La institución, a través de sus habituales Informe de Coyuntura, que coordina el economista Jorge Vasconcelos, evaluó que teniendo en cuenta la sustentabilidad de la macro, pero también las demandas de un año electoral, “en 2019 la política económica debería apuntar a una suba acotada en el poder adquisitivo de los trabajadores”.
En ese sentido estimó que esa suba tendría que ser con “salarios ganándole por 2 o 3 puntos a la inflación, aunque ubicándose todavía bastante por debajo del valor en dólares que exhibían los salarios a inicios de 2018”.
Para que ese escenario sea factible, los analistas plantearon la necesidad de que “luego de los elevados picos de inflación observados, la variación del IPC comience a desacelerarse a partir de abril, de modo que la inflación punta a punta del año no supere el 38%”.
El informe económico, que se dio a conocer hoy, también advierte que “en un escenario de mayor inflación resultaría más difícil evitar nuevas caídas del salario real, lo que afectaría la recuperación de la actividad económica, al tiempo que se incrementaría la conflictividad”.
Por lo tanto recomienda “un acuerdo general con sistemas automáticos de actualización de salarios en base al IPC, con cláusulas que, al mismo tiempo, promuevan una mayor productividad”.
La institución, a través de sus habituales Informe de Coyuntura, que coordina el economista Jorge Vasconcelos, evaluó que teniendo en cuenta la sustentabilidad de la macro, pero también las demandas de un año electoral, “en 2019 la política económica debería apuntar a una suba acotada en el poder adquisitivo de los trabajadores”.
En ese sentido estimó que esa suba tendría que ser con “salarios ganándole por 2 o 3 puntos a la inflación, aunque ubicándose todavía bastante por debajo del valor en dólares que exhibían los salarios a inicios de 2018”.
Para que ese escenario sea factible, los analistas plantearon la necesidad de que “luego de los elevados picos de inflación observados, la variación del IPC comience a desacelerarse a partir de abril, de modo que la inflación punta a punta del año no supere el 38%”.
El informe económico, que se dio a conocer hoy, también advierte que “en un escenario de mayor inflación resultaría más difícil evitar nuevas caídas del salario real, lo que afectaría la recuperación de la actividad económica, al tiempo que se incrementaría la conflictividad”.
Por lo tanto recomienda “un acuerdo general con sistemas automáticos de actualización de salarios en base al IPC, con cláusulas que, al mismo tiempo, promuevan una mayor productividad”.