Matías Nahuelquin: papá luchón y amante del deporte
Matías nació en Puerto Deseado y se vino a estudiar a Trelew cuando tenía 18 años. Desde entonces, se consolidó como trabajador en el Banco del Chubut, se dedicó al deporte y formó una familia, que hoy es toda su felicidad. Basquetbolero de corazón, fanático del futsal y apasionado de los fierros.
Por Martín Tacón
-¿Cuándo empezaste a hacer deportes?
-Empecé cuando era chiquito, a los 8 o 9 años. Deseado es un pueblo de veinte mil habitantes donde todos hacemos todo. Jugábamos al básquet, al fútbol con los chicos del barrio, hacía futsal. Después me decidí por el básquet porque ya estaba con la selección de Santa Cruz. Y en el automovilismo, mis tíos corrían y yo andaba con ellos, pero la oportunidad de subir a un auto de carrera fue cuando entré al Banco y saqué un crédito para comprar un auto de carrera. Ahí empecé a correr en Safari.
-Venís de una familia basquetbolera.
-Sí, le damos fuerte. Mi primo jugó Liga A y un primo mío jugó en Gimnasia de Comodoro. Cuando falleció mi papá, en el 2008, se empezó a hacer un torneo en Deseado que se llama “Rovina Nahuelquin”, en homenaje a mi viejo. Con Racing fuimos tres años y dos veces salimos campeones. La idea es traerlo este año a Trelew.
-¿Cuándo iniciaste en el Safari?
-Arranqué a correr en el 2014 en el 4 Cilindros Potenciados del Safari. Mi mecánico, el vasco Ardanz, me preparó el auto. Corrí tres años hasta que tuve un accidente en la última fecha del 2016 en Madryn, con la Cupé Fuego. No quedó nada, la destruí. Después empezamos a armar el auto para mi cuñado. A partir de este año estoy como delegado, con otros compañeros tomamos el mando de la categoría para mejorar y ayudar.
-Ustedes crearon la Multimarca Delantera.
-En 2016 presentamos un proyecto junto con Sergio Nain y Claudio Pugh para crear la MD 1.6. El año pasado fue homologada y corrió su primera carrera. Ahí estamos laburando.
-¿Cómo empezaste en el futsal?
-Empecé con un equipo que se llama Maluma, jugábamos el universitario en 2008, económica contra ingeniería. Después arrancamos el torneo en la B y llegamos hasta la liga de Honor. Después me fui a Consermar y hace cinco años estoy en Esmesani, que es un grupo bárbaro y hemos ganado todo lo que se nos cruzó. Fuimos campeones en Honor, campeones provinciales en Gaiman, Madryn y Rawson. Ahora nos afiliamos al torneo de AFA y estamos en cuartos de final. Se me cruzan los tiempos de entrenamiento con el básquet. El futsal me gusta pero siempre remarqué que el básquet es la prioridad.
-¿Es difícil llevar adelante tantas pasiones?
-Hacemos tiempo en la familia los sábados y domingos, excepto el Safari que es una vez por mes. Salgo del trabajo a las 3 de la tarde y ya me quedo en la casa. Entreno a la noche y vuelvo con la familia. La prioridad son ellos, el nene y mi señora. Es deporte, familia y trabajo.
-¿Qué cosas lindas te ha dejado el deporte?
-Lo mejor que me dejó el deporte son los amigos. Vine de Deseado, solo, no conocía a nadie. Caí a Racing por Nico De los Santos, que lo conocía de las selecciones. Mis mejores anécdotas se relacionan con el deporte por ellos, que me acobijaron acá y me hicieron un trelewense más. En el básquet, futsal y el automovilismo, lo más lindo son los amigos.
-Volviendo al básquet, pudieron sacarse al fin la espinita de ganarle a Deportivo Madryn...
-Con ellos perdimos la final el año pasado y antes con ellos habíamos perdido la semi. Es como una revancha. Siempre estamos ahí y no le podemos ganar. Creo que debemos ser el rival que más pelea le da, no se la hacemos fácil. Para nosotros fue muy importante haber ganado y estar en la final.
-¿Para el grupo sería lindo redondear esto con un campeonato?
-Tenemos jugadores de mucha data en el club, como el “galenso” Pugh y Bruno Echegaray. Para ellos y para mí, que tenemos muchos años en el club y no hemos ganado nunca un título, sería lindo. Pero también por el club, porque a Racing siempre le ha costado el básquet. El año pasado fue un objetivo cumplido haber llegar a la final. Este año era la final y un poquito más, y eso sería salir campeón. Sería hermoso redondear con un título.
-Se adaptaron rápido a Quijano.
-Él se adaptó rápido a nosotros. Es un técnico que nos sorprendió gratamente. Adaptándose a las necesidades, porque uno labura y tiene responsabilidades familiares y es difícil hacer un buen entrenamiento.
-¿Cómo ves la final con Ferro?
