“Hay que sacar a los presos de las comisarías porque están en condiciones que no son dignas”

Lucía Pettinari, de la Defensa Pública de Comodoro Rivadavia.

28 JUL 2019 - 21:19 | Actualizado

Por Ismael Tebes

-¿Cómo es la situación de los presos?

-Complicada. Desde lo estructural, lo edilicio y en cuanto al recurso humano y material. Hay muchas personas privadas de su libertad, más de las que hay para alojar porque la capacidad de los lugares de detención, que además no son los adecuados, es insuficiente. Las comisarías alojan hoy a muchos privados de su libertad en Comodoro Rivadavia.

-¿La superpoblación carcelaria es uno de los principales problemas?

-Es un aditamento, una de las cuestiones más álgidas por los pocos cupos en la provincia, por las prisiones preventivas que se dictan y por la poca formación específica de los policías. Son comisarías muy viejas que requieren refacciones diarias y continuas. Son problemas estructurales que se suman a la superpoblación.

-¿Cuáles son las prioridades?

-El Ministerio de la Defensa Pública brega por los derechos humanos de las personas privadas de libertad y que no los pierdan en esta condiciones, y son la salud, la educación y la dignidad; evitando la violencia institucional. Nuestro foco de acción es tratar de que estas garantías mínimas sean salvaguardadas y que el Estado las reconozca.

-¿Por qué condenados y detenidos sin condena comparten espacio?

-No hay lugares para alojar detenidos y entonces se acomodan en donde hay espacios. Por eso se observan disparidades como tener una persona condenada a prisión perpetua con otro que purga una condena mucho más leve, de tres o cuatro años de cumplimiento efectivo. En la Alcaidía Policial sí están diferenciados los pabellones, por ejemplo la Justicia Federal de los Delitos contra la Integridad Sexual. Estos colectivos no se mezclan con otro tipo de delitos. Dentro de un mismo delito hay penas completamente dispares con las que estas personas deben convivir.

-¿Cómo es la vida de un preso?

-Es diferente quien está en una Alcaidía de quien permanece en comisarías. En el primer espacio hay un programa de Educación en contexto de encierro, hay dos escuelas que dependen del Ministerio para dictar clases; están en pabellones con celdas individuales y un pabellón colectivo en donde están los de mejor conducta y que suelen acceder al medio libre por algunas de las fases de progresividad como las salidas transitorias y laborales o están próximos a la libertad condicional. Cuando se ofrecen actividades desde la Defensa Pública, lo hacemos en la Alcaidía porque hoy hay 170 personas y no es un lugar donde Policía deba tener más recurso humano como en las Comisarías donde además se patrulla y se toman denuncias. La situación difiere de la Alcaidía respecto a comisarías como Mosconi, Laprida o Rada Tilly donde el detenido no tiene nada para hacer y está ocioso todo el día ya que no hay actividades para ofrecerle.

-¿La detención de mujeres es un aspecto a mejorar?

-Cada vez hay más mujeres detenidas y es un grupo particularmente vulnerable por el género mismo. Las cárceles siempre estuvieron pensadas para hombres con lo cual, no existe la perspectiva de género que hoy nos impone no solo la realidad sino también la normativa provincial y nacional. Antes estaban en la Alcaidía y ahora permanecen en la Seccional Séptima donde la Defensa requirió que se mejoren las condiciones. Consideró que por su misma condición, este grupo debe ser considerado particularmente vulnerable.

-¿Cuáles son las demandas más frecuentes?

-Las diarias por Salud sea con casos de urgencia o de turnos médicos que solicitamos al Hospital Regional. Tiene que ver con las dolencias que padecen quienes están privados de su libertad, cualquiera de los 240 presos según el último registro. Lo demás es edilicio, falta de luz y agua caliente.

-Hay muchos mitos respecto al régimen alimenticio …

-Muchos tienen dietas especiales e incluyen productos o elementos que no se tienen en el lugar de detención. Se cocina de mañana y de tarde en la Alcaidía para toda la población carcelaria de Comodoro y las comisarías retiran sus raciones. La comida está compuesta especialmente por elementos secos e incluye carne y pollo. No hay tampoco una comida muy elaborada para toda la población. No se tiene una dieta muy variada pero los familiares acercan muchos elementos.

-¿Cómo es la convivencia de los actores del Poder Judicial con la Policía y los familiares?

-Tenemos mucha presencia en los centros de detención, conozco a todos los comisarios, hablo por teléfono fuera de los horarios de oficina, tenemos comunicación inclusive con los celulares de guardia. Nos tienen como referentes y somos los mediadores entre el lugar de detención y la administración con los familiares. Cuando hay algún pariente que no puede ingresar porque le falta alguna documentación, tratamos de mediar aunque hay familiares que también tienen buena relación.

