

   Situada en la localidad fronteriza norcoreana de Kaesong, la oficina tenía ante todo un enorme valor simbólico, ya que permitía que por primera vez desde el fin de la Guerra de Corea, en 1953, representantes de las dos Coreas trabajaran y pernoctaran bajo el mismo techo. 

   El gesto de Pyonyang es un duro golpe para Moon y su plan para desnuclearizar y pacificar la península y le aporta más presión a la hora de mediar con Washington.

   Tras la retirada norcoreana de Kaesong, la oficina presidencial surcoreana convocó una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad Nacional (NSC) presidida por el asesor de seguridad del presidente Moon, Chung Eui-yong.

   En un breve comunicado al término de la junta, el órgano se limitó a señalar que se discutieron "la retirada del Norte de la oficina de enlace y medidas relacionadas".

   Por su parte, el viceministro de Unificación, Chun Hae-sung, lamentó en rueda de prensa la decisión norcoreana y expresó su deseo de que los funcionarios del país vecino retornen pronto a esta oficina.

 


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