Otro desembarco de migrantes en Lampedusa eleva la tensión

Tras una negativa inicial, el gobierno italiano permitió hoy el desembarco de un nuevo barco humanitario en el puerto sureño de Lampedusa y alojó en un centro temporario de acogida a los 46 inmigrantes que iban a bordo, pero al mismo tiempo secuestró de forma preventiva el velero Alex que los rescató.

07 JUL 2019 - 15:57 | Actualizado

El desembarco de más inmigrantes y la confiscación de otro barco humanitario no solo profundizó la discusión en la Unión Europea, sino también dentro del propio gobierno italiano, en donde el vicecanciller Manlio Di Stefano, cruzó públicamente al viceprimer ministro, ministro del Interior, líder de la derecha europea e impulsor de la política de puertos cerrados, Matteo Salvini.

"Salvini se siente Maradona pero es como Higuaín fuera de forma", sentenció Si Stefano, un dirigente del Movimiento Cinco Estrellas, haciendo referencia a los dos futbolistas argentinos que jugaron en Italia.

Los 46 inmigrantes desembarcaron hoy a las 1.30 de la madrugada en Lampedusa e inmediatamente fueron conducidos a un centro de primera acogida, luego que el capitán del Alex decidiera que por el "estado de necesidad" debían llegar al puerto italiano pese a la negativa de Roma, según informó el diario Corriere della Sera.

El centro, con capacidad para 97 personas, alberga ahora a más de 200 inmigrantes llegados en las últimas horas, denunció el diario itailano.

Según agregó el diario Repubblica, el velero fue secuestrado de forma provisoria y las autoridades le aplicaron una multa de 16.000 euros, la mínima prevista por la ley, a la ONG Mediterránea que utiliza el barco para rescatar a migrantes y refugiados entre las costas del norte de África y el sur de Europa.

Además, el capitán del velero, Tommaso Stella, fue acusado de "favorecimiento de la inmigración ilegal" y violación del código de navegación por no haber respetado la orden de "pare" emitida por una nave de guerra italiana que custodiaba el puerto.

Tanto el secuestro preventivo del barco como el pedido de acusación contra el comandante deberán ser ratificados mañana lunes por la Fiscalía de Agrigento, en Sicilia, donde Stella deberá prestar declaración, según el diario Repubblica.

La llegada de los 46 inmigrantes, una semana después del arribo de otros 40 náufragos rescatados por la ONG alemana Sea Watch, volvió a poner en discusión la política de "puertos cerrados" que reclama el vicepremier y líder de la derechista Liga, Salvini.

Según la interpretación que defiende Salvini, las ONG que rescatan migrantes y refugiados de altamar para evitar que se ahoguen favorecen la actividad de los traficantes de personas.

Pese a que la postura de Salvini y de la derecha europea presiona cada vez al resto de los países en el bloque para no aceptar barcos humanitarios, el flujo de migrantes y refugiados en el Mediterráneo no cede y los rescates en altamar se multiplican.

Hoy también fue autorizado a desembarcar en Malta el barco Alan Kurdi, de la ONG alemana Sea Eye, con 65 inmigrantes a bordo, después de varias horas de esperar el acceso a un puerto seguro.

Según anunció a través de Twitter el premier maltés Joseph Muscat, los inmigrantes serán desembarcados en su país pero luego "relocalizados" en otros países europeos.

Salvini no solo defiende una política de puertos cerrados, sino que reclama a los países vecinos, especialmente aquellos que lo critican, que actúen con "solidaridad" y participen de la distribución de los migrantes y refugiados que llegan al continente a través de los puertos italianos.

Según datos de la oficina de Naciones Unidas para refugiados, ACNUR, este año murieron o desaparecieron en el Mediterráneo 666 personas, mientras otras 27.959 llegaron al continente europeo por vía marítima.

En medio de esta creciente crisis humanitaria y política, el papa Francisco celebrará mañana a las 11 de Roma (6 de Argentina) una misa "en recuerdo de todos los que han perdido la vida escapando de la guerra y la miseria y para alentar a aquellos que, cada día, se esfuerzan en sostener, acompañar y acoger a migrantes y refugiados".

07 JUL 2019 - 15:57

El desembarco de más inmigrantes y la confiscación de otro barco humanitario no solo profundizó la discusión en la Unión Europea, sino también dentro del propio gobierno italiano, en donde el vicecanciller Manlio Di Stefano, cruzó públicamente al viceprimer ministro, ministro del Interior, líder de la derecha europea e impulsor de la política de puertos cerrados, Matteo Salvini.

"Salvini se siente Maradona pero es como Higuaín fuera de forma", sentenció Si Stefano, un dirigente del Movimiento Cinco Estrellas, haciendo referencia a los dos futbolistas argentinos que jugaron en Italia.

Los 46 inmigrantes desembarcaron hoy a las 1.30 de la madrugada en Lampedusa e inmediatamente fueron conducidos a un centro de primera acogida, luego que el capitán del Alex decidiera que por el "estado de necesidad" debían llegar al puerto italiano pese a la negativa de Roma, según informó el diario Corriere della Sera.

El centro, con capacidad para 97 personas, alberga ahora a más de 200 inmigrantes llegados en las últimas horas, denunció el diario itailano.

Según agregó el diario Repubblica, el velero fue secuestrado de forma provisoria y las autoridades le aplicaron una multa de 16.000 euros, la mínima prevista por la ley, a la ONG Mediterránea que utiliza el barco para rescatar a migrantes y refugiados entre las costas del norte de África y el sur de Europa.

Además, el capitán del velero, Tommaso Stella, fue acusado de "favorecimiento de la inmigración ilegal" y violación del código de navegación por no haber respetado la orden de "pare" emitida por una nave de guerra italiana que custodiaba el puerto.

Tanto el secuestro preventivo del barco como el pedido de acusación contra el comandante deberán ser ratificados mañana lunes por la Fiscalía de Agrigento, en Sicilia, donde Stella deberá prestar declaración, según el diario Repubblica.

La llegada de los 46 inmigrantes, una semana después del arribo de otros 40 náufragos rescatados por la ONG alemana Sea Watch, volvió a poner en discusión la política de "puertos cerrados" que reclama el vicepremier y líder de la derechista Liga, Salvini.

Según la interpretación que defiende Salvini, las ONG que rescatan migrantes y refugiados de altamar para evitar que se ahoguen favorecen la actividad de los traficantes de personas.

Pese a que la postura de Salvini y de la derecha europea presiona cada vez al resto de los países en el bloque para no aceptar barcos humanitarios, el flujo de migrantes y refugiados en el Mediterráneo no cede y los rescates en altamar se multiplican.

Hoy también fue autorizado a desembarcar en Malta el barco Alan Kurdi, de la ONG alemana Sea Eye, con 65 inmigrantes a bordo, después de varias horas de esperar el acceso a un puerto seguro.

Según anunció a través de Twitter el premier maltés Joseph Muscat, los inmigrantes serán desembarcados en su país pero luego "relocalizados" en otros países europeos.

Salvini no solo defiende una política de puertos cerrados, sino que reclama a los países vecinos, especialmente aquellos que lo critican, que actúen con "solidaridad" y participen de la distribución de los migrantes y refugiados que llegan al continente a través de los puertos italianos.

Según datos de la oficina de Naciones Unidas para refugiados, ACNUR, este año murieron o desaparecieron en el Mediterráneo 666 personas, mientras otras 27.959 llegaron al continente europeo por vía marítima.

En medio de esta creciente crisis humanitaria y política, el papa Francisco celebrará mañana a las 11 de Roma (6 de Argentina) una misa "en recuerdo de todos los que han perdido la vida escapando de la guerra y la miseria y para alentar a aquellos que, cada día, se esfuerzan en sostener, acompañar y acoger a migrantes y refugiados".


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