Claudia Riquelme, una madre que lleva el dolor por siempre por la muerte de su hijo

Nunca los conformó el fallo del juicio en el caso del pequeño que fue víctima de un accidente en 2006.

Claudia y su otro hijo en la marcha de las Estrellas amarillas.
27 AGO 2019 - 21:11 | Actualizado

El próximo 23 de noviembre, se cumplirán 13 años de la muerte de Lautaro. Su mamá Claudia Alejandra Riquelme, como toda la familia, lo tienen presente a cada momento, y nunca los conformó el fallo del juicio en el caso del pequeño, que en esa fecha trágica de 2006 cuando fue víctima de un accidente, tenía 9 años.

Días atrás, promovida por Rocío Esteban, madre del niño Lorenzo Rossi (10), quien fuera embestido por una moto el 24 de diciembre de 2017 y falleciera días después, se hizo una marcha de familiares de víctimas de accidentes viales, y participó Claudia Riquelme junto a su otro hijo, con el mismo reclamo de justicia para Lautaro.

Claudia accedió a una charla para contar el hecho. Recordó a Lautaro Ismael, y narró que sus hijos quedaban con una niñera, porque ella salía a trabajar. La empleada se había comprado un auto con su pareja, un R-12, y estaba aprendiendo a manejar. “En la mañana del 21 de noviembre de 2006, me fui a trabajar, y ella sacó a los chicos para ir a la casa de su madre que vive en barrio 28 de Junio”, abrió el diálogo.

La mujer una vez en la casa de la madre salió en el vehículo, y Lautaro quedó sentado en un bloque de hormigón. Cuando regresó, entró al patio y al auto no le funcionaron los frenos, y atropelló al niño.

En el hospital

Ante tremendo episodio, Claudia Riquelme contó que a su hijo lo sacaron de abajo del rodado, tal lo expuesto por una vecina que declaró en el juicio. “Lo trasladaron a un sillón, porque aparentemente no querían llevarlo al hospital, y considero que es cuando lo terminaron de dañar a Lautaro”.

Llamaron a la policía y asistió personal del área de Tránsito Municipal. A su vez, arribó una ambulancia del hospital zonal, que lo hizo con demora, porque debieron reemplazar a otra que se accidentó en el trayecto.

El pequeño ingresó al nosocomio con heridas y traumatismos de distinta consideración; su pierna izquierda estaba totalmente quebrada, y se observaban golpes del lado izquierdo de la cara. En horas de la noche le realizaron una tomografía, no sin antes gritar de dolores por el movimiento.

Al día siguiente lo sometieron a una segunda tomografía, y el 23 de noviembre –siguió Claudia-, Lautaro, que se encontraba en la sala de terapia pediátrica, se levantó un poco descompensado, y había cesado la emanación de sangre en la orina. Es entonces cuando los médicos le transmiten que lo debían operar. “Lo llevaron al quirófano, y mi hijo ahí quedó”.

En esa situación, “me daba cuenta que algo estaba pasando, porque pasaban enfermeros con unidades de sangre. Lo operó el doctor Migliori; lo vi salir al doctor Pérez Maldonado agarrándose la cabeza diciéndome que había pasado algo malo”.

La autopsia al cuerpo del niño, arrojó que había sufrido un shock bulímico, porque se quedó sin sangre, porque se había desangrado por dentro. El chico desde el arribo al hospital, estuvo lúcido, incluso Claudia cada vez que se retiraba de la sala por algunos minutos, le dejaba un celular para que se comunique si necesitaba algo de urgencia. A ese teléfono móvil, la niñera que causó el accidente que tuvo una consecuencia fatal, le mandó un mensaje a Lautaro pidiéndole perdón.

Un dolor por siempre

Claudia Riquelme lleva el dolor de madre de manera perpetua, y Lautaro está presente a cada instante; en las fiestas de fin de año, en la fecha de su cumpleaños. Además, durante el juicio “recibimos agresiones de parte de la familia de mi empleada. Su hermano mayor intentó pegarle a mi hermana frente a la Fiscalía, cuando realizamos la marcha de los globos negros, al cumplirse un año de la muerte, sin justicia”.

En el juicio, la acusada pidió conciliar con la parte querellante, y ofreció en ese entonces el pago de $ 250, en cuotas de 50, para frenar todo. “Pero no me interesaba la plata; quería que se sepa quién era ella. Por más que me pagara con el oro del mundo, a mi hijo no me lo devuelve”, afirmó Claudia Riquelme.

Un fallo que no conforma

Finalmente el fallo del Juez a cargo de la causa, fue de 10 años de inhabilitación para conducir, 180 horas de trabajo comunitario, y 2 años de prisión en suspenso, pena que la mujer ya cumplió.

“Sin Lautaro nuestra vida ya no es lo mismo; se nos modificó todo. Vivo por mi otro hijo, que estaba en el lugar el día del accidente”, expresó la mamá para acotar que varias veces se ha cruzado en la vía pública con la mujer que atropelló al chico, y “no ha sido capaz de decirme por lo menos lo siento. Yo si tras el juicio le dije tu peor castigo será levantarte cada día y recordar a Lautaro”. A Claudia Riquelme no le conformó la sentencia, ni la va a conformar.

