Rawson: suma tensión en la U-6 por una toma
Familiares de presos detenidos en la Unidad Penitenciaria 6 de Rawson tomaron una sala del penal en protesta por lo que consideran muy malas condiciones de detención.
La cárcel federal permanecía anoche bajo un clima de tensión producto del cuadro interno que se vivía, ante la actitud de los familiares y los propios internos.
En medio del reclamo, una barrera policial impidió a los periodistas de diario Jornada que accedieran a la administración del penal, como otras ocasiones. Sin mayor explicación, no hubo forma de conocer de primera mano el estado de los familiares y la versión oficial respecto de cómo están las personas detenidas.
El clima que se veía anoche era raro. Gran cantidad de personal armado de refuerzo, vigilancia cercana a los civiles y autos con vidrios polarizados y escoltados, con funcionarios que entraban evitando a la prensa.
Paralelamente, se presentó un hábeas corpus en el Juzgado Federal de Rawson, que fue recibido por el secretario Juan Mazziotti. En el documento se denuncian graves vejaciones contra los internos y sus familias. Además mencionan “el manejo turbio de corruptela y connivencia del personal penitenciario y sujetos que se presentan para maniobras macabras que promueven la violencia interna y así, justificar la represión, el abuso de la fuerza y de medidas sancionatorias colectivas con el cierre general de pabellones durante días, donde el sueño se encuentra escindido toda vez que las celdas por la noche son de fácil apertura y cualquier individuo puede penetrar en la celda de quien duerme con fines violentos”.
Se quejaron por la falta de atención sanitaria, humana y material. “Hay muchos jóvenes que los están dejando morir. Están flaquitos, demacrados, pibes de 25 o 26 años”, contaron en el lugar.
La cárcel federal permanecía anoche bajo un clima de tensión producto del cuadro interno que se vivía, ante la actitud de los familiares y los propios internos.
En medio del reclamo, una barrera policial impidió a los periodistas de diario Jornada que accedieran a la administración del penal, como otras ocasiones. Sin mayor explicación, no hubo forma de conocer de primera mano el estado de los familiares y la versión oficial respecto de cómo están las personas detenidas.
El clima que se veía anoche era raro. Gran cantidad de personal armado de refuerzo, vigilancia cercana a los civiles y autos con vidrios polarizados y escoltados, con funcionarios que entraban evitando a la prensa.
Paralelamente, se presentó un hábeas corpus en el Juzgado Federal de Rawson, que fue recibido por el secretario Juan Mazziotti. En el documento se denuncian graves vejaciones contra los internos y sus familias. Además mencionan “el manejo turbio de corruptela y connivencia del personal penitenciario y sujetos que se presentan para maniobras macabras que promueven la violencia interna y así, justificar la represión, el abuso de la fuerza y de medidas sancionatorias colectivas con el cierre general de pabellones durante días, donde el sueño se encuentra escindido toda vez que las celdas por la noche son de fácil apertura y cualquier individuo puede penetrar en la celda de quien duerme con fines violentos”.
Se quejaron por la falta de atención sanitaria, humana y material. “Hay muchos jóvenes que los están dejando morir. Están flaquitos, demacrados, pibes de 25 o 26 años”, contaron en el lugar.