La inflación no es puro humo: subieron otra vez los cigarrillos
Los precios de los cigarrillos que comercializa Massalin Particulares aumentaron desde hoy un 6% promedio, informó esa empresa.
De este modo, las marcas Marlboro cuesta desde este lunes 93 pesos en su versión KS y 100 pesos en su versión box; Philip Morris, 86 pesos en su versión KS y 93 pesos en su versión box y Chesterfield, 79 pesos 86 pesos respectivamente.
Por su parte, la marca L&M sale 72 pesos en su versión KS, detalló la tabacalera, en un comunicado.
Además, indicó que otras marcas, como Benson & Hedges, Parliament y Virginia Slims, se venden a 110 pesos en su versión box de 20 cigarrillos.
La firma recordó a los puntos de comercialización de todo el país que, según la Resolución N°110/1991 del Ministerio de Economía de la Nación -régimen incorporado a la Ley Nacional N° 24.674/1996-, está prohibido modificar los precios de venta al público de los cigarrillos publicados por las empresas tabacaleras. .
En este marco, la compañía advirtió que el sector tabacalero soporta en la Argentina una presión fiscal cercana al 80% del precio de venta del producto al consumidor, "lo que la ubica entre las más elevadas a nivel mundial".
De este modo, las marcas Marlboro cuesta desde este lunes 93 pesos en su versión KS y 100 pesos en su versión box; Philip Morris, 86 pesos en su versión KS y 93 pesos en su versión box y Chesterfield, 79 pesos 86 pesos respectivamente.
Por su parte, la marca L&M sale 72 pesos en su versión KS, detalló la tabacalera, en un comunicado.
Además, indicó que otras marcas, como Benson & Hedges, Parliament y Virginia Slims, se venden a 110 pesos en su versión box de 20 cigarrillos.
La firma recordó a los puntos de comercialización de todo el país que, según la Resolución N°110/1991 del Ministerio de Economía de la Nación -régimen incorporado a la Ley Nacional N° 24.674/1996-, está prohibido modificar los precios de venta al público de los cigarrillos publicados por las empresas tabacaleras. .
En este marco, la compañía advirtió que el sector tabacalero soporta en la Argentina una presión fiscal cercana al 80% del precio de venta del producto al consumidor, "lo que la ubica entre las más elevadas a nivel mundial".