En Esquel hay varios casos como los de Lautaro. Por eso, Rocío Esteban, la mamá de Lorenzo Rossi, impulsa la conformación de la Fundación Estrellas Amarillas, una entidad que en todo el país reúne a familiares de víctimas de accidentes de tránsito.

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27 AGO 2019 - 21:11

El próximo 23 de noviembre, se cumplirán 13 años de la muerte de Lautaro. Su mamá Claudia Alejandra Riquelme, como toda la familia, lo tienen presente a cada momento, y nunca los conformó el fallo del juicio en el caso del pequeño, que en esa fecha trágica de 2006 cuando fue víctima de un accidente, tenía 9 años.

Días atrás, promovida por Rocío Esteban, madre del niño Lorenzo Rossi (10), quien fuera embestido por una moto el 24 de diciembre de 2017 y falleciera días después, se hizo una marcha de familiares de víctimas de accidentes viales, y participó Claudia Riquelme junto a su otro hijo, con el mismo reclamo de justicia para Lautaro.

Claudia accedió a una charla para contar el hecho. Recordó a Lautaro Ismael, y narró que sus hijos quedaban con una niñera, porque ella salía a trabajar. La empleada se había comprado un auto con su pareja, un R-12, y estaba aprendiendo a manejar. “En la mañana del 21 de noviembre de 2006, me fui a trabajar, y ella sacó a los chicos para ir a la casa de su madre que vive en barrio 28 de Junio”, abrió el diálogo.

La mujer una vez en la casa de la madre salió en el vehículo, y Lautaro quedó sentado en un bloque de hormigón. Cuando regresó, entró al patio y al auto no le funcionaron los frenos, y atropelló al niño.

En el hospital

Ante tremendo episodio, Claudia Riquelme contó que a su hijo lo sacaron de abajo del rodado, tal lo expuesto por una vecina que declaró en el juicio. “Lo trasladaron a un sillón, porque aparentemente no querían llevarlo al hospital, y considero que es cuando lo terminaron de dañar a Lautaro”.

Llamaron a la policía y asistió personal del área de Tránsito Municipal. A su vez, arribó una ambulancia del hospital zonal, que lo hizo con demora, porque debieron reemplazar a otra que se accidentó en el trayecto.

El pequeño ingresó al nosocomio con heridas y traumatismos de distinta consideración; su pierna izquierda estaba totalmente quebrada, y se observaban golpes del lado izquierdo de la cara. En horas de la noche le realizaron una tomografía, no sin antes gritar de dolores por el movimiento.

Al día siguiente lo sometieron a una segunda tomografía, y el 23 de noviembre –siguió Claudia-, Lautaro, que se encontraba en la sala de terapia pediátrica, se levantó un poco descompensado, y había cesado la emanación de sangre en la orina. Es entonces cuando los médicos le transmiten que lo debían operar. “Lo llevaron al quirófano, y mi hijo ahí quedó”.

En esa situación, “me daba cuenta que algo estaba pasando, porque pasaban enfermeros con unidades de sangre. Lo operó el doctor Migliori; lo vi salir al doctor Pérez Maldonado agarrándose la cabeza diciéndome que había pasado algo malo”.

La autopsia al cuerpo del niño, arrojó que había sufrido un shock bulímico, porque se quedó sin sangre, porque se había desangrado por dentro. El chico desde el arribo al hospital, estuvo lúcido, incluso Claudia cada vez que se retiraba de la sala por algunos minutos, le dejaba un celular para que se comunique si necesitaba algo de urgencia. A ese teléfono móvil, la niñera que causó el accidente que tuvo una consecuencia fatal, le mandó un mensaje a Lautaro pidiéndole perdón.

Un dolor por siempre

Claudia Riquelme lleva el dolor de madre de manera perpetua, y Lautaro está presente a cada instante; en las fiestas de fin de año, en la fecha de su cumpleaños. Además, durante el juicio “recibimos agresiones de parte de la familia de mi empleada. Su hermano mayor intentó pegarle a mi hermana frente a la Fiscalía, cuando realizamos la marcha de los globos negros, al cumplirse un año de la muerte, sin justicia”.

En el juicio, la acusada pidió conciliar con la parte querellante, y ofreció en ese entonces el pago de $ 250, en cuotas de 50, para frenar todo. “Pero no me interesaba la plata; quería que se sepa quién era ella. Por más que me pagara con el oro del mundo, a mi hijo no me lo devuelve”, afirmó Claudia Riquelme.

Un fallo que no conforma

Finalmente el fallo del Juez a cargo de la causa, fue de 10 años de inhabilitación para conducir, 180 horas de trabajo comunitario, y 2 años de prisión en suspenso, pena que la mujer ya cumplió.

“Sin Lautaro nuestra vida ya no es lo mismo; se nos modificó todo. Vivo por mi otro hijo, que estaba en el lugar el día del accidente”, expresó la mamá para acotar que varias veces se ha cruzado en la vía pública con la mujer que atropelló al chico, y “no ha sido capaz de decirme por lo menos lo siento. Yo si tras el juicio le dije tu peor castigo será levantarte cada día y recordar a Lautaro”. A Claudia Riquelme no le conformó la sentencia, ni la va a conformar.

En Esquel hay varios casos como los de Lautaro. Por eso, Rocío Esteban, la mamá de Lorenzo Rossi, impulsa la conformación de la Fundación Estrellas Amarillas, una entidad que en todo el país reúne a familiares de víctimas de accidentes de tránsito.


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