Londres presiona a Irán para recuperar el petrolero capturado y crece la tensión en el Golfo Pérsico

El Reino Unido aumentó su presión sobre Irán para lograr la rápida liberación de un buque petrolero capturado ayer en el estrecho de Ormuz, mientras varias potencias mundiales hicieron firmes llamamientos para bajar la tensión en el Golfo Pérsico.

19 JUL 2019 - 19:04 | Actualizado

El ministro de Relaciones Exteriores, Jeremy Hunt, convocó al encargado de negocios iraní en Londres, Mohsen Omid Zamani, para presentar una protesta formal tras la captura del petrolero Stena Impero.

Hunt había expresado ayer su preocupación por el incidente y advirtió a Teherán que el camino que ha elegido es "peligroso", una posición que avalaron Alemania y Francia, cuyos gobiernos exigieron la pronta liberación del petrolero y llamaron a evitar una escalada de tensiones en el Golfo Pérsico.

Referentes iraníes, por su parte, explicaron que la captura del petrolero británico en aguas del estrecho de Ormuz fue una represalia por la captura del buque iraní Grace 1 en Gibraltar, dos semanas atrás, mientras el ministro de Exteriores de la república islámica, Mohamad Yavad Zarif, exigió al Reino Unido que deje de ser "cómplice" de las sanciones de Estados Unidos contra su país.

"El Reino Unido debe dejar de ser cómplice del terrorismo económico de Estados Unidos", escribió en Twitter Zarif en referencia a las sanciones impuestas por Washington a Teherán tras romper el acuerdo nuclear de 2015.

El petrolero británico Stena Impero y sus 23 tripulantes fueron caputurados ayer en el estrecho de Ormuz, el pasillo que une el Golfo Pérsico con el Golfo de Omán y por el que pasa un quinto del crudo que se comercializa a nivel mundial.

Los rastreadores marítimos muestran que se dirigía hacia un puerto en Arabia Saudita.

Londres advirtió ayer de que podría haber "graves consecuencias" si la situación no se resuelve pronto, aunque aclaró que no está considerando opciones militares.

Alemania y Francia, por su parte, condenaron la captura del barco y alertaron del peligro de otra escalada de tensión.

"Otra escalada regional sería muy peligrosa, ya que también socavaría los esfuerzos para encontrar una salida a la crisis actual", dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores alemán, que exigió la liberación del petrolero de bandera británica.

A su vez, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia emitió una declaración en la que subrayó que "esta acción es perjudicial para la necesaria desescalada de tensión en la región del Golfo.".

En tanto, voceros de los poderosos consejos iraníes aseguraron que no van a retroceder.

"No buscamos la guerra pero no retrocederemos ni un milímetro para tomar medidas de represalia, ya sea contra Sadam (Husein), (Donald) Trump o la Reina (Isabel)", escribió en Twitter el secretario del Consejo de Discernimiento de Irán, Mohsen Rezai.

En esa misma línea, el vocero del Consejo de los Guardianes, Abbas Ali Kadkhodaei, subrayó que el "la regla de acciones recíprocas es bien conocida en el derecho internacional" y que Irán solo está tomando medidas para enfrentar la guerra económica y la incautación de su petróleo".

El 4 de julio, la marina británica capturó el petrolero iraní Grace 1 en Gibraltar, un territorio de ultramar situado en la costa sur de España, con una valiosa carga.

Londres aseguró que el buque sería liberado si Irán pudiera probar que no estaba transportando crudo a Siria, algo que infringiría las sanciones de la Unión Europea contra el país árabe.

Sin embargo, un tribunal de Gibraltar extendió ayer por otros 30 días la detención del Grace 1, que opera con bandera panameña.

El clima de tensión comenzó a elevarse en mayo, cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el envío de portaaviones y tropas adicionales a la región, en respuesta a supuestas amenazas iraníes.

Pero la polémica había comenzado el año pasado con la decisión del mandatario estadounidense de abandonar el acuerdo nuclear firmado por el G5+1 e Irán en 2015 e imponer sanciones económicas contra la nación persa.

Teherán ha presionado a los demás socios del acuerdo (Reino Unido, Francia, Rusia, China y Alemania) para que hallen la manera del burlar las sanciones, que están estrangulando a la economía iraní.

La situación ha provocado inquietud en todo el mundo y el temor a que cada maniobra en las aguas del golfo Pérsico pueda conducir a la guerra.

En las últimas semanas, seis buques petroleros fueron atacados en el estrecho de Ormuz, en una serie de hechos por los que Estados Unidos ha acusado a Irán.

19 JUL 2019 - 19:04

El ministro de Relaciones Exteriores, Jeremy Hunt, convocó al encargado de negocios iraní en Londres, Mohsen Omid Zamani, para presentar una protesta formal tras la captura del petrolero Stena Impero.

Hunt había expresado ayer su preocupación por el incidente y advirtió a Teherán que el camino que ha elegido es "peligroso", una posición que avalaron Alemania y Francia, cuyos gobiernos exigieron la pronta liberación del petrolero y llamaron a evitar una escalada de tensiones en el Golfo Pérsico.

Referentes iraníes, por su parte, explicaron que la captura del petrolero británico en aguas del estrecho de Ormuz fue una represalia por la captura del buque iraní Grace 1 en Gibraltar, dos semanas atrás, mientras el ministro de Exteriores de la república islámica, Mohamad Yavad Zarif, exigió al Reino Unido que deje de ser "cómplice" de las sanciones de Estados Unidos contra su país.

"El Reino Unido debe dejar de ser cómplice del terrorismo económico de Estados Unidos", escribió en Twitter Zarif en referencia a las sanciones impuestas por Washington a Teherán tras romper el acuerdo nuclear de 2015.

El petrolero británico Stena Impero y sus 23 tripulantes fueron caputurados ayer en el estrecho de Ormuz, el pasillo que une el Golfo Pérsico con el Golfo de Omán y por el que pasa un quinto del crudo que se comercializa a nivel mundial.

Los rastreadores marítimos muestran que se dirigía hacia un puerto en Arabia Saudita.

Londres advirtió ayer de que podría haber "graves consecuencias" si la situación no se resuelve pronto, aunque aclaró que no está considerando opciones militares.

Alemania y Francia, por su parte, condenaron la captura del barco y alertaron del peligro de otra escalada de tensión.

"Otra escalada regional sería muy peligrosa, ya que también socavaría los esfuerzos para encontrar una salida a la crisis actual", dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores alemán, que exigió la liberación del petrolero de bandera británica.

A su vez, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia emitió una declaración en la que subrayó que "esta acción es perjudicial para la necesaria desescalada de tensión en la región del Golfo.".

En tanto, voceros de los poderosos consejos iraníes aseguraron que no van a retroceder.

"No buscamos la guerra pero no retrocederemos ni un milímetro para tomar medidas de represalia, ya sea contra Sadam (Husein), (Donald) Trump o la Reina (Isabel)", escribió en Twitter el secretario del Consejo de Discernimiento de Irán, Mohsen Rezai.

En esa misma línea, el vocero del Consejo de los Guardianes, Abbas Ali Kadkhodaei, subrayó que el "la regla de acciones recíprocas es bien conocida en el derecho internacional" y que Irán solo está tomando medidas para enfrentar la guerra económica y la incautación de su petróleo".

El 4 de julio, la marina británica capturó el petrolero iraní Grace 1 en Gibraltar, un territorio de ultramar situado en la costa sur de España, con una valiosa carga.

Londres aseguró que el buque sería liberado si Irán pudiera probar que no estaba transportando crudo a Siria, algo que infringiría las sanciones de la Unión Europea contra el país árabe.

Sin embargo, un tribunal de Gibraltar extendió ayer por otros 30 días la detención del Grace 1, que opera con bandera panameña.

El clima de tensión comenzó a elevarse en mayo, cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el envío de portaaviones y tropas adicionales a la región, en respuesta a supuestas amenazas iraníes.

Pero la polémica había comenzado el año pasado con la decisión del mandatario estadounidense de abandonar el acuerdo nuclear firmado por el G5+1 e Irán en 2015 e imponer sanciones económicas contra la nación persa.

Teherán ha presionado a los demás socios del acuerdo (Reino Unido, Francia, Rusia, China y Alemania) para que hallen la manera del burlar las sanciones, que están estrangulando a la economía iraní.

La situación ha provocado inquietud en todo el mundo y el temor a que cada maniobra en las aguas del golfo Pérsico pueda conducir a la guerra.

En las últimas semanas, seis buques petroleros fueron atacados en el estrecho de Ormuz, en una serie de hechos por los que Estados Unidos ha acusado a Irán.


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