-¿Es suficiente la inversión que ha hecho el Estado para mejorar los espacios?

-No, falta mucho más. Hay que sacar a los presos de las comisarías porque están en condiciones que no son dignas y en lugares que no son aptos. Hay riesgo con la Seccional 5 donde hubo un incendio en los últimos días. Es una casa de plan de viviendas en el medio de un barrio, el fuego se pudo haber propagado. Es peligroso por lo edilicio y no por las personas alojadas. El riesgo está en las condiciones que se encuentran, no es que hay un contacto o una exposición, no se ve a ningún preso porque están en dependencias internas. Si puede ocurrir que por falta de luz, intenten hacer una conexión no adecuada y se ponga en riesgo a ellos mismos y a la Policía.

-¿Se puede reinsertar socialmente a quienes hoy están privados de la libertad?

-Estoy convencida. La persona puede resocializarse; salir al medio de buena manera habiendo cumplido su condena, siempre y cuando estén dadas las condiciones que la Constitución manda. Si a una persona la tienen tirada todo el día en un lugar, sin sanitarios, sin luz, con agua fría y la familia no tiene dónde sentarse, difícilmente pueda salir empoderada a la sociedad para buscar un trabajo. Es una tarea del Estado, de parte mía y el resto de los operadores judiciales que una persona salga resocializada como lo dice la Ley de Ejecución, ya que para esto es la ejecución de la pena. Se puede pero sabiendo que todos tenemos que trabajar.

-¿Qué pasa con el uso de los celulares en los centros de detención?

-Deben ser sin redes sociales y sin internet, sólo para comunicarse con sus familiares porque siempre descomprime. Es un instrumento que no está vedado por la ley. Se autorizan uno por pabellón y sin acceso a redes. Sólo para llamar o mensajes de texto. La realidad es que en estos lugares de detención no hay cableado de algún servicio de telefonía. En algunos pabellones sí hay pero en otros se rompieron por ser viejos. Las personas tienen el derecho de comunicarse; se les entrega y retira en un determinado horario donde la Policía controla. Hay internos de otras localidades que tienen este único medio para hablar con sus familiares. Estamos enseguida sobre un reclamo o algún tipo de episodio porque desde los mismos lugares de detención nos comunican al celular de guardia de la Defensa Pública y nos ponen en conocimiento de algún tipo de ataque o agresión.

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28 JUL 2019 - 21:19

Por Ismael Tebes

-¿Cómo es la situación de los presos?

-Complicada. Desde lo estructural, lo edilicio y en cuanto al recurso humano y material. Hay muchas personas privadas de su libertad, más de las que hay para alojar porque la capacidad de los lugares de detención, que además no son los adecuados, es insuficiente. Las comisarías alojan hoy a muchos privados de su libertad en Comodoro Rivadavia.

-¿La superpoblación carcelaria es uno de los principales problemas?

-Es un aditamento, una de las cuestiones más álgidas por los pocos cupos en la provincia, por las prisiones preventivas que se dictan y por la poca formación específica de los policías. Son comisarías muy viejas que requieren refacciones diarias y continuas. Son problemas estructurales que se suman a la superpoblación.

-¿Cuáles son las prioridades?

-El Ministerio de la Defensa Pública brega por los derechos humanos de las personas privadas de libertad y que no los pierdan en esta condiciones, y son la salud, la educación y la dignidad; evitando la violencia institucional. Nuestro foco de acción es tratar de que estas garantías mínimas sean salvaguardadas y que el Estado las reconozca.

-¿Por qué condenados y detenidos sin condena comparten espacio?

-No hay lugares para alojar detenidos y entonces se acomodan en donde hay espacios. Por eso se observan disparidades como tener una persona condenada a prisión perpetua con otro que purga una condena mucho más leve, de tres o cuatro años de cumplimiento efectivo. En la Alcaidía Policial sí están diferenciados los pabellones, por ejemplo la Justicia Federal de los Delitos contra la Integridad Sexual. Estos colectivos no se mezclan con otro tipo de delitos. Dentro de un mismo delito hay penas completamente dispares con las que estas personas deben convivir.

-¿Cómo es la vida de un preso?

-Es diferente quien está en una Alcaidía de quien permanece en comisarías. En el primer espacio hay un programa de Educación en contexto de encierro, hay dos escuelas que dependen del Ministerio para dictar clases; están en pabellones con celdas individuales y un pabellón colectivo en donde están los de mejor conducta y que suelen acceder al medio libre por algunas de las fases de progresividad como las salidas transitorias y laborales o están próximos a la libertad condicional. Cuando se ofrecen actividades desde la Defensa Pública, lo hacemos en la Alcaidía porque hoy hay 170 personas y no es un lugar donde Policía deba tener más recurso humano como en las Comisarías donde además se patrulla y se toman denuncias. La situación difiere de la Alcaidía respecto a comisarías como Mosconi, Laprida o Rada Tilly donde el detenido no tiene nada para hacer y está ocioso todo el día ya que no hay actividades para ofrecerle.

