Un arquitecto dijo que Diego Correa pidió ocultar su apellido para evitar “problemas”

El emprendimiento de Mezeta Consulting en Rawson .

“El único que venía a Obras Públicas era Ramón”, dijo el ex titular del organismo, Adrián Márcico.
27 AGO 2019 - 21:19 | Actualizado

El complejo médico de Mezeta Consulting en Rawson tendría 1.500 m2 a razón de 1.500 dólares cada uno: US$ 2.225.000. Se podía revender al doble. Subsuelo, planta baja y tres niveles, con un frente vidriado y 9 cocheras. Tardaría entre 18 y 24 meses e incluía internación, tomografía de alta tecnología y quirófano. Lo explicó el arquitecto Guillermo Barbagallo, que armó los planos.

Para definir la idea se reunió con Rafael, el constructor, Diego Lüters y Diego Correa, que le pidió “la mayor cautela posible” para no vincular su apellido con el emprendimiento y evitar “problemas”.

Primero sería un local comercial con oficinas. Mutó a los consultorios tras una reunión con el médico Blasco. “A Correa me lo presentó Federico Piccione (imputado en la Causa Revelación”. Barbagallo pasó $ 800 mil pesos por honorarios, que Correa aceptó. La cara visible de la obra era Sandro Figueroa. Les pagaba en efectivo en su oficina detrás de Casa de Gobierno.

Se limpió el terreno y se excavó. “Pero hubo problemas con la medianera. Se paró la obra por la denuncia de un vecino”. El arquitecto escribió un informe a pedido del representante legal, el exfiscal de Estado Diego Martínez Zapata. “Se presentó un amparo y el municipio nos dejó seguir”.

La dueña del terreno era Mezeta. “Al final del proceso se demoraron los pagos y no tuvimos mucha explicación”. Con las detenciones el proyecto se frenó por completo. “Nos quedó mucha plata por cobrar, se lo planteamos a Gatica. Se lo planteamos con los papeles y resolvió parte del pago”. Flotaba la intención de retomar hasta que el contador también cayó. El arquitecto sólo cobró $ 200 mil. El edificio quedó al 15%.

Un carpintero en Gobierno

El carpintero Víctor Saldivia hizo para Lüters revestimientos de escaleras y para Correa una cava con heladera doble fondo. “En Playa Unión tomaba medidas y arreglaba detalles de color, diseño y herraje con Correa y su señora”. Terminó placares, vestidores de dormitorios, muebles de cocina y lavadero y muebles del fogón. En los dúplex alcanzó a instalar placares, bajomesadas y alacenas. “Lüters me llevaba la plata a casa o me pagaba en Casa de Gobierno. Sacaba la plata de una bolsa o de una caja de cartón”.

Casa gratis

Marcelo León es marinero y ocupa uno de los dúplex de Correa en Playa Unión. El contrato lo firmó con Jorge Godoy. En verano de 2018 “de un día para el otro nos dijo que nos teníamos que ir y no nos podía explicar por qué. Reclamamos porque no era lo que decía el contrato y nos dio $ 30 mil para que nos vayamos”. Pero llegaron las detenciones. León sigue en el dúplex gratis hasta el fin del juicio.

Pagani buscó la llave

El exministro Alejandro Pagani confirmó que el trámite para alquilar la casa de Lezana en Playa Unión lo inició Iván Fernández, que era subsecretario de Obras Municipales y viajaba desde Lago Puelo. Pagani era ministro de Infraestructura. “Cuando dejó el cargo, Fernández me confirmó que la llave se la había entregado a la Secretaría Privada del gobernador”, aseguró.

“Nunca cobré”

Juan Mangucio es dueño de una conocida inmobiliaria de Trelew y amigo de Lüters. “Me ofreció poner en alquiler los dúplex que eran de Correa, su jefe”. También tramitó el alquiler de la casa de la calle Lezana. “Nunca pude cobrar la comisión, el Gobierno hace un año que no paga los alquileres”, declaró en el juicio.

