Kevin Rosas, el carnicero goleador de los "Matabilleteras"

El atacante hizo el gol del triunfo ante J. J. Moreno, que le permitió a Racing asegurarse el primer puesto de la Zona 3 del Torneo Regional. Antes de entrenar por la tarde, prepara milanesas, chorizos y otros embutidos en una carnicería de Rawson.

Kevin Rosas, junto a su mujer Lara y a su hijo León, de ocho meses de edad . "Me apoyan mucho ellos", dijo.
03 ABR 2019 - 21:18 | Actualizado

Por Francisco Caputo.

"Salís del trabajo cansado, con mucho sueño. Pero las ganas pueden más. Ahora estamos en los cruces con Deportivo Rincón. Hay que seguir así. Es nuestro sueño", recalcó.

La campaña de Racing Club de Trelew en el Regional 2019 dio origen a su reciente apodo: Matabilleteras. De presupuesto reducido pero corazón gigante, la "Academia" eliminó a equipos de superior poderío y se adjudicó la Zona 3 de la Patagonia.

El delantero Kevin Rosas, autor del gol que aseguró el primer puesto de la Zona 3 en el único partido que jugó, es un emblema de esa filosofía que combina humildad, modestia y eficacia.

Jugador surgido de las inferiores del "Albirrojo", Rosas, de 22 años, trabaja como carnicero en Rawson. El artillero dialogó con Jornada acerca de su condición de futbolista-obrero.

"Salís de acá cansado, con sueño. Pero las ganas pueden más. Ahora estamos en los cruces y hay que seguir así", dijo con un entusiasmo desbordante.

El carnicero del área

En 2017, Rosas, oriundo del barrio Oeste de Trelew, se mudó a la capital de la provincia para convivir con Lara, su esposa, y su hijo León, de 8 meses. Su suegro, Luis, le ofreció un trabajo en la carnicería "Mi Cuñado", situada en Chacho Peñaloza y Padre Gueronazo.

"Mi suegro es carnicero. Él me fue enseñando el oficio, no es un trabajo fácil. No le podés errar mucho a los cortes porque se complica. Me dio una mano grande", relató.

"Es un lindo trabajo, me gusta, me copó desde el primer día. Trabajo en la parte de producción de las hamburguesas, chorizos y embutidos", explicó el atacante.

La rutina y el deseo

Kevin Rosas trabaja los siete días de la semana en el establecimiento "De lunes a viernes, trabajo de 8:30 a 14. Tengo el tiempo justo para salir, cambiarme, ver a mi hijo y a mi señora, almorzar algo e ir a Trelew para entrenar a las 15", comentó.

Enfrentar a oponentes que solo se dedican a entrenarse, es una enorme desventaja. Sin embargo, Rosas, con sus armas, da batalla.

"Esos quince minutos de ruta entre el trabajo y la práctica dan ganas de dormirse. Pero la rutina se sobrelleva con sacrificio y ganas para que todo salga bien. Estoy mucho tiempo fuera de casa", destacó. "El apoyo de la familia es fundamental en todo sentido. No me ha tocado perderme entrenamientos o partidos por el trabajo", comentó.

"Tampoco tengo problemas con los viajes. Mi suegro siempre me permite salir antes en esos casos. Todos mis compañeros de la carnicería me apoyan mucho además", relató.

La ambición de gloria

El destino determinó que Racing Club compitiese ante Deportivo Rincón en el primer cruce del Regional. El "León", financiado por el gremialismo petrolero de Neuquén, es un equipo opulento. Terminó tercero la zona neuquina, pero su fortaleza en base a billetes es indiscutible.

"Con Rincón hemos jugado. Es un rival duro y difícil. Tenemos la posibilidad de jugar la revancha en casa", destacó. Por su fortaleza económica, Deportivo Rincón es el rival ideal para un nuevo capítulo de la fábula del "Matabilleteras" de Chubut.

"Ese apodo dice la verdad. Con mucho sacrificio y compañerismo, pudimos ganar la zona. Habrá poco presupuesto, pero Racing es un equipo con jugadores que juegan hace mucho tiempo juntos, con muchos chicos del club", relató.

"Yo fui al banco contra Huracán y solo jugué el partido contra Moreno. No pude hacer la pretemporada. Me sumé al final. Yo hice el gol del primer puesto, pero la clasificación es de mis compañeros y del cuerpo técnico", destacó.

"Es un muy buen grupo. Terminan las prácticas y nos quedamos tomando mates. Eso no sucede siempre. Tenemos ganas de seguir logrando objetivos. Logramos uno. Ojalá podamos seguir así. Es nuestro sueño", remató.