-¿La detención de mujeres es un aspecto a mejorar?

-Cada vez hay más mujeres detenidas y es un grupo particularmente vulnerable por el género mismo. Las cárceles siempre estuvieron pensadas para hombres con lo cual, no existe la perspectiva de género que hoy nos impone no solo la realidad sino también la normativa provincial y nacional. Antes estaban en la Alcaidía y ahora permanecen en la Seccional Séptima donde la Defensa requirió que se mejoren las condiciones. Consideró que por su misma condición, este grupo debe ser considerado particularmente vulnerable.

-¿Cuáles son las demandas más frecuentes?

-Las diarias por Salud sea con casos de urgencia o de turnos médicos que solicitamos al Hospital Regional. Tiene que ver con las dolencias que padecen quienes están privados de su libertad, cualquiera de los 240 presos según el último registro. Lo demás es edilicio, falta de luz y agua caliente.

-Hay muchos mitos respecto al régimen alimenticio …

-Muchos tienen dietas especiales e incluyen productos o elementos que no se tienen en el lugar de detención. Se cocina de mañana y de tarde en la Alcaidía para toda la población carcelaria de Comodoro y las comisarías retiran sus raciones. La comida está compuesta especialmente por elementos secos e incluye carne y pollo. No hay tampoco una comida muy elaborada para toda la población. No se tiene una dieta muy variada pero los familiares acercan muchos elementos.

-¿Cómo es la convivencia de los actores del Poder Judicial con la Policía y los familiares?

-Tenemos mucha presencia en los centros de detención, conozco a todos los comisarios, hablo por teléfono fuera de los horarios de oficina, tenemos comunicación inclusive con los celulares de guardia. Nos tienen como referentes y somos los mediadores entre el lugar de detención y la administración con los familiares. Cuando hay algún pariente que no puede ingresar porque le falta alguna documentación, tratamos de mediar aunque hay familiares que también tienen buena relación.

-¿Es suficiente la inversión que ha hecho el Estado para mejorar los espacios?

-No, falta mucho más. Hay que sacar a los presos de las comisarías porque están en condiciones que no son dignas y en lugares que no son aptos. Hay riesgo con la Seccional 5 donde hubo un incendio en los últimos días. Es una casa de plan de viviendas en el medio de un barrio, el fuego se pudo haber propagado. Es peligroso por lo edilicio y no por las personas alojadas. El riesgo está en las condiciones que se encuentran, no es que hay un contacto o una exposición, no se ve a ningún preso porque están en dependencias internas. Si puede ocurrir que por falta de luz, intenten hacer una conexión no adecuada y se ponga en riesgo a ellos mismos y a la Policía.

-¿Se puede reinsertar socialmente a quienes hoy están privados de la libertad?

-Estoy convencida. La persona puede resocializarse; salir al medio de buena manera habiendo cumplido su condena, siempre y cuando estén dadas las condiciones que la Constitución manda. Si a una persona la tienen tirada todo el día en un lugar, sin sanitarios, sin luz, con agua fría y la familia no tiene dónde sentarse, difícilmente pueda salir empoderada a la sociedad para buscar un trabajo. Es una tarea del Estado, de parte mía y el resto de los operadores judiciales que una persona salga resocializada como lo dice la Ley de Ejecución, ya que para esto es la ejecución de la pena. Se puede pero sabiendo que todos tenemos que trabajar.

-¿Qué pasa con el uso de los celulares en los centros de detención?

-Deben ser sin redes sociales y sin internet, sólo para comunicarse con sus familiares porque siempre descomprime. Es un instrumento que no está vedado por la ley. Se autorizan uno por pabellón y sin acceso a redes. Sólo para llamar o mensajes de texto. La realidad es que en estos lugares de detención no hay cableado de algún servicio de telefonía. En algunos pabellones sí hay pero en otros se rompieron por ser viejos. Las personas tienen el derecho de comunicarse; se les entrega y retira en un determinado horario donde la Policía controla. Hay internos de otras localidades que tienen este único medio para hablar con sus familiares. Estamos enseguida sobre un reclamo o algún tipo de episodio porque desde los mismos lugares de detención nos comunican al celular de guardia de la Defensa Pública y nos ponen en conocimiento de algún tipo de ataque o agresión.


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