Sanguinetti busca ganar las elecciones en Uruguay con una coalición opositora

El dos veces ex mandatario de Uruguay Julio María Sanguinetti es el favorito para quedarse este domingo con la candidatura presidencial del Partido Colorado y ya habla de la necesidad de negociar una coalición con el resto de la oposición para desbancar al Frente Amplio en el balotaje y de flexibilizar el Mercosur.

28 JUN 2019 - 10:00 | Actualizado

"Desde que hace un año fundamos el grupo Batllistas, señalé dos propósitos, uno levantar el Partido Colorado para que fuera decisivo en la elección y otro, instalar la idea de un gobierno de coalición. Nadie alcanzará en la oposición, pensando con realismo, una mayoría suficiente", explicó el ex mandatario y precandidato en una entrevista por escrito con Télam.

Según la última encuesta de la consultora Factum, Sanguinetti, de 83 años, se convertiría en candidato del segundo partido más importante de la oposición con un 47% de los votos, frente a un 41% del economista Ernesto Talvi y 12% del ex ministro de Educación José Amorín Batlle, familiar del ex presidente Jorge Batlle.

Los más recientes sondeos también pronostican un balotaje presidencial.

Hace una semana, el grupo Radar sostuvo que el oficialista Frente Amplio (FA) tiene una intención de voto del 36% en primera vuelta, por delante del Partido Nacional (PN) con un 29% y el Partido Colorado (PC) con un 14%.

Unos días antes, la consultora Cifra otorgó empate al FA y al PN con un 32%, lejos del 15% del PC. En este último sondeo, los indecisos alcanzan un 15%.

"Tenemos que coordinar y, en lo básico, no advierto diferencias sustantivas (entre las fuerzas opositoras), como las hay, en cambio con el actual gobierno", destacó Sanguinetti y descartó tener que hacer importantes concesiones políticas en una eventual coalición opositora.

Al igual que los líderes del PN, para el ex presidente colorado el objetivo es terminar con los más de 14 años de gobierno del FA y lo que considera fueron sus dos grandes fracasos: la economía y la seguridad.

"Desde 2003 a 2013, nuestro país se benefició de la mayor bonanza de precios internacionales que se recuerda y, pese a ello, hoy tenemos un déficit presupuestal de 5% del PBI, una deuda externa que se triplicó y un sistema de seguridad al que se ha desfinanciado peligrosamente", sostuvo.

"Encarar estos punto es urgente, pero paralelamente adolecemos de una inseguridad nunca vista y de una educación que se ha estancado, lo que es gravísimo en un país con el nuestro", agregó.

Con esos dos objetivos en mente, Sanguinetti enumeró las reformas o cambios que pediría en un eventual gobierno de coalición con las hoy fuerzas opositoras.

"Hay que renovar la educación, que hoy está dominada por gremios que no aceptan cambios; hay que encarar el tema de seguridad ocupando el territorio con decisión ; hay que terminar con programas clientelísticos, que congelan la pobreza y no ayudan a superarla", dijo.

"Hay que apoyar específicamente sectores agrícolas y agro-industriales hoy abandonados a su suerte, -continuó- y hay que superar la resistencia a los tratados de libre comercio que es propia de la ideología frentista".

El otro cambio que impulsaría, si la oposición en su conjunto gana en la segunda vuelta presidencial en noviembre próximo, es un giro en política exterior.

"Uruguay tiene una política tradicional que en estos años ha adolecido de un desvío pro-chavista que la ha desvirtuado. Debemos recuperar nuestra tradición de multilateralidad en el mundo y apoyo de las democracias en nuestro hemisferio", explicó y propuso una reforma especial para el Mercosur.

"El Mercosur, que sigue siendo una idea estratégica, -explicó- debe flexibilizarse y transformar en, por lo menos, una zona de libre comercial real y efectiva".

28 JUN 2019 - 10:00

"Desde que hace un año fundamos el grupo Batllistas, señalé dos propósitos, uno levantar el Partido Colorado para que fuera decisivo en la elección y otro, instalar la idea de un gobierno de coalición. Nadie alcanzará en la oposición, pensando con realismo, una mayoría suficiente", explicó el ex mandatario y precandidato en una entrevista por escrito con Télam.

Según la última encuesta de la consultora Factum, Sanguinetti, de 83 años, se convertiría en candidato del segundo partido más importante de la oposición con un 47% de los votos, frente a un 41% del economista Ernesto Talvi y 12% del ex ministro de Educación José Amorín Batlle, familiar del ex presidente Jorge Batlle.

Los más recientes sondeos también pronostican un balotaje presidencial.

Hace una semana, el grupo Radar sostuvo que el oficialista Frente Amplio (FA) tiene una intención de voto del 36% en primera vuelta, por delante del Partido Nacional (PN) con un 29% y el Partido Colorado (PC) con un 14%.

Unos días antes, la consultora Cifra otorgó empate al FA y al PN con un 32%, lejos del 15% del PC. En este último sondeo, los indecisos alcanzan un 15%.

"Tenemos que coordinar y, en lo básico, no advierto diferencias sustantivas (entre las fuerzas opositoras), como las hay, en cambio con el actual gobierno", destacó Sanguinetti y descartó tener que hacer importantes concesiones políticas en una eventual coalición opositora.

Al igual que los líderes del PN, para el ex presidente colorado el objetivo es terminar con los más de 14 años de gobierno del FA y lo que considera fueron sus dos grandes fracasos: la economía y la seguridad.

"Desde 2003 a 2013, nuestro país se benefició de la mayor bonanza de precios internacionales que se recuerda y, pese a ello, hoy tenemos un déficit presupuestal de 5% del PBI, una deuda externa que se triplicó y un sistema de seguridad al que se ha desfinanciado peligrosamente", sostuvo.

"Encarar estos punto es urgente, pero paralelamente adolecemos de una inseguridad nunca vista y de una educación que se ha estancado, lo que es gravísimo en un país con el nuestro", agregó.

Con esos dos objetivos en mente, Sanguinetti enumeró las reformas o cambios que pediría en un eventual gobierno de coalición con las hoy fuerzas opositoras.

"Hay que renovar la educación, que hoy está dominada por gremios que no aceptan cambios; hay que encarar el tema de seguridad ocupando el territorio con decisión ; hay que terminar con programas clientelísticos, que congelan la pobreza y no ayudan a superarla", dijo.

"Hay que apoyar específicamente sectores agrícolas y agro-industriales hoy abandonados a su suerte, -continuó- y hay que superar la resistencia a los tratados de libre comercio que es propia de la ideología frentista".

El otro cambio que impulsaría, si la oposición en su conjunto gana en la segunda vuelta presidencial en noviembre próximo, es un giro en política exterior.

"Uruguay tiene una política tradicional que en estos años ha adolecido de un desvío pro-chavista que la ha desvirtuado. Debemos recuperar nuestra tradición de multilateralidad en el mundo y apoyo de las democracias en nuestro hemisferio", explicó y propuso una reforma especial para el Mercosur.

"El Mercosur, que sigue siendo una idea estratégica, -explicó- debe flexibilizarse y transformar en, por lo menos, una zona de libre comercial real y efectiva".


NOTICIAS RELACIONADAS