El cuento de hadas de Racing Club finalizó con hidalguía y honor

La "Academia", con su bajo presupuesto a cuestas y con un desgaste considerable, no pudo revertir la serie ante la CAI, de superior presupuesto y con jugadores con pasado en Primera División de AFA. El corazón y el coraje no alcanzaron al "Albirrojo" para avanzar a la cuarta fase del certamen. El "Azzurro", ganador merecido de la serie, se medirá a J.J. Moreno de Puerto Madryn en la cuarta fase del certamen afista.

28 ABR 2019 - 20:52 | Actualizado

Con hidalguía, Racing Club se despidió del Regional 2019 tras sucumbir en el Cayetano Castro ante la CAI de Comodoro Rivadavia por 2-1. El equipo obrero de Chubut, "El Matabilleteras", no pudo doblegar a un aspirante al ascenso, con un presupuesto superior, y le dijo adiós al certamen afista.

Tras haber desafiado con éxito durante meses las adversidades, la “Academia”, sin la lucidez de otras veladas, sintió el desgaste de las constantes batallas libradas ante equipos de mayor poderío económico.

Precisión "Azzurra"

El encuentro fue la batalla futbolística entre el corazón racinguista y el juego punzante del elenco visitante, con victoria para este último. Racing Club, desde un primer momento, asumió la iniciativa en el césped habida cuenta del 0-2 registrado en la ida.

Sin embargo, durante la etapa inicial, el “Azzurro” controló el desarrollo del juego. Pese al afán ofensivo, la “Academia” no encontraba la brújula para atacar con eficacia.

El recurso permanente era un insistente juego aéreo, que era neutralizado por la zaga visitante. En el tramo inicial del encuentro, Kevin Flores solo fue exigido a los 10 minutos de partido.

Esa vocación ofensiva generó espacios que fueron aprovechados por el conjunto visitante. A los 13 minutos, un remate de Matías Vargas acarició uno de los postes de Nicolás Cottet.

Al minuto siguiente, Vargas, tras un contagolpe liderado por maestría por Mauro Villegas, abrió el marcador con un fulminante disparo. Tras esta conquista, por los huecos dejados por el anfitrión, cualquier contragolpe del “Azzurro” representaba un peligro inminente.

En un momento oscuro, Racing Club logró la paridad transitoria. A los 30 minutos, Brian Castillo, le concedió una pizca de optimismo al elenco de Jaime Giordanella. Sin embargo, la alegría fue efímera puesto que a los 38, cin un elegante tiro libre, Matías Delgado, le devolvió la ventaja a la visita.

El cimbronazo no le quitó voluntad al conjunto racinguista. Sin embargo, el destino no le brindaba piedad al dueño de casa.

En tiempo de descuento, con una estupenda atajada, Flores impidió que de tiro libre, Marcos Rivadeneira lograra un nuevo empate. Racing Club era futbolísticamente superado y no contaba con la cuota de fortuna necesaria.

En el segundo tiempo, era necesario un cambio para soñar con el milagro deportivo. Con ese espíritu, Martín Bataller, quien no pudo entrenarse durante la pasada semana por un viaje de estudios, ingresó desde el silbatazo inicial del período final. En los primeros compases, hubo superior claridad, pero esta cadencia ocurrió durante breve tiempo.

A los cuatro minutos, Castillo no pudo conectar con precisión un centro desde el flanco izquierdo. Cinco minutos después, Flores contuvo un disparo del citado Castillo a quemarropa del elenco local. Por su parte, las hendijas defensivas seguían siendo aprovechadas por el “Azzurro”. A los 10 y a los 24 minutos, Cottet detuvo en situación de mano a mano dos remates del conjunto visitante.

Con insistencia y corazón, sin claudicar jamás, la “Academia” buscó sin orientación un nuevo gol.

Dispuso de dos ocasiones, pero no logró reducir la distancia en el tanteador global. Evitó hasta la extenuación una nueva anotación de la visita. El final se hizo inevitable.

Podrá cuestionarse la suplencia de Bataller. Quizás, si el “Piojo” hubiese jugado desde el inicio, la historia podría haber sido diferente. Pero eso contrafáctico a esta altura.

Por ello, el público racinguista ovacionó a un conjunto que jamas escatimó energías. En ese marco, Castillo se retiró empapado en llanto. Llorar en público fue la última muestra de valentía.

El legado

El balance es positivo para Racing Club. Con un presupuesto modesto, ganó la Zona 3 de primera fase y eliminó a Huracán, Jorge Newbery y a Deportivo Rincón. Con un esqueleto ensamblado en 2015, fruto de un proyecto sostenido, la “Academia” dio batalla hasta el límite de sus posibilidades. Los “Matabilleteras” hicieron la mejor campaña de Racing Club en 20 años. Ese es el legado.

Por su parte, la CAI, que alineó como titulares Villegas y René Lima , dos jugadores con pasado en Primera División de AFA, sigue en carrera. Se medirá ante J.J. Moreno en la cuarta fase. Con yuyos, es más fácil ser brujo.

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28 ABR 2019 - 20:52

Con hidalguía, Racing Club se despidió del Regional 2019 tras sucumbir en el Cayetano Castro ante la CAI de Comodoro Rivadavia por 2-1. El equipo obrero de Chubut, "El Matabilleteras", no pudo doblegar a un aspirante al ascenso, con un presupuesto superior, y le dijo adiós al certamen afista.

Tras haber desafiado con éxito durante meses las adversidades, la “Academia”, sin la lucidez de otras veladas, sintió el desgaste de las constantes batallas libradas ante equipos de mayor poderío económico.

Precisión "Azzurra"

El encuentro fue la batalla futbolística entre el corazón racinguista y el juego punzante del elenco visitante, con victoria para este último. Racing Club, desde un primer momento, asumió la iniciativa en el césped habida cuenta del 0-2 registrado en la ida.

Sin embargo, durante la etapa inicial, el “Azzurro” controló el desarrollo del juego. Pese al afán ofensivo, la “Academia” no encontraba la brújula para atacar con eficacia.

El recurso permanente era un insistente juego aéreo, que era neutralizado por la zaga visitante. En el tramo inicial del encuentro, Kevin Flores solo fue exigido a los 10 minutos de partido.

Esa vocación ofensiva generó espacios que fueron aprovechados por el conjunto visitante. A los 13 minutos, un remate de Matías Vargas acarició uno de los postes de Nicolás Cottet.

Al minuto siguiente, Vargas, tras un contagolpe liderado por maestría por Mauro Villegas, abrió el marcador con un fulminante disparo. Tras esta conquista, por los huecos dejados por el anfitrión, cualquier contragolpe del “Azzurro” representaba un peligro inminente.

En un momento oscuro, Racing Club logró la paridad transitoria. A los 30 minutos, Brian Castillo, le concedió una pizca de optimismo al elenco de Jaime Giordanella. Sin embargo, la alegría fue efímera puesto que a los 38, cin un elegante tiro libre, Matías Delgado, le devolvió la ventaja a la visita.

El cimbronazo no le quitó voluntad al conjunto racinguista. Sin embargo, el destino no le brindaba piedad al dueño de casa.

En tiempo de descuento, con una estupenda atajada, Flores impidió que de tiro libre, Marcos Rivadeneira lograra un nuevo empate. Racing Club era futbolísticamente superado y no contaba con la cuota de fortuna necesaria.

En el segundo tiempo, era necesario un cambio para soñar con el milagro deportivo. Con ese espíritu, Martín Bataller, quien no pudo entrenarse durante la pasada semana por un viaje de estudios, ingresó desde el silbatazo inicial del período final. En los primeros compases, hubo superior claridad, pero esta cadencia ocurrió durante breve tiempo.

A los cuatro minutos, Castillo no pudo conectar con precisión un centro desde el flanco izquierdo. Cinco minutos después, Flores contuvo un disparo del citado Castillo a quemarropa del elenco local. Por su parte, las hendijas defensivas seguían siendo aprovechadas por el “Azzurro”. A los 10 y a los 24 minutos, Cottet detuvo en situación de mano a mano dos remates del conjunto visitante.

Con insistencia y corazón, sin claudicar jamás, la “Academia” buscó sin orientación un nuevo gol.

Dispuso de dos ocasiones, pero no logró reducir la distancia en el tanteador global. Evitó hasta la extenuación una nueva anotación de la visita. El final se hizo inevitable.

Podrá cuestionarse la suplencia de Bataller. Quizás, si el “Piojo” hubiese jugado desde el inicio, la historia podría haber sido diferente. Pero eso contrafáctico a esta altura.

Por ello, el público racinguista ovacionó a un conjunto que jamas escatimó energías. En ese marco, Castillo se retiró empapado en llanto. Llorar en público fue la última muestra de valentía.

El legado

El balance es positivo para Racing Club. Con un presupuesto modesto, ganó la Zona 3 de primera fase y eliminó a Huracán, Jorge Newbery y a Deportivo Rincón. Con un esqueleto ensamblado en 2015, fruto de un proyecto sostenido, la “Academia” dio batalla hasta el límite de sus posibilidades. Los “Matabilleteras” hicieron la mejor campaña de Racing Club en 20 años. Ese es el legado.

Por su parte, la CAI, que alineó como titulares Villegas y René Lima , dos jugadores con pasado en Primera División de AFA, sigue en carrera. Se medirá ante J.J. Moreno en la cuarta fase. Con yuyos, es más fácil ser brujo.


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