La invitó a tomar el té y la violó: 10 años de prisión

Omar Carlos Soviers fue declarado penalmente responsable del delito de abuso sexual con acceso carnal cometido contra una mujer de avanzada edad en Esquel.

31 JUL 2019 - 21:11 | Actualizado

El veredicto se conoció a fines del mes de junio, pero recientemente, la fiscal María Bottini y el abogado particular Daniel Sandoval, discutieron la pena a imponer. La fiscal requirió la imposición de 12 años de prisión, en tanto que el defensor pidió el mínimo. El tribunal conformado por los jueces Martín Zacchino, Fernanda Révori y José Luis Ennis, consideró justa la pena de 10 años de prisión.

Los tres jueces prestaron particular atención al lugar y el momento en que se perpetró el hecho y a la especial vulnerabilidad de la víctima. “La gravedad radica precisamente en el ataque sexual perpetrado del modo que ha podido ser reconstruido a lo largo de este juicio, por parte del propietario de un comercio de venta al público contra una clienta mujer de 77 años de edad que concurrió a realizar una compra a las 10:30 de la mañana, actividad que de manera cotidiana realizamos las personas sin que ello deba suponer una actividad riesgosa”, puntualizó Révori.

Respecto de las características de la víctima, la magistrada indicó que la vulnerabilidad de la víctima está dada por su condición de mujer, su edad, su menor contextura física, su fragilidad, sus escasos recursos cognitivos y simbólicos como consecuencia de haber nacido y vivido gran parte de su vida en el campo, su escasa estimulación, su analfabetismo, sus escasos recursos para afrontar lo ocurrido”, señaló un parte de la Fiscalía.

“Soviers escogió a una víctima que por sus características personales, que conocía cabalmente de antemano por ser clienta desde hacía años de la ferretería, no presentaba peligros para sí y significaba actuar sobre seguro” (Révori). “Se trató de un ataque imprevisto, en un lugar inesperado. Soviers abordó a la víctima dentro de su comercio cuando no había gente, de modo amable y con la excusa de invitarla a tomar un té. Desplegó una puesta en escena para engañarla y lograr que ingresara a la parte posterior del comercio. Ante su negativa la tomó del brazo y a empujones logró conducirla hacia ese sector que significaba para el imputado un sitio seguro donde desplegar su accionar violento. Allí la neutralizó fácilmente dadas sus características personales, y la ultrajó”.#

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31 JUL 2019 - 21:11

El veredicto se conoció a fines del mes de junio, pero recientemente, la fiscal María Bottini y el abogado particular Daniel Sandoval, discutieron la pena a imponer. La fiscal requirió la imposición de 12 años de prisión, en tanto que el defensor pidió el mínimo. El tribunal conformado por los jueces Martín Zacchino, Fernanda Révori y José Luis Ennis, consideró justa la pena de 10 años de prisión.

Los tres jueces prestaron particular atención al lugar y el momento en que se perpetró el hecho y a la especial vulnerabilidad de la víctima. “La gravedad radica precisamente en el ataque sexual perpetrado del modo que ha podido ser reconstruido a lo largo de este juicio, por parte del propietario de un comercio de venta al público contra una clienta mujer de 77 años de edad que concurrió a realizar una compra a las 10:30 de la mañana, actividad que de manera cotidiana realizamos las personas sin que ello deba suponer una actividad riesgosa”, puntualizó Révori.

Respecto de las características de la víctima, la magistrada indicó que la vulnerabilidad de la víctima está dada por su condición de mujer, su edad, su menor contextura física, su fragilidad, sus escasos recursos cognitivos y simbólicos como consecuencia de haber nacido y vivido gran parte de su vida en el campo, su escasa estimulación, su analfabetismo, sus escasos recursos para afrontar lo ocurrido”, señaló un parte de la Fiscalía.

“Soviers escogió a una víctima que por sus características personales, que conocía cabalmente de antemano por ser clienta desde hacía años de la ferretería, no presentaba peligros para sí y significaba actuar sobre seguro” (Révori). “Se trató de un ataque imprevisto, en un lugar inesperado. Soviers abordó a la víctima dentro de su comercio cuando no había gente, de modo amable y con la excusa de invitarla a tomar un té. Desplegó una puesta en escena para engañarla y lograr que ingresara a la parte posterior del comercio. Ante su negativa la tomó del brazo y a empujones logró conducirla hacia ese sector que significaba para el imputado un sitio seguro donde desplegar su accionar violento. Allí la neutralizó fácilmente dadas sus características personales, y la ultrajó”.#


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