La calma cambiaria es frágil, advierte una consultora

Si bien la situación cambiaria en la Argentina se estabilizó en las últimas jornadas tras el cimbronazo postelectoral, "la calma es demasiado frágil como para darla por sentada", advirtió hoy la consultora Ecolatina.

26 AGO 2019 - 11:10 | Actualizado

Las elecciones primarias arrojaron un resultado inesperado, no tanto por quién obtuvo cada lugar sino por la contundencia del triunfo: el Frente de Todos superó el 45% necesario para ganar en primera vuelta y le sacó más de quince puntos de diferencia a Juntos por el Cambio.

Producto de este escenario inesperado por el mercado, que auguraba un virtual empate, se desató la tercera corrida cambiaria y financiera de la administración de Mauricio Macri.

Desde las elecciones, el dólar acumula una suba mayor a 20%, la bolsa porteña arrastra una caída de 35% en pesos y el riesgo país se duplicó.

"Si bien la situación se estabilizó en las últimas jornadas, la calma es demasiado frágil como para darla por sentada", dijo Ecolatina en su informe.

Dado que el estrés se originó por fuera del ámbito económico, es también por fuera de él de donde están llegando las señales de alivio, que deberán renovarse sistemáticamente.

"Concretamente, mientras el fuego cruzado entre los principales candidatos siga controlado persistirá la tregua, en cambio, si reaparecen las declaraciones conflictivas volverán las presiones cambiarias y financieras", dijo la consultora.

Y destacó en ese sentido que aunque la calma sea la mejor alternativa económica para las principales fuerzas, en elecciones los objetivos políticos adquieren una dinámica propia, que puede exceder las necesidades de la economía.

Luego del salto cambiario, uno de los grandes temores que volvió a sobrevolar la economía argentina fueron las posibilidades de un default de la deuda pública, mayormente denominada en moneda extranjera.

Al respecto, el primer punto es que nuestro el no debe afrontar grandes vencimientos de capital hasta 2022; sin embargo, los mercados suelen anticiparse a estas situaciones.

Dado que las reservas netas son menores a 20.000 millones de dólares, y que el próximo desembolso del FMI podría posponerse – además de los criterios fiscales, el mismo está sujeto a la solvencia del país y a su capacidad de repago-, la reestructuración de la deuda podría anticiparse a los grandes pagos.

Ahora bien, ¿qué tendría que pasar para eso? Según Ecolatina, la moderación del Frente de Todos será indispensable para que la débil estabilización persista.

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26 AGO 2019 - 11:10

Las elecciones primarias arrojaron un resultado inesperado, no tanto por quién obtuvo cada lugar sino por la contundencia del triunfo: el Frente de Todos superó el 45% necesario para ganar en primera vuelta y le sacó más de quince puntos de diferencia a Juntos por el Cambio.

Producto de este escenario inesperado por el mercado, que auguraba un virtual empate, se desató la tercera corrida cambiaria y financiera de la administración de Mauricio Macri.

Desde las elecciones, el dólar acumula una suba mayor a 20%, la bolsa porteña arrastra una caída de 35% en pesos y el riesgo país se duplicó.

"Si bien la situación se estabilizó en las últimas jornadas, la calma es demasiado frágil como para darla por sentada", dijo Ecolatina en su informe.

Dado que el estrés se originó por fuera del ámbito económico, es también por fuera de él de donde están llegando las señales de alivio, que deberán renovarse sistemáticamente.

"Concretamente, mientras el fuego cruzado entre los principales candidatos siga controlado persistirá la tregua, en cambio, si reaparecen las declaraciones conflictivas volverán las presiones cambiarias y financieras", dijo la consultora.

Y destacó en ese sentido que aunque la calma sea la mejor alternativa económica para las principales fuerzas, en elecciones los objetivos políticos adquieren una dinámica propia, que puede exceder las necesidades de la economía.

Luego del salto cambiario, uno de los grandes temores que volvió a sobrevolar la economía argentina fueron las posibilidades de un default de la deuda pública, mayormente denominada en moneda extranjera.

Al respecto, el primer punto es que nuestro el no debe afrontar grandes vencimientos de capital hasta 2022; sin embargo, los mercados suelen anticiparse a estas situaciones.

Dado que las reservas netas son menores a 20.000 millones de dólares, y que el próximo desembolso del FMI podría posponerse – además de los criterios fiscales, el mismo está sujeto a la solvencia del país y a su capacidad de repago-, la reestructuración de la deuda podría anticiparse a los grandes pagos.

Ahora bien, ¿qué tendría que pasar para eso? Según Ecolatina, la moderación del Frente de Todos será indispensable para que la débil estabilización persista.


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