$ 1.250.00 en efectivo

César y Gustavo Pedernera le vendieron a Lüters en 2017 el terreno de Rawson junto a Gendarmería que se usaría para el complejo médico de Mezeta Consulting. Fueron $ 250 mil en efectivo que Lüters llevó en un morral a la Escribanía Suárez.

María Miñán le vendió a Lüters un lote en la Chacra 94 de Trelew, cerca de Los 3 Monitos. El trato se cerró en la Escribanía Suárez. “Me pagó $ 1 millón en efectivo”. En su declaración, Daniel Suárez confirmó la operación. “Cuando estaba todo listo decidieron no hacer la escritura. Querían un poder a favor de ellos pero nunca más lo retiraron ni tampoco el boleto de compraventa”, dijo. Aún hoy, sólo Lüters puede escriturar la chacra a su nombre ya que es el titular del boleto.

Escondan la Hyundai

Gustavo Muñoz es chofer de Casa de Gobierno. Una mañana Correa y Lüters le pidieron llevar la Hyundai H1 a Buenos Aires. La buscó en Automotores Parra. Lo atiende Fabricio, que lo conocía por los services para los coches oficiales y particulares. Le dio un sobre con los papeles del coche a nombre de Sepat. Le colocaron la patente. “Me llama Correa y me da una caja para llevar”.

Muñoz partió a las 14 y llegó a las 3. Se alojó en un hotel reservado por Lüters. Al otro día llamó a Pablo, chofer de la Casa del Chubut, que le dio por WhatsApp la dirección de otra cochera en Avellaneda para guardar el coche, que luego se secuestró.

Muñoz fue chofer del exgobernador Mario Das Neves. Le confiaban coches oficiales y particulares. Hasta llevó a Esquel a la hija de Correa y a un actor de la obra “La Denuncia”.

A pedido de Correa, sacó colchones de la vivienda oficial 14 y los llevó a la casa de Playa Unión. Dos veces llevó a reparar los lentes rotos del gobernador Das Neves. “Cada encargue Lüters me lo pagaba en efectivo o si era urgente le llevaba la factura y me lo devolvía. Todo lo anotaba en una libreta”.

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Las más leídas

“El único que venía a Obras Públicas era Ramón”, dijo el ex titular del organismo, Adrián Márcico.
27 AGO 2019 - 21:19

El complejo médico de Mezeta Consulting en Rawson tendría 1.500 m2 a razón de 1.500 dólares cada uno: US$ 2.225.000. Se podía revender al doble. Subsuelo, planta baja y tres niveles, con un frente vidriado y 9 cocheras. Tardaría entre 18 y 24 meses e incluía internación, tomografía de alta tecnología y quirófano. Lo explicó el arquitecto Guillermo Barbagallo, que armó los planos.

Para definir la idea se reunió con Rafael, el constructor, Diego Lüters y Diego Correa, que le pidió “la mayor cautela posible” para no vincular su apellido con el emprendimiento y evitar “problemas”.

Primero sería un local comercial con oficinas. Mutó a los consultorios tras una reunión con el médico Blasco. “A Correa me lo presentó Federico Piccione (imputado en la Causa Revelación”. Barbagallo pasó $ 800 mil pesos por honorarios, que Correa aceptó. La cara visible de la obra era Sandro Figueroa. Les pagaba en efectivo en su oficina detrás de Casa de Gobierno.

Se limpió el terreno y se excavó. “Pero hubo problemas con la medianera. Se paró la obra por la denuncia de un vecino”. El arquitecto escribió un informe a pedido del representante legal, el exfiscal de Estado Diego Martínez Zapata. “Se presentó un amparo y el municipio nos dejó seguir”.

La dueña del terreno era Mezeta. “Al final del proceso se demoraron los pagos y no tuvimos mucha explicación”. Con las detenciones el proyecto se frenó por completo. “Nos quedó mucha plata por cobrar, se lo planteamos a Gatica. Se lo planteamos con los papeles y resolvió parte del pago”. Flotaba la intención de retomar hasta que el contador también cayó. El arquitecto sólo cobró $ 200 mil. El edificio quedó al 15%.

