Tsunami en Villa Traful: científico reclama al Estado que prevenga un potencial desastre

Según el estudio realizado por la UBA, la ladera que se desplaza hacia el lago podría terminar de desplomarse y producir una masa de agua colosal que inundaría la costa del lugar a donde viven unas 400 personas. "Hay que tener preocupación y no miedo", expresó el geólogo Andrés Folguera.

12 SEP 2019 - 19:52 | Actualizado

El Estado cuenta con organismos idóneos para prevenir la posibilidad de un tsunami en la localidad neuquina de Villa Traful, situación sobre la que alertó un grupo de científicos de la Universidad de Buenos Aires.

Así lo indicó Andrés Folguera, quien integró el equipo del Departamento de Ciencias Geológicas de la UBA que elaboró el informe.

"Hay que tener preocupación y no miedo", expresó el científico el miércoles sobre el peligro que encierra el lago en el que se encuentra el bosque sumergido en el lago Traful, de esa atractiva localidad andina.

Folguera, en diálogo con radio Cadena 3, señaló que tsunami es "la terminología correcta" para hablar de la posibilidad de que la ladera de la montaña aledaña se termine de