Reforzarán la seguridad en hospitales luego de salvaje agresión a enfermero

El Ministerio de Salud repudió el episodio que Ariel Patagua sufrió en Esquel, donde un sujeto le arrancó la oreja de un mordiscón. “Se impulsarán todas las gestiones para garantizar la seguridad”, dijeron. El protagonista quedó preso.

Relato. Pauli brindó detalles de la agitada madrugada en el Hospital.
24 JUN 2019 - 19:53 | Actualizado

El Ministerio de Salud repudió la agresión sufrida por un enfermero del Hospital Zonal de Esquel y remarcó que llevará adelante todas las gestiones para garantizar las medidas de seguridad necesarias, para evitar que estos hechos se repitan. La víctima fue el enfermero Ariel Patagua y Salud se solidarizó con él y su familia.

Según el parte de prensa, “los trabajadores de la salud son actores fundamentales, que hacen posible que la atención se materialice en forma adecuada y oportuna, y que en tal sentido deben ser objeto de respeto y cuidado por parte del sistema sanitario provincial y la propia comunidad usuaria de los servicios”.

En cuanto al episodio, del cual Jornada dio cuenta en su edición de ayer, la jefa de la Comisaría 1ª de Esquel, comisario Carolina Pauli, brindó más detalles del ataque de un individuo a un enfermero, un policía y un empleado de seguridad privada. En Radio Chubut lo identificó como Sebastián Thomsen y dijo que estará 15 días en prisión preventiva

A las 1.30 del domingo la dependencia recibió una llamada de la guardia del nosocomio, solicitando ayuda. Acudieron móviles de las comisarías 1ª y 2ª, Pauli incluida. Un hombre que esperaba atención por una dolencia en la espalda, cuando se le acercó un enfermero reaccionó de mala manera con insultos al profesional, quien cerró la puerta que da al servicio y avisó a la persona de seguridad privada y al policía destacado.

El paciente pateó la puerta e ingresó al sector de atención de la guardia. Golpeó al enfermero y al empleado de seguridad dañándoles el rostro con trompadas y patadas.

En medio de la trifulca, el sujeto (32 años) le mordió y le arrancó la oreja izquierda al enfermero. Según Pauli, “le arranca parte de la oreja y la escupe”.

Al llegar el joven estaba sin la camisa y cuando se le dio la voz de alto hizo caso omiso, e intentó fugarse por el patio interno para subirse a un vehículo. Obligó a los efectivos a un disparo disuasivo con una escopeta cargada con balas de goma anti-tumulto. En ese momento los policías accionaron para reducirlo. “No fue tarea fácil porque empezó a tirar trompadas y patadas al personal, queriendo resistir y motivando que entre seis hombres lucharan para esposarlo”.

Pauli señaló que al joven lo acompañaban dos personas: una estaba con él en la guardia, y otro esperaba en un auto. Ambos compañeros de trabajo llegados de Mar del Plata el miércoles para vender libros en la ciudad. Aseguró que ayudaron en todo momento, y no entendían la reacción del individuo, que en la celda siguió insultando al personal y comenzó a autolesionarse con las rejas.

Rompió un tomacorriente en el calabozo y se metió en la boca un pedazo de plástico para simular convulsiones. Acudió una ambulancia y se le practicó una maniobra para quitarle el elemento de la garganta.

Al enfermero se lo operó urgente para recomponerle la oreja rota por el mordiscón. Por la herida hubo intercambio de fluido y sangre, que llevó a pedir autorización al fiscal para extraer sangre al atacante y descartar una infección o transmisión de alguna enfermedad al empleado, a quien también se le realizó un estudio.

En los mismos análisis se sabrá si el violento tenía alcohol u otra sustancia en sangre. Ayer hasta la audiencia de control estaba detenido por daños, lesiones graves y leves, y atentado y resistencia a la autoridad.

Hechos como éste suceden de manera aislada, manifestó Carolina Pauli y señaló que hace cuatro meses las autoridades del hospital, solicitaron una guardia policial permanente.

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Relato. Pauli brindó detalles de la agitada madrugada en el Hospital.
24 JUN 2019 - 19:53

El Ministerio de Salud repudió la agresión sufrida por un enfermero del Hospital Zonal de Esquel y remarcó que llevará adelante todas las gestiones para garantizar las medidas de seguridad necesarias, para evitar que estos hechos se repitan. La víctima fue el enfermero Ariel Patagua y Salud se solidarizó con él y su familia.

Según el parte de prensa, “los trabajadores de la salud son actores fundamentales, que hacen posible que la atención se materialice en forma adecuada y oportuna, y que en tal sentido deben ser objeto de respeto y cuidado por parte del sistema sanitario provincial y la propia comunidad usuaria de los servicios”.

En cuanto al episodio, del cual Jornada dio cuenta en su edición de ayer, la jefa de la Comisaría 1ª de Esquel, comisario Carolina Pauli, brindó más detalles del ataque de un individuo a un enfermero, un policía y un empleado de seguridad privada. En Radio Chubut lo identificó como Sebastián Thomsen y dijo que estará 15 días en prisión preventiva

A las 1.30 del domingo la dependencia recibió una llamada de la guardia del nosocomio, solicitando ayuda. Acudieron móviles de las comisarías 1ª y 2ª, Pauli incluida. Un hombre que esperaba atención por una dolencia en la espalda, cuando se le acercó un enfermero reaccionó de mala manera con insultos al profesional, quien cerró la puerta que da al servicio y avisó a la persona de seguridad privada y al policía destacado.

El paciente pateó la puerta e ingresó al sector de atención de la guardia. Golpeó al enfermero y al empleado de seguridad dañándoles el rostro con trompadas y patadas.

En medio de la trifulca, el sujeto (32 años) le mordió y le arrancó la oreja izquierda al enfermero. Según Pauli, “le arranca parte de la oreja y la escupe”.

Al llegar el joven estaba sin la camisa y cuando se le dio la voz de alto hizo caso omiso, e intentó fugarse por el patio interno para subirse a un vehículo. Obligó a los efectivos a un disparo disuasivo con una escopeta cargada con balas de goma anti-tumulto. En ese momento los policías accionaron para reducirlo. “No fue tarea fácil porque empezó a tirar trompadas y patadas al personal, queriendo resistir y motivando que entre seis hombres lucharan para esposarlo”.

Pauli señaló que al joven lo acompañaban dos personas: una estaba con él en la guardia, y otro esperaba en un auto. Ambos compañeros de trabajo llegados de Mar del Plata el miércoles para vender libros en la ciudad. Aseguró que ayudaron en todo momento, y no entendían la reacción del individuo, que en la celda siguió insultando al personal y comenzó a autolesionarse con las rejas.

Rompió un tomacorriente en el calabozo y se metió en la boca un pedazo de plástico para simular convulsiones. Acudió una ambulancia y se le practicó una maniobra para quitarle el elemento de la garganta.

Al enfermero se lo operó urgente para recomponerle la oreja rota por el mordiscón. Por la herida hubo intercambio de fluido y sangre, que llevó a pedir autorización al fiscal para extraer sangre al atacante y descartar una infección o transmisión de alguna enfermedad al empleado, a quien también se le realizó un estudio.

En los mismos análisis se sabrá si el violento tenía alcohol u otra sustancia en sangre. Ayer hasta la audiencia de control estaba detenido por daños, lesiones graves y leves, y atentado y resistencia a la autoridad.

Hechos como éste suceden de manera aislada, manifestó Carolina Pauli y señaló que hace cuatro meses las autoridades del hospital, solicitaron una guardia policial permanente.


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