-Ferro es un equipo muy físico y nosotros tenemos que jugar a nuestro ritmo. Va a ser muy emotivo porque el objetivo es ser campeón. Vamos a jugar contra los nervios.
Por Martín Tacón
-¿Cuándo empezaste a hacer deportes?
-Empecé cuando era chiquito, a los 8 o 9 años. Deseado es un pueblo de veinte mil habitantes donde todos hacemos todo. Jugábamos al básquet, al fútbol con los chicos del barrio, hacía futsal. Después me decidí por el básquet porque ya estaba con la selección de Santa Cruz. Y en el automovilismo, mis tíos corrían y yo andaba con ellos, pero la oportunidad de subir a un auto de carrera fue cuando entré al Banco y saqué un crédito para comprar un auto de carrera. Ahí empecé a correr en Safari.
-Venís de una familia basquetbolera.
-Sí, le damos fuerte. Mi primo jugó Liga A y un primo mío jugó en Gimnasia de Comodoro. Cuando falleció mi papá, en el 2008, se empezó a hacer un torneo en Deseado que se llama “Rovina Nahuelquin”, en homenaje a mi viejo. Con Racing fuimos tres años y dos veces salimos campeones. La idea es traerlo este año a Trelew.
-¿Cuándo iniciaste en el Safari?
-Arranqué a correr en el 2014 en el 4 Cilindros Potenciados del Safari. Mi mecánico, el vasco Ardanz, me preparó el auto. Corrí tres años hasta que tuve un accidente en la última fecha del 2016 en Madryn, con la Cupé Fuego. No quedó nada, la destruí. Después empezamos a armar el auto para mi cuñado. A partir de este año estoy como delegado, con otros compañeros tomamos el mando de la categoría para mejorar y ayudar.
-Ustedes crearon la Multimarca Delantera.
-En 2016 presentamos un proyecto junto con Sergio Nain y Claudio Pugh para crear la MD 1.6. El año pasado fue homologada y corrió su primera carrera. Ahí estamos laburando.
-¿Cómo empezaste en el futsal?
-Empecé con un equipo que se llama Maluma, jugábamos el universitario en 2008, económica contra ingeniería. Después arrancamos el torneo en la B y llegamos hasta la liga de Honor. Después me fui a Consermar y hace cinco años estoy en Esmesani, que es un grupo bárbaro y hemos ganado todo lo que se nos cruzó. Fuimos campeones en Honor, campeones provinciales en Gaiman, Madryn y Rawson. Ahora nos afiliamos al torneo de AFA y estamos en cuartos de final. Se me cruzan los tiempos de entrenamiento con el básquet. El futsal me gusta pero siempre remarqué que el básquet es la prioridad.
-¿Es difícil llevar adelante tantas pasiones?
-Hacemos tiempo en la familia los sábados y domingos, excepto el Safari que es una vez por mes. Salgo del trabajo a las 3 de la tarde y ya me quedo en la casa. Entreno a la noche y vuelvo con la familia. La prioridad son ellos, el nene y mi señora. Es deporte, familia y trabajo.
-¿Qué cosas lindas te ha dejado el deporte?
-Lo mejor que me dejó el deporte son los amigos. Vine de Deseado, solo, no conocía a nadie. Caí a Racing por Nico De los Santos, que lo conocía de las selecciones. Mis mejores anécdotas se relacionan con el deporte por ellos, que me acobijaron acá y me hicieron un trelewense más. En el básquet, futsal y el automovilismo, lo más lindo son los amigos.
-Volviendo al básquet, pudieron sacarse al fin la espinita de ganarle a Deportivo Madryn...
-Con ellos perdimos la final el año pasado y antes con ellos habíamos perdido la semi. Es como una revancha. Siempre estamos ahí y no le podemos ganar. Creo que debemos ser el rival que más pelea le da, no se la hacemos fácil. Para nosotros fue muy importante haber ganado y estar en la final.
-¿Para el grupo sería lindo redondear esto con un campeonato?
-Tenemos jugadores de mucha data en el club, como el “galenso” Pugh y Bruno Echegaray. Para ellos y para mí, que tenemos muchos años en el club y no hemos ganado nunca un título, sería lindo. Pero también por el club, porque a Racing siempre le ha costado el básquet. El año pasado fue un objetivo cumplido haber llegar a la final. Este año era la final y un poquito más, y eso sería salir campeón. Sería hermoso redondear con un título.
-Se adaptaron rápido a Quijano.
-Él se adaptó rápido a nosotros. Es un técnico que nos sorprendió gratamente. Adaptándose a las necesidades, porque uno labura y tiene responsabilidades familiares y es difícil hacer un buen entrenamiento.
-¿Cómo ves la final con Ferro?
-Ferro es un equipo muy físico y nosotros tenemos que jugar a nuestro ritmo. Va a ser muy emotivo porque el objetivo es ser campeón. Vamos a jugar contra los nervios.