Editorial / Chubut, acuciada por las deudas, coquetea con el límite de sus posibilidades

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Caos en la capital provincial. A la crisis generada por la falta de pago de haberes se sumó el paro de los empleados municipales.
20 JUL 2019 - 20:04 | Actualizado

En la agonía de la semana, con la oscuridad de la noche cayendo sobre la provincia, Cammesa cumplió con lo prometido y le bajó la potencia a la energía que le entrega a Rawson como escarmiento por las deudas que mantienen las cooperativas eléctricas. Fue la metáfora perfecta para Chubut, que cada día tiene más sombras.

Rawson, antes de esto, se había convertido en el escenario del caos: calles cortadas, oficinas públicas tomadas por los trabajadores estatales, la obra social ocupada por decenas de jubilados, víctimas de un desamparo atroz e inexplicable y, como pintura general, la mugre desparramada por todos lados por el paro de municipales, como para cerrar la tormenta perfecta de los desaciertos.

Ni la situación de las arcas provinciales, que explotaron como se esperaba después del fenomenal endeudamiento al que se acudió en los últimos años, ni la reacción de los empleados públicos que no cobran sus sueldos en tiempo y forma y que, ante ello, pierden plata por vencimientos incumplidos, tarjetas impagas, intereses que suman cada día. Lo novedoso aquí se relaciona con la insólita forma que eligió el gobierno para gestionar la crisis: escalonó de hecho otra vez el pago pero sin comunicarlo con claridad y privilegió inefablemente a unos trabajadores sobre otros, marcando una línea de “valores” en la que, insólitamente, dejó para el final a los más necesitados, que son los jubilados. El gobierno se llevó empatía a diciembre y sensibilidad social a marzo.

La baja de potencia en la energía de la capital provincial no fue el único golpe del último día de la semana. Hartos de los constantes incumplimientos, los médicos anunciaron un nuevo corte de las prestaciones para la obra social de la provincia y ATECh, en base a lo resuelto en las asambleas desarrolladas en toda la provincia, anunció que mañana no reinician las clases en la provincia. Es que el gremio convocó a un paro por 48 horas que se acopla al de los auxiliares de la educación que también extienden las medidas de protesta hasta la medianoche del martes. Entre otros argumentos, exponen el nulo cumplimiento en las refacciones de los edificios, algo que se acordó en paritarias.

En medio de todo se salió a reconocer, con postura de sorpresa, un descuento de 700 millones de pesos por deudas adquiridas que se utilizó como explicación de los innumerables inconvenientes para hacer frente al pago de sueldos. Ni a marzo ni a diciembre, las materias previsión y lógica directamente no las cursaron.

Estalló, como era previsible

La reducción del 5 % en la entrega de energía que Cammesa ejecutó sobre Rawson no se quedará ahí, pues durante la semana llegará al 10 %. La empresa que regula el mercado mayorista ya había advertido que tomaría esta medida por las deudas que acumulan las cooperativas de Chubut, que hoy superan los 4 mil millones de pesos.

El recorte en la potencia podría generar fallas en los domicilios, bajas de tensión y hasta afectar equipos e instalaciones de bombeos de cloacas y agua potable. Además de instalaciones sensibles de usuarios.

Puerto Madryn y Trelew serán las próximas ciudades afectadas por la medida. En este último caso el titular de su cooperativa, Fabián Gómez Lozano, ya advirtió que si se concreta no podrá funcionar.

Nada resulta novedoso, ni sorpresivo. Cammesa avisó que iría por este camino. Es por eso que desde la Federación de Cooperativas y también el Ente Regulador de Servicios Públicos de Chubut se busca desde hace meses un esquema para afrontar el pago de estas deudas, pero el gasto corriente supera a la recaudación, potenciado esto por los salvajes aumentos impuestos por Nación y la quita de subsidios que antes daban oxígeno a las cuentas.

No es exclusivo de Chubut pues lo sufren en todo el país, aunque en otros casos el Estado provincial no dudó –como Corrientes, por ejemplo- y se hizo cargo de las deudas porque, simplemente, es eso o quedar a oscuras, como ya lo está Rawson.

Los servicios públicos no son sustentables en Chubut. No lo eran hace un mes, ni hace cinco años. Eso generó la acumulación de una deuda espectacular que las cooperativas no sólo no pueden pagar sino que con la dinámica del mercado hoy, seguirán aumentando. Eso sabe Cammesa y, desde su insensibilidad social y mirada de mercado, decide como decide.

Chubut dilató hasta lo imposible la toma de una decisión respecto a esto. De hecho, es la provincia más endeudada con el mercado energético. Y lo que hoy comienzan a sufrir los centros más poblados ya lo vienen padeciendo las cooperativas del interior, presas de un desamparo inexplicable.

Son horas de decisiones drásticas, no da para más, pero la pregunta incómoda es bastante ramplona: si no se pueden pagar los sueldos en tiempo y forma, ¿cómo se hará para reunir el dinero que requiere todo lo demás, que es justamente gobernar y pagar deudas que permitan hacerlo?

Nadie tiene una respuesta. No en este gobierno, cuanto menos hasta aquí.

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Caos en la capital provincial. A la crisis generada por la falta de pago de haberes se sumó el paro de los empleados municipales.
20 JUL 2019 - 20:04

En la agonía de la semana, con la oscuridad de la noche cayendo sobre la provincia, Cammesa cumplió con lo prometido y le bajó la potencia a la energía que le entrega a Rawson como escarmiento por las deudas que mantienen las cooperativas eléctricas. Fue la metáfora perfecta para Chubut, que cada día tiene más sombras.

Rawson, antes de esto, se había convertido en el escenario del caos: calles cortadas, oficinas públicas tomadas por los trabajadores estatales, la obra social ocupada por decenas de jubilados, víctimas de un desamparo atroz e inexplicable y, como pintura general, la mugre desparramada por todos lados por el paro de municipales, como para cerrar la tormenta perfecta de los desaciertos.

Ni la situación de las arcas provinciales, que explotaron como se esperaba después del fenomenal endeudamiento al que se acudió en los últimos años, ni la reacción de los empleados públicos que no cobran sus sueldos en tiempo y forma y que, ante ello, pierden plata por vencimientos incumplidos, tarjetas impagas, intereses que suman cada día. Lo novedoso aquí se relaciona con la insólita forma que eligió el gobierno para gestionar la crisis: escalonó de hecho otra vez el pago pero sin comunicarlo con claridad y privilegió inefablemente a unos trabajadores sobre otros, marcando una línea de “valores” en la que, insólitamente, dejó para el final a los más necesitados, que son los jubilados. El gobierno se llevó empatía a diciembre y sensibilidad social a marzo.

La baja de potencia en la energía de la capital provincial no fue el único golpe del último día de la semana. Hartos de los constantes incumplimientos, los médicos anunciaron un nuevo corte de las prestaciones para la obra social de la provincia y ATECh, en base a lo resuelto en las asambleas desarrolladas en toda la provincia, anunció que mañana no reinician las clases en la provincia. Es que el gremio convocó a un paro por 48 horas que se acopla al de los auxiliares de la educación que también extienden las medidas de protesta hasta la medianoche del martes. Entre otros argumentos, exponen el nulo cumplimiento en las refacciones de los edificios, algo que se acordó en paritarias.

En medio de todo se salió a reconocer, con postura de sorpresa, un descuento de 700 millones de pesos por deudas adquiridas que se utilizó como explicación de los innumerables inconvenientes para hacer frente al pago de sueldos. Ni a marzo ni a diciembre, las materias previsión y lógica directamente no las cursaron.

Estalló, como era previsible

La reducción del 5 % en la entrega de energía que Cammesa ejecutó sobre Rawson no se quedará ahí, pues durante la semana llegará al 10 %. La empresa que regula el mercado mayorista ya había advertido que tomaría esta medida por las deudas que acumulan las cooperativas de Chubut, que hoy superan los 4 mil millones de pesos.

El recorte en la potencia podría generar fallas en los domicilios, bajas de tensión y hasta afectar equipos e instalaciones de bombeos de cloacas y agua potable. Además de instalaciones sensibles de usuarios.

Puerto Madryn y Trelew serán las próximas ciudades afectadas por la medida. En este último caso el titular de su cooperativa, Fabián Gómez Lozano, ya advirtió que si se concreta no podrá funcionar.

Nada resulta novedoso, ni sorpresivo. Cammesa avisó que iría por este camino. Es por eso que desde la Federación de Cooperativas y también el Ente Regulador de Servicios Públicos de Chubut se busca desde hace meses un esquema para afrontar el pago de estas deudas, pero el gasto corriente supera a la recaudación, potenciado esto por los salvajes aumentos impuestos por Nación y la quita de subsidios que antes daban oxígeno a las cuentas.

No es exclusivo de Chubut pues lo sufren en todo el país, aunque en otros casos el Estado provincial no dudó –como Corrientes, por ejemplo- y se hizo cargo de las deudas porque, simplemente, es eso o quedar a oscuras, como ya lo está Rawson.

Los servicios públicos no son sustentables en Chubut. No lo eran hace un mes, ni hace cinco años. Eso generó la acumulación de una deuda espectacular que las cooperativas no sólo no pueden pagar sino que con la dinámica del mercado hoy, seguirán aumentando. Eso sabe Cammesa y, desde su insensibilidad social y mirada de mercado, decide como decide.

Chubut dilató hasta lo imposible la toma de una decisión respecto a esto. De hecho, es la provincia más endeudada con el mercado energético. Y lo que hoy comienzan a sufrir los centros más poblados ya lo vienen padeciendo las cooperativas del interior, presas de un desamparo inexplicable.

Son horas de decisiones drásticas, no da para más, pero la pregunta incómoda es bastante ramplona: si no se pueden pagar los sueldos en tiempo y forma, ¿cómo se hará para reunir el dinero que requiere todo lo demás, que es justamente gobernar y pagar deudas que permitan hacerlo?

Nadie tiene una respuesta. No en este gobierno, cuanto menos hasta aquí.


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