Potencian desarrollo de la actividad apícola en toda la Comarca Andina

Apicultores de zona cordillerana se reunieron el fin de semana en Epuyén, en el marco del “primer curso de iniciación en la actividad, libre y gratuito, y con la premisa de conocer el fascinante mundo de las abejas”, según detalló el presidente de la Asociación Apícola de la Comarca Andina, José Mozzi.

20 JUL 2019 - 19:37 | Actualizado

Al reseñar el crecimiento y desarrollo del sector, recordó que “la verdadera magia es la polinización, que favorece a la existencia de las especies, después viene todo lo que conocemos y consumimos. Los rindes de la producción regional no alcanzan a abastecer la demanda local, por ello es importante que los municipios apoyen esta actividad, principalmente en la premisa de cuidar a la abeja y a la naturaleza”, destacó en la sede de la sala de extracción emplazada junto al molino harinero de Epuyén, que “es abierta y sirve a todos por igual”.

El grupo, ya con siete años de gestión, reúne a 25 productores inscriptos en el Registro Nacional de Productores Apícolas (Renapa) de las localidades de Cholila, El Maitén, Epuyén, El Hoyo, Lago Puelo y El Bolsón.

En referencia a la flora nativa que da características particulares a la miel de la zona, Mozzi resaltó que “recién ahora estamos diferenciado los productos de cada lugar. Es un trabajo de investigación que estamos llevando a cabo con el aporte de la Universidad del Comahue y el objetivo es tener un certificado de origen patagónico que acredite su procedencia”.

En comparación con el sur de Chile, donde es valorada y apreciada la miel de ulmo o de arrayán, el referente apícola precisó que “lo ideal es que haya un porcentaje mayor de la especie monofloral que se quiera destacar”.

A su lado, Mariana Chaves, con colmenas en la localidad de Epuyén y en la meseta, diferenció a “las mieles de montaña de las mieles de estepa, donde prevalecen las plantas espinosas y pinchudas que tienen una mayor persistencia de aromas en el néctar y que proporcionan una característica de más intensidad”, según explicó. En realidad, “la mayoría de los alimentos que consumimos y la diversidad de la que nos beneficiamos en esta zona depende fundamentalmente de la polinización”, recalcó.

Agregó que “somos productores y apoyamos la polinización de especies para sostener nuestra actividad. Nuestro objetivo es que la gente pueda entender que comprando miel de nuestra región, está apoyando la posibilidad de seguir disfrutando del bosque, de la fruta fina y de todo lo que caracteriza a la cordillera”.

“El aire puro que disfrutamos mientras hacemos una caminata por el lago, el sabor que caracterizan a nuestras comidas o a las cervezas artesanales, tienen que ver necesariamente con las abejas”, insistió.

Con todo, remarcó que “dependemos del trabajo asociativo y cooperativo y también del agregado de valor, ya que la Patagonia no tiene los mismos rendimientos de colmenas que la Pampa Húmeda o el norte del país. Los costos de producción son distintos, allá venden la miel en tambores y acá fraccionada. Además, hay que sumar el desarrollo de otros productos como el propóleo, el polen y la cera”, concluyó.

De interés

A partir de un proyecto presentado por la concejal Rosa Monsalve (FpV), el Concejo Deliberante de El Bolsón declaró la semana pasada de interés municipal “la actividad apícola en todo el ejido, difundiendo la importancia de la abeja para el mundo en su rol de protección del medio ambiente, polinización y productora de alimentos y medicinas, promoviendo a la Patagonia andina como zona mundial protegida para su crianza y cuidado”.

En los fundamentos, se subraya que el grupo establecido en Mallín Ahogado y la zona rural “es discípulo del maestro César Massachessi, quien impulsa en el CEA 3 un espacio de aprendizaje y fortalecimiento de la apicultura regional, con un apiario de investigación, un laboratorio en formación y una sala de extracción comunitaria”.

Asimismo, reclaman “avanzar con la aplicación del ‘Plan sanitario urgente y de buenas prácticas apícolas’ para el fortalecimiento y supervivencia de las colonias de abejas”, al tiempo que ponderan a la Comarca Andina porque “presenta valiosos estándares para convertirse en una zona mundial protegida para la crianza y cuidado de las abejas”, en función de que “la flora nativa le proporciona un alimento de extraordinario valor nutricional y un polen de altísima calidad”.#

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20 JUL 2019 - 19:37

Al reseñar el crecimiento y desarrollo del sector, recordó que “la verdadera magia es la polinización, que favorece a la existencia de las especies, después viene todo lo que conocemos y consumimos. Los rindes de la producción regional no alcanzan a abastecer la demanda local, por ello es importante que los municipios apoyen esta actividad, principalmente en la premisa de cuidar a la abeja y a la naturaleza”, destacó en la sede de la sala de extracción emplazada junto al molino harinero de Epuyén, que “es abierta y sirve a todos por igual”.

El grupo, ya con siete años de gestión, reúne a 25 productores inscriptos en el Registro Nacional de Productores Apícolas (Renapa) de las localidades de Cholila, El Maitén, Epuyén, El Hoyo, Lago Puelo y El Bolsón.

En referencia a la flora nativa que da características particulares a la miel de la zona, Mozzi resaltó que “recién ahora estamos diferenciado los productos de cada lugar. Es un trabajo de investigación que estamos llevando a cabo con el aporte de la Universidad del Comahue y el objetivo es tener un certificado de origen patagónico que acredite su procedencia”.

En comparación con el sur de Chile, donde es valorada y apreciada la miel de ulmo o de arrayán, el referente apícola precisó que “lo ideal es que haya un porcentaje mayor de la especie monofloral que se quiera destacar”.

A su lado, Mariana Chaves, con colmenas en la localidad de Epuyén y en la meseta, diferenció a “las mieles de montaña de las mieles de estepa, donde prevalecen las plantas espinosas y pinchudas que tienen una mayor persistencia de aromas en el néctar y que proporcionan una característica de más intensidad”, según explicó. En realidad, “la mayoría de los alimentos que consumimos y la diversidad de la que nos beneficiamos en esta zona depende fundamentalmente de la polinización”, recalcó.

Agregó que “somos productores y apoyamos la polinización de especies para sostener nuestra actividad. Nuestro objetivo es que la gente pueda entender que comprando miel de nuestra región, está apoyando la posibilidad de seguir disfrutando del bosque, de la fruta fina y de todo lo que caracteriza a la cordillera”.

“El aire puro que disfrutamos mientras hacemos una caminata por el lago, el sabor que caracterizan a nuestras comidas o a las cervezas artesanales, tienen que ver necesariamente con las abejas”, insistió.

Con todo, remarcó que “dependemos del trabajo asociativo y cooperativo y también del agregado de valor, ya que la Patagonia no tiene los mismos rendimientos de colmenas que la Pampa Húmeda o el norte del país. Los costos de producción son distintos, allá venden la miel en tambores y acá fraccionada. Además, hay que sumar el desarrollo de otros productos como el propóleo, el polen y la cera”, concluyó.

De interés

A partir de un proyecto presentado por la concejal Rosa Monsalve (FpV), el Concejo Deliberante de El Bolsón declaró la semana pasada de interés municipal “la actividad apícola en todo el ejido, difundiendo la importancia de la abeja para el mundo en su rol de protección del medio ambiente, polinización y productora de alimentos y medicinas, promoviendo a la Patagonia andina como zona mundial protegida para su crianza y cuidado”.

En los fundamentos, se subraya que el grupo establecido en Mallín Ahogado y la zona rural “es discípulo del maestro César Massachessi, quien impulsa en el CEA 3 un espacio de aprendizaje y fortalecimiento de la apicultura regional, con un apiario de investigación, un laboratorio en formación y una sala de extracción comunitaria”.

Asimismo, reclaman “avanzar con la aplicación del ‘Plan sanitario urgente y de buenas prácticas apícolas’ para el fortalecimiento y supervivencia de las colonias de abejas”, al tiempo que ponderan a la Comarca Andina porque “presenta valiosos estándares para convertirse en una zona mundial protegida para la crianza y cuidado de las abejas”, en función de que “la flora nativa le proporciona un alimento de extraordinario valor nutricional y un polen de altísima calidad”.#


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