Expulsarán del país al narco español de los 110 kilos de cocaína en Poseidón

Es Alfredo Aranda Barberá, cerebro del fallido contrabando por el que cumple condena en la Unidad 6. No podrá volver al país nunca más.

05 JUN 2019 - 21:18 | Actualizado

Por Rolando Tobarez / @rtobarez

Alfredo Aranda Barberá, cerebro del frustrado contrabando de 110 kilos de cocaína hallados en la pesquera Poseidón, en Puerto Madryn, será expulsado a España y no podrá reingresar al país. Lo decidió el juez de Ejecución Enrique Guanziroli. El pedido a través de la Defensa Pública fue del propio Barberá, condenado en 2017 a 9 años de prisión por transporte de estupefacientes. Desde su detención está alojado en la Unidad 6 de Rawson y la mitad de su pena la cumplió el 29 de marzo de este año. La completaría el 28 de septiembre de 2023.

Por disposición del 8 de octubre de 2018, la Dirección Nacional de Migraciones ya había declarado la “irregularidad” de la permanencia de Barberá en Argentina y ordenó su expulsión con prohibición permanente de reingreso. Además del Caso Poseidón, el español no tiene antecedentes en el Registro Nacional de Reincidencia. Por eso cumple los requisitos para partir.

El magistrado pidió a Migraciones que coordine con los controles fronterizos para evitar cualquier intento de ingreso al país. El mismo pedido fue para Gendarmería, Prefectura y la Policía de Seguridad Aeroportuaria. “Que tomen debida nota en sus registros del impedimento de reingreso a la Argentina, y que en el supuesto que se tome noticia de que violó dicha restricción, deberá quedar detenido en calidad de condenado comunicado a disposición de este Juzgado de Ejecución Penal para continuar el cumplimiento de la pena”.

Sotificó a INTERPOL para que “haga saber dicha circunstancia a su par del Reino de España y a los fines de ser entregado a sus autoridades una vez arribado a ese país, a los que también deberá comunicarse la presente decisión”.

Una vez en su país de origen, el destino de Barberá dependerá de la Justicia española: desde quedar libre bajo caución hasta seguir preso hasta cumplir su pena.

La decisión se firmó el martes. Desde ese día corren cinco días para la expulsión a España. “Se deberá coordinar los medios necesarios con la Unidad 6 del Servicio Penitenciario Federal”. La cúpula de la U-6 deberá notificar a Barberá. Antes de entregarlo a Migraciones hará el último chequeo de causas pendientes, le entregará sus pertenencias, documentación y dinero. Será trasladado bajo custodia a una dependencia federal hasta la fecha de su viaje. Policía Federal o Aeroportuaria lo acompañará hasta España para su entrega a INTERPOL de ese país. Todo será notificado al Consulado de España.

La condena

Barberá tiene 56 años y es originario de Valencia. Según el fallo que lo condenó, simuló estar interesado en una carga de langostinos que se acondicionó en Mar del Plata para viajar a Madryn y de ahí ser exportado. “Su real inquietud encubierta y sus propósitos en exclusiva eran la calidad y cantidad que presentaron los tóxicos y su valor en la plaza europea de destino. Abordó un largo viaje al sur y posteriormente al exterior, donde viajó inmediatamente, lo que explica que su interés nunca fueron los crustáceos sino su compañía”.

El español buscaba una carga de buen precio más que de buena calidad. “Esto reveló el verdadero cometido del fin y presencia en la zona de Aranda Barberá, que no era llevar a Europa los mejores productos del mar argentino, sino los tóxicos prohibidos obtenidos y remitidos encubiertamente”.

Trabajó para Salvador Parra Gómez –cuya extradición no se autorizó-. Para el Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia, que lo condenó, es “obvio” que Barberá en la planta marplatense embaló los langostinos con la cocaína. “La manipulación individual corrió por cuenta de Aranda y su grupo, que tenían acceso a las cámaras y contando con el tiempo más que suficiente para introducir los casi cien paquetes de preparación subrepticia”.

Para la exportación creó la empresa Mar Pesca Azul, que existió desde febrero de 2013 con “operaciones escasamente documentadas y falta de una facturación acorde y constante. Fue una pantalla para disimular las verdaderas acciones de los protagonistas, que más que exportar pescado, les interesaban los tóxicos prohibidos”. Por el caso también fueron condenados Héctor Omar “Cura” Segundo, Juan Burgos y Nicolás Seoane.

