May y Corbyn finalizan diálogo por Brexit con reproches mutuos

La primera ministra británica, Theresa May, y el líder de la oposición laborista, Jeremy Corbyn, dieron hoy por concluidas las negociaciones interpartidarias sobre el Brexit con acusaciones cruzadas sobre las debilidades internas de sus respectivos partidos.

17 MAY 2019 - 16:15 | Actualizado

El primero en tirar la piedra fue Corbyn, quien dirigió a May una carta abierta en la que señaló que no tiene sentido continuar los contactos ante la "inestabilidad" de la formación en el poder, que dificulta llegar a un pacto.

La jefa del gobierno y el político izquierdista iniciaron hace seis semanas la negociación en un intento por alcanzar un tratado del Brexit que pudiera superar el trámite parlamentario, después de que el consensuado por May con Bruselas fuera rechazado tres veces por la Cámara de los Comunes británica.

Las conversaciones entre ambas partes "han ido lo más lejos que han podido, pero no hemos podido superar las importantes brechas políticas entre nosotros", agregó Corbyn.

Al referirse a las grietas internas en el Partido Conservador, indica que "la posición del gobierno se ha vuelto cada vez más inestable y su autoridad ha sido erosionada", lo que dificulta la posibilidad del Ejecutivo de alcanzar un acuerdo de compromiso sobre los términos de la retirada británica de la Unión Europea (UE), citó la agencia de noticias EFE.

May, por su parte, expresó que las conversaciones con el laborismo no prosperaron debido a que los miembros de esa formación mantienen posturas opuestas sobre como superar el Brexit.

"No hay una posición común dentro del laborismo sobre si quieren ejecutar el Brexit o celebrar un segundo referendo que lo pueda revertir", explicó May durante un acto electoral en Bristol.

Esa ausencia de consenso en el seno de la formación opositora había hecho, según la dirigente conservadora, que las conversaciones entre ambos grupos fueran "difíciles".

El fracaso de las negociaciones entre los partidos sale a la luz después de que la primera ministra aceptara ayer acordar un calendario para su retirada del poder una vez que los diputados tengan la oportunidad de votar por cuarta vez el acuerdo del Brexit en la semana que empieza el lunes 3 de junio.

El Reino Unido tenía previsto salir de la UE el 29 de marzo pero retrasó la desconexión hasta el próximo 31 de octubre por el rechazo del Parlamentario al acuerdo.

Los laboristas defienden una unión aduanera permanente con la UE, algo rechazado por el gobierno porque considera que imposibilitaría al Reino Unido negociar acuerdos comerciales con terceros países.

Ante la posible salida de May del poder en los próximos meses, el ex ministro de Exteriores Boris Johnson admitió ayer por primera vez que se presentará para el liderazgo del Partido Conservador, en unas primarias en las que, de ser elegido, sería automáticamente primer ministro.

La votación en la semana del 3 de junio coincidirá con la visita de Estado de tres días que hará el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al Reino Unido, donde será recibido por la reina Isabel II.

17 MAY 2019 - 16:15

El primero en tirar la piedra fue Corbyn, quien dirigió a May una carta abierta en la que señaló que no tiene sentido continuar los contactos ante la "inestabilidad" de la formación en el poder, que dificulta llegar a un pacto.

La jefa del gobierno y el político izquierdista iniciaron hace seis semanas la negociación en un intento por alcanzar un tratado del Brexit que pudiera superar el trámite parlamentario, después de que el consensuado por May con Bruselas fuera rechazado tres veces por la Cámara de los Comunes británica.

Las conversaciones entre ambas partes "han ido lo más lejos que han podido, pero no hemos podido superar las importantes brechas políticas entre nosotros", agregó Corbyn.

Al referirse a las grietas internas en el Partido Conservador, indica que "la posición del gobierno se ha vuelto cada vez más inestable y su autoridad ha sido erosionada", lo que dificulta la posibilidad del Ejecutivo de alcanzar un acuerdo de compromiso sobre los términos de la retirada británica de la Unión Europea (UE), citó la agencia de noticias EFE.

May, por su parte, expresó que las conversaciones con el laborismo no prosperaron debido a que los miembros de esa formación mantienen posturas opuestas sobre como superar el Brexit.

"No hay una posición común dentro del laborismo sobre si quieren ejecutar el Brexit o celebrar un segundo referendo que lo pueda revertir", explicó May durante un acto electoral en Bristol.

Esa ausencia de consenso en el seno de la formación opositora había hecho, según la dirigente conservadora, que las conversaciones entre ambos grupos fueran "difíciles".

El fracaso de las negociaciones entre los partidos sale a la luz después de que la primera ministra aceptara ayer acordar un calendario para su retirada del poder una vez que los diputados tengan la oportunidad de votar por cuarta vez el acuerdo del Brexit en la semana que empieza el lunes 3 de junio.

El Reino Unido tenía previsto salir de la UE el 29 de marzo pero retrasó la desconexión hasta el próximo 31 de octubre por el rechazo del Parlamentario al acuerdo.

Los laboristas defienden una unión aduanera permanente con la UE, algo rechazado por el gobierno porque considera que imposibilitaría al Reino Unido negociar acuerdos comerciales con terceros países.

Ante la posible salida de May del poder en los próximos meses, el ex ministro de Exteriores Boris Johnson admitió ayer por primera vez que se presentará para el liderazgo del Partido Conservador, en unas primarias en las que, de ser elegido, sería automáticamente primer ministro.

La votación en la semana del 3 de junio coincidirá con la visita de Estado de tres días que hará el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al Reino Unido, donde será recibido por la reina Isabel II.


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