Con su cansancio a cuestas pero con sus ambiciones de gloria, Kevin Rosas, el carnicero goleador del Regional, día a día le saca filo a la ilusión

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Kevin Rosas, junto a su mujer Lara y a su hijo León, de ocho meses de edad . "Me apoyan mucho ellos", dijo.
03 ABR 2019 - 21:18

Por Francisco Caputo.

"Salís del trabajo cansado, con mucho sueño. Pero las ganas pueden más. Ahora estamos en los cruces con Deportivo Rincón. Hay que seguir así. Es nuestro sueño", recalcó.

La campaña de Racing Club de Trelew en el Regional 2019 dio origen a su reciente apodo: Matabilleteras. De presupuesto reducido pero corazón gigante, la "Academia" eliminó a equipos de superior poderío y se adjudicó la Zona 3 de la Patagonia.

El delantero Kevin Rosas, autor del gol que aseguró el primer puesto de la Zona 3 en el único partido que jugó, es un emblema de esa filosofía que combina humildad, modestia y eficacia.

Jugador surgido de las inferiores del "Albirrojo", Rosas, de 22 años, trabaja como carnicero en Rawson. El artillero dialogó con Jornada acerca de su condición de futbolista-obrero.

"Salís de acá cansado, con sueño. Pero las ganas pueden más. Ahora estamos en los cruces y hay que seguir así", dijo con un entusiasmo desbordante.

El carnicero del área

En 2017, Rosas, oriundo del barrio Oeste de Trelew, se mudó a la capital de la provincia para convivir con Lara, su esposa, y su hijo León, de 8 meses. Su suegro, Luis, le ofreció un trabajo en la carnicería "Mi Cuñado", situada en Chacho Peñaloza y Padre Gueronazo.

"Mi suegro es carnicero. Él me fue enseñando el oficio, no es un trabajo fácil. No le podés errar mucho a los cortes porque se complica. Me dio una mano grande", relató.

"Es un lindo trabajo, me gusta, me copó desde el primer día. Trabajo en la parte de producción de las hamburguesas, chorizos y embutidos", explicó el atacante.

La rutina y el deseo

Kevin Rosas trabaja los siete días de la semana en el establecimiento "De lunes a viernes, trabajo de 8:30 a 14. Tengo el tiempo justo para salir, cambiarme, ver a mi hijo y a mi señora, almorzar algo e ir a Trelew para entrenar a las 15", comentó.

Enfrentar a oponentes que solo se dedican a entrenarse, es una enorme desventaja. Sin embargo, Rosas, con sus armas, da batalla.

"Esos quince minutos de ruta entre el trabajo y la práctica dan ganas de dormirse. Pero la rutina se sobrelleva con sacrificio y ganas para que todo salga bien. Estoy mucho tiempo fuera de casa", destacó. "El apoyo de la familia es fundamental en todo sentido. No me ha tocado perderme entrenamientos o partidos por el trabajo", comentó.

"Tampoco tengo problemas con los viajes. Mi suegro siempre me permite salir antes en esos casos. Todos mis compañeros de la carnicería me apoyan mucho además", relató.

La ambición de gloria

El destino determinó que Racing Club compitiese ante Deportivo Rincón en el primer cruce del Regional. El "León", financiado por el gremialismo petrolero de Neuquén, es un equipo opulento. Terminó tercero la zona neuquina, pero su fortaleza en base a billetes es indiscutible.

"Con Rincón hemos jugado. Es un rival duro y difícil. Tenemos la posibilidad de jugar la revancha en casa", destacó. Por su fortaleza económica, Deportivo Rincón es el rival ideal para un nuevo capítulo de la fábula del "Matabilleteras" de Chubut.

"Ese apodo dice la verdad. Con mucho sacrificio y compañerismo, pudimos ganar la zona. Habrá poco presupuesto, pero Racing es un equipo con jugadores que juegan hace mucho tiempo juntos, con muchos chicos del club", relató.

"Yo fui al banco contra Huracán y solo jugué el partido contra Moreno. No pude hacer la pretemporada. Me sumé al final. Yo hice el gol del primer puesto, pero la clasificación es de mis compañeros y del cuerpo técnico", destacó.

"Es un muy buen grupo. Terminan las prácticas y nos quedamos tomando mates. Eso no sucede siempre. Tenemos ganas de seguir logrando objetivos. Logramos uno. Ojalá podamos seguir así. Es nuestro sueño", remató.

Con su cansancio a cuestas pero con sus ambiciones de gloria, Kevin Rosas, el carnicero goleador del Regional, día a día le saca filo a la ilusión


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