Alertan nuevamente por la contaminación de la cuenca del Lago Puelo
Al frente de la Junta Vecinal del barrio Valle Nuevo, ubicado en la zona sur de El Bolsón, en el límite con Chubut, Mónica Falca denunció que “poco se ha hecho en estos últimos 30 años en materia ambiental. Estamos en la costa del arroyo Negro, que huele muy mal, y es uno de los temas que pretendemos abordar porque la contaminación nos sigue afectando”.
Recordó que “es histórico y son recurrentes los reclamos de la provincia vecina (Chubut) por los volcados hacia el río Quemquemtreu” y desde allí al río Azul y hacia toda la cuenca del lago Puelo.
Destacó como “contaminantes, tanto la planta depuradora de líquidos cloacales (ubicada sobre el Paralelo 42°), con un desagüe que está continuamente largando desechos; como el matadero privado, que también está tirando sus desechos hacia el arroyo Negro”.
“Como vecinos, queremos que actúen los organismos de control y fiscalización; además pretendemos reunirnos con los directivos del matadero para buscar una solución. No queremos tener problemas ni conflictos con ellos, aunque sabemos que están de manera ilegal en este predio. Hay una ordenanza que marca concretamente que no pueden estar porque estamos hablando de una zona urbanizada”, insistió.
A su lado, el referente barrial Norberto Juárez se preguntó “quién le pone el cascabel al gato. En años anteriores nos reunimos muchas veces con estos empresarios y acordaron que iban a trasladar su planta de faenado hacia el paraje Cuesta del Ternero. Hicimos un seguimiento hasta donde pudimos, pero no se cumplió y todo quedó dormido en los papeles”.
“Hace 35 años que vivo en el barrio y siempre fue una de las premisas de los vecinos. También propusieron llevarlo a Mallín Ahogado, pero nos opusimos porque en poco tiempo iban a tener el mismo problema que aquí. Sabemos que trabaja mucha gente y hay que mantenerlo, pero no en este lugar”, agregó.
Graficó que “en los alrededores se están haciendo muchas viviendas nuevas y complejos turísticos. Ahora se puede respirar, pero en verano es imposible”.
El dirigente dedicó un capítulo a “los gritos de los empleados y de las vacas que pasan a faena. Hace una semana, una nena que estuvo mirando desde el paredón me dijo que nunca más iba a comer carne, incluso quería llevarles pasto porque estaban llorando, decía. Es increíble como tratan a esos animales”.
Amparo
Cabe recordar que hace una década, la Corte Superior de Justicia declaró su competencia originaria para intervenir y ordenar medidas sobre la cuenca del río Puelo, ante un recurso de amparo en el que las demandadas fueron Chubut y Río Negro (concretamente la empresa Aguas Rionegrinas) y el Estado nacional.
Luego de ello, en julio de 2010, el entonces fiscal de Estado, Diego Carmona, realizó una presentación ante al organismo judicial, fundamentando que “la presunta contaminación del río Azul y su relación directa con la planta de tratamiento de líquidos cloacales de El Bolsón es un tema que desde hace varios años viene generado denuncias y reclamos desde diversos ámbitos comunitarios e institucionales de la comunidad de Lago Puelo”, al tiempo que pidió “una inspección ocular en el lugar y se tomen muestras para determinar fehacientemente si dicha planta se encuentra colapsada y por ende está tirando los desechos al río”.
La actual gestión municipal de El Bolsón había logrado en 2017 del Gobierno nacional la aprobación de la ampliación de la red cloacal y la modernización de la planta en conflicto, con un presupuesto de 175 millones de pesos, aunque al año siguiente quedó sin avances.
La obra preveía atender la demanda de crecimiento poblacional local al menos hasta 2036. Las actuales instalaciones, inauguradas en 1982, fueron previstas para 5.000 habitantes “y hoy ya sobrepasamos los 30.000 en el casco urbano”, explicaron.
Recordó que “es histórico y son recurrentes los reclamos de la provincia vecina (Chubut) por los volcados hacia el río Quemquemtreu” y desde allí al río Azul y hacia toda la cuenca del lago Puelo.
Destacó como “contaminantes, tanto la planta depuradora de líquidos cloacales (ubicada sobre el Paralelo 42°), con un desagüe que está continuamente largando desechos; como el matadero privado, que también está tirando sus desechos hacia el arroyo Negro”.
“Como vecinos, queremos que actúen los organismos de control y fiscalización; además pretendemos reunirnos con los directivos del matadero para buscar una solución. No queremos tener problemas ni conflictos con ellos, aunque sabemos que están de manera ilegal en este predio. Hay una ordenanza que marca concretamente que no pueden estar porque estamos hablando de una zona urbanizada”, insistió.
A su lado, el referente barrial Norberto Juárez se preguntó “quién le pone el cascabel al gato. En años anteriores nos reunimos muchas veces con estos empresarios y acordaron que iban a trasladar su planta de faenado hacia el paraje Cuesta del Ternero. Hicimos un seguimiento hasta donde pudimos, pero no se cumplió y todo quedó dormido en los papeles”.
“Hace 35 años que vivo en el barrio y siempre fue una de las premisas de los vecinos. También propusieron llevarlo a Mallín Ahogado, pero nos opusimos porque en poco tiempo iban a tener el mismo problema que aquí. Sabemos que trabaja mucha gente y hay que mantenerlo, pero no en este lugar”, agregó.
Graficó que “en los alrededores se están haciendo muchas viviendas nuevas y complejos turísticos. Ahora se puede respirar, pero en verano es imposible”.
El dirigente dedicó un capítulo a “los gritos de los empleados y de las vacas que pasan a faena. Hace una semana, una nena que estuvo mirando desde el paredón me dijo que nunca más iba a comer carne, incluso quería llevarles pasto porque estaban llorando, decía. Es increíble como tratan a esos animales”.
Amparo
Cabe recordar que hace una década, la Corte Superior de Justicia declaró su competencia originaria para intervenir y ordenar medidas sobre la cuenca del río Puelo, ante un recurso de amparo en el que las demandadas fueron Chubut y Río Negro (concretamente la empresa Aguas Rionegrinas) y el Estado nacional.
Luego de ello, en julio de 2010, el entonces fiscal de Estado, Diego Carmona, realizó una presentación ante al organismo judicial, fundamentando que “la presunta contaminación del río Azul y su relación directa con la planta de tratamiento de líquidos cloacales de El Bolsón es un tema que desde hace varios años viene generado denuncias y reclamos desde diversos ámbitos comunitarios e institucionales de la comunidad de Lago Puelo”, al tiempo que pidió “una inspección ocular en el lugar y se tomen muestras para determinar fehacientemente si dicha planta se encuentra colapsada y por ende está tirando los desechos al río”.
La actual gestión municipal de El Bolsón había logrado en 2017 del Gobierno nacional la aprobación de la ampliación de la red cloacal y la modernización de la planta en conflicto, con un presupuesto de 175 millones de pesos, aunque al año siguiente quedó sin avances.
La obra preveía atender la demanda de crecimiento poblacional local al menos hasta 2036. Las actuales instalaciones, inauguradas en 1982, fueron previstas para 5.000 habitantes “y hoy ya sobrepasamos los 30.000 en el casco urbano”, explicaron.