Comarca Andina: la desocupación ya supera el 20%

“Será un invierno difícil y complicado para los sectores sociales más vulnerables, tampoco hay muchas posibilidades de revertir esta tendencia de merma laboral, más allá de la obra pública desplegada por el gobierno provincial a través del Plan Castello”, afirmó el José Almirón, coordinador de la Oficina de Empleo de El Bolsón.

José Almirón reconoció que la mala temporada turística afectó al comercio y la producción de fruta fina.
20 MAY 2019 - 21:22 | Actualizado

Será un invierno difícil y complicado para los sectores sociales más vulnerables, tampoco hay muchas posibilidades de revertir esta tendencia de merma laboral, más allá de la obra pública desplegada por el gobierno provincial a través del Plan Castello”, advirtió ayer el coordinador de la Oficina Municipal de Empleo de El Bolsón, José Almirón.

Reiteró que “la situación actual es preocupante”, con “proyecciones que superan el 20% de desocupación, aún sin tener en cuenta a las personas que trabajan de manera informal” (temporeros).

En coincidencia, reclamó que “debiéramos proteger la contratación de mano de obra local, con ordenanzas vigentes que necesitamos que se cumplan, aunque precisamos mayor estructura e inspectores para los controles”. Detalló que el organismo tiene “unas 300 solicitudes de trabajo a disposición de las empresas de la región. Los perfiles son variados y también incluyen profesionales”. Al frente de un equipo técnico, el funcionario reconoció que tras una mala temporada turística, que también afectó otros sectores, como el comercio y la producción de fruta fina, “se presentan unas 10 personas por día buscando mejoras en sus condiciones laborales” y que dicha demanda “se incrementó durante los últimos tres meses”. “Es la época del año en que el trabajo comienza a mermar”, remarcó Almirón, al tiempo que reconoció que “algo se ha reactivado con la construcción del asfalto del circuito Mallín Ahogado, donde han tomado a unos 20 operarios, pero la expectativa que teníamos es que incorporen al menos 100”. “La realidad de esta ciudad hoy nos muestra a muchos vendedores ambulantes en la calle, tratando de ganarse el mango”, graficó.

En tal sentido, se mostró esperanzado en que “en la medida que podamos implementar mejores políticas para el desarrollo turístico, lograremos revertir esta situación”. No obstante, subrayó que “además debemos gestionar que se reduzcan las cargas impositivas para los empresarios, ya que hoy la contratación de un empleado con un sueldo de $ 24.000, le implica otros $20.000 de aportes”. En consecuencia, “actualmente no se están presentando a buscar más gente para trabajar”. Entre “las franjas más vulnerables”, sumó a los “jóvenes interesados en el mundo del trabajo”, aunque limitados “a un programa de entrenamiento financiado por el Estado rionegrino, que apunta a brindar respuestas a la demanda y darles la oportunidad de que consigan su primer empleo”.

Concretamente, “se trata de formar a un chico en un puesto de trabajo a un costo cero, prácticamente. Tras la vinculación con la empresa interesada, se realiza una búsqueda en nuestra base de datos y hacemos una presentación de candidatos al empleador, quien selecciona al más adecuado a su criterio. Dicha prestación no es un contrato de trabajo, es solo un convenio temporal”, aclaró.

Mantener empleados

En correspondencia, el presidente de la Cámara de Comercio, Juan Carlos Martínez, pidió “hacer el mayor esfuerzo para mantener a nuestros empleados. Si todos los trabajadores tienen su sueldo a fin de mes, nos permite garantizar al menos un movimiento comercial mínimo. En cambio, si comenzamos a achicar, también se van a reducir nuestras ganancias. A la vez, vamos a tener un problema mayor porque habrá que darles asistencia social. De estas crisis no se sale echando gente”, sostuvo.

Si bien el turismo y el comercio son las mayores actividades económicas de la Comarca Andina, es singular el aporte de rubros de la producción como la fruta fina, el lúpulo y la industria maderera.

En tal sentido, la recesión se hace sentir en Lago Puelo, El Hoyo, Epuyén y Cholila, con índices de desocupación similares a El Bolsón. En El Maitén, por ejemplo, las empresas dedicadas a la producción de plantas de frutillas terminaron la temporada y comenzaron a despedir a sus cosecheros, quienes acaban pidiendo una changa de invierno en el municipio.

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José Almirón reconoció que la mala temporada turística afectó al comercio y la producción de fruta fina.
20 MAY 2019 - 21:22

Será un invierno difícil y complicado para los sectores sociales más vulnerables, tampoco hay muchas posibilidades de revertir esta tendencia de merma laboral, más allá de la obra pública desplegada por el gobierno provincial a través del Plan Castello”, advirtió ayer el coordinador de la Oficina Municipal de Empleo de El Bolsón, José Almirón.

Reiteró que “la situación actual es preocupante”, con “proyecciones que superan el 20% de desocupación, aún sin tener en cuenta a las personas que trabajan de manera informal” (temporeros).

En coincidencia, reclamó que “debiéramos proteger la contratación de mano de obra local, con ordenanzas vigentes que necesitamos que se cumplan, aunque precisamos mayor estructura e inspectores para los controles”. Detalló que el organismo tiene “unas 300 solicitudes de trabajo a disposición de las empresas de la región. Los perfiles son variados y también incluyen profesionales”. Al frente de un equipo técnico, el funcionario reconoció que tras una mala temporada turística, que también afectó otros sectores, como el comercio y la producción de fruta fina, “se presentan unas 10 personas por día buscando mejoras en sus condiciones laborales” y que dicha demanda “se incrementó durante los últimos tres meses”. “Es la época del año en que el trabajo comienza a mermar”, remarcó Almirón, al tiempo que reconoció que “algo se ha reactivado con la construcción del asfalto del circuito Mallín Ahogado, donde han tomado a unos 20 operarios, pero la expectativa que teníamos es que incorporen al menos 100”. “La realidad de esta ciudad hoy nos muestra a muchos vendedores ambulantes en la calle, tratando de ganarse el mango”, graficó.

En tal sentido, se mostró esperanzado en que “en la medida que podamos implementar mejores políticas para el desarrollo turístico, lograremos revertir esta situación”. No obstante, subrayó que “además debemos gestionar que se reduzcan las cargas impositivas para los empresarios, ya que hoy la contratación de un empleado con un sueldo de $ 24.000, le implica otros $20.000 de aportes”. En consecuencia, “actualmente no se están presentando a buscar más gente para trabajar”. Entre “las franjas más vulnerables”, sumó a los “jóvenes interesados en el mundo del trabajo”, aunque limitados “a un programa de entrenamiento financiado por el Estado rionegrino, que apunta a brindar respuestas a la demanda y darles la oportunidad de que consigan su primer empleo”.

Concretamente, “se trata de formar a un chico en un puesto de trabajo a un costo cero, prácticamente. Tras la vinculación con la empresa interesada, se realiza una búsqueda en nuestra base de datos y hacemos una presentación de candidatos al empleador, quien selecciona al más adecuado a su criterio. Dicha prestación no es un contrato de trabajo, es solo un convenio temporal”, aclaró.

Mantener empleados

En correspondencia, el presidente de la Cámara de Comercio, Juan Carlos Martínez, pidió “hacer el mayor esfuerzo para mantener a nuestros empleados. Si todos los trabajadores tienen su sueldo a fin de mes, nos permite garantizar al menos un movimiento comercial mínimo. En cambio, si comenzamos a achicar, también se van a reducir nuestras ganancias. A la vez, vamos a tener un problema mayor porque habrá que darles asistencia social. De estas crisis no se sale echando gente”, sostuvo.

Si bien el turismo y el comercio son las mayores actividades económicas de la Comarca Andina, es singular el aporte de rubros de la producción como la fruta fina, el lúpulo y la industria maderera.

En tal sentido, la recesión se hace sentir en Lago Puelo, El Hoyo, Epuyén y Cholila, con índices de desocupación similares a El Bolsón. En El Maitén, por ejemplo, las empresas dedicadas a la producción de plantas de frutillas terminaron la temporada y comenzaron a despedir a sus cosecheros, quienes acaban pidiendo una changa de invierno en el municipio.


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