Un carpintero en Gobierno

El carpintero Víctor Saldivia hizo para Lüters revestimientos de escaleras y para Correa una cava con heladera doble fondo. “En Playa Unión tomaba medidas y arreglaba detalles de color, diseño y herraje con Correa y su señora”. Terminó placares, vestidores de dormitorios, muebles de cocina y lavadero y muebles del fogón. En los dúplex alcanzó a instalar placares, bajomesadas y alacenas. “Lüters me llevaba la plata a casa o me pagaba en Casa de Gobierno. Sacaba la plata de una bolsa o de una caja de cartón”.

Casa gratis

Marcelo León es marinero y ocupa uno de los dúplex de Correa en Playa Unión. El contrato lo firmó con Jorge Godoy. En verano de 2018 “de un día para el otro nos dijo que nos teníamos que ir y no nos podía explicar por qué. Reclamamos porque no era lo que decía el contrato y nos dio $ 30 mil para que nos vayamos”. Pero llegaron las detenciones. León sigue en el dúplex gratis hasta el fin del juicio.

Pagani buscó la llave

El exministro Alejandro Pagani confirmó que el trámite para alquilar la casa de Lezana en Playa Unión lo inició Iván Fernández, que era subsecretario de Obras Municipales y viajaba desde Lago Puelo. Pagani era ministro de Infraestructura. “Cuando dejó el cargo, Fernández me confirmó que la llave se la había entregado a la Secretaría Privada del gobernador”, aseguró.

“Nunca cobré”

Juan Mangucio es dueño de una conocida inmobiliaria de Trelew y amigo de Lüters. “Me ofreció poner en alquiler los dúplex que eran de Correa, su jefe”. También tramitó el alquiler de la casa de la calle Lezana. “Nunca pude cobrar la comisión, el Gobierno hace un año que no paga los alquileres”, declaró en el juicio.

$ 1.250.00 en efectivo

César y Gustavo Pedernera le vendieron a Lüters en 2017 el terreno de Rawson junto a Gendarmería que se usaría para el complejo médico de Mezeta Consulting. Fueron $ 250 mil en efectivo que Lüters llevó en un morral a la Escribanía Suárez.

María Miñán le vendió a Lüters un lote en la Chacra 94 de Trelew, cerca de Los 3 Monitos. El trato se cerró en la Escribanía Suárez. “Me pagó $ 1 millón en efectivo”. En su declaración, Daniel Suárez confirmó la operación. “Cuando estaba todo listo decidieron no hacer la escritura. Querían un poder a favor de ellos pero nunca más lo retiraron ni tampoco el boleto de compraventa”, dijo. Aún hoy, sólo Lüters puede escriturar la chacra a su nombre ya que es el titular del boleto.

Escondan la Hyundai

Gustavo Muñoz es chofer de Casa de Gobierno. Una mañana Correa y Lüters le pidieron llevar la Hyundai H1 a Buenos Aires. La buscó en Automotores Parra. Lo atiende Fabricio, que lo conocía por los services para los coches oficiales y particulares. Le dio un sobre con los papeles del coche a nombre de Sepat. Le colocaron la patente. “Me llama Correa y me da una caja para llevar”.

Muñoz partió a las 14 y llegó a las 3. Se alojó en un hotel reservado por Lüters. Al otro día llamó a Pablo, chofer de la Casa del Chubut, que le dio por WhatsApp la dirección de otra cochera en Avellaneda para guardar el coche, que luego se secuestró.

Muñoz fue chofer del exgobernador Mario Das Neves. Le confiaban coches oficiales y particulares. Hasta llevó a Esquel a la hija de Correa y a un actor de la obra “La Denuncia”.

A pedido de Correa, sacó colchones de la vivienda oficial 14 y los llevó a la casa de Playa Unión. Dos veces llevó a reparar los lentes rotos del gobernador Das Neves. “Cada encargue Lüters me lo pagaba en efectivo o si era urgente le llevaba la factura y me lo devolvía. Todo lo anotaba en una libreta”.


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