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05 JUN 2019 - 21:18

Por Rolando Tobarez / @rtobarez

Alfredo Aranda Barberá, cerebro del frustrado contrabando de 110 kilos de cocaína hallados en la pesquera Poseidón, en Puerto Madryn, será expulsado a España y no podrá reingresar al país. Lo decidió el juez de Ejecución Enrique Guanziroli. El pedido a través de la Defensa Pública fue del propio Barberá, condenado en 2017 a 9 años de prisión por transporte de estupefacientes. Desde su detención está alojado en la Unidad 6 de Rawson y la mitad de su pena la cumplió el 29 de marzo de este año. La completaría el 28 de septiembre de 2023.

Por disposición del 8 de octubre de 2018, la Dirección Nacional de Migraciones ya había declarado la “irregularidad” de la permanencia de Barberá en Argentina y ordenó su expulsión con prohibición permanente de reingreso. Además del Caso Poseidón, el español no tiene antecedentes en el Registro Nacional de Reincidencia. Por eso cumple los requisitos para partir.

El magistrado pidió a Migraciones que coordine con los controles fronterizos para evitar cualquier intento de ingreso al país. El mismo pedido fue para Gendarmería, Prefectura y la Policía de Seguridad Aeroportuaria. “Que tomen debida nota en sus registros del impedimento de reingreso a la Argentina, y que en el supuesto que se tome noticia de que violó dicha restricción, deberá quedar detenido en calidad de condenado comunicado a disposición de este Juzgado de Ejecución Penal para continuar el cumplimiento de la pena”.

Sotificó a INTERPOL para que “haga saber dicha circunstancia a su par del Reino de España y a los fines de ser entregado a sus autoridades una vez arribado a ese país, a los que también deberá comunicarse la presente decisión”.

Una vez en su país de origen, el destino de Barberá dependerá de la Justicia española: desde quedar libre bajo caución hasta seguir preso hasta cumplir su pena.

La decisión se firmó el martes. Desde ese día corren cinco días para la expulsión a España. “Se deberá coordinar los medios necesarios con la Unidad 6 del Servicio Penitenciario Federal”. La cúpula de la U-6 deberá notificar a Barberá. Antes de entregarlo a Migraciones hará el último chequeo de causas pendientes, le entregará sus pertenencias, documentación y dinero. Será trasladado bajo custodia a una dependencia federal hasta la fecha de su viaje. Policía Federal o Aeroportuaria lo acompañará hasta España para su entrega a INTERPOL de ese país. Todo será notificado al Consulado de España.

La condena

Barberá tiene 56 años y es originario de Valencia. Según el fallo que lo condenó, simuló estar interesado en una carga de langostinos que se acondicionó en Mar del Plata para viajar a Madryn y de ahí ser exportado. “Su real inquietud encubierta y sus propósitos en exclusiva eran la calidad y cantidad que presentaron los tóxicos y su valor en la plaza europea de destino. Abordó un largo viaje al sur y posteriormente al exterior, donde viajó inmediatamente, lo que explica que su interés nunca fueron los crustáceos sino su compañía”.

El español buscaba una carga de buen precio más que de buena calidad. “Esto reveló el verdadero cometido del fin y presencia en la zona de Aranda Barberá, que no era llevar a Europa los mejores productos del mar argentino, sino los tóxicos prohibidos obtenidos y remitidos encubiertamente”.

Trabajó para Salvador Parra Gómez –cuya extradición no se autorizó-. Para el Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia, que lo condenó, es “obvio” que Barberá en la planta marplatense embaló los langostinos con la cocaína. “La manipulación individual corrió por cuenta de Aranda y su grupo, que tenían acceso a las cámaras y contando con el tiempo más que suficiente para introducir los casi cien paquetes de preparación subrepticia”.

Para la exportación creó la empresa Mar Pesca Azul, que existió desde febrero de 2013 con “operaciones escasamente documentadas y falta de una facturación acorde y constante. Fue una pantalla para disimular las verdaderas acciones de los protagonistas, que más que exportar pescado, les interesaban los tóxicos prohibidos”. Por el caso también fueron condenados Héctor Omar “Cura” Segundo, Juan Burgos y Nicolás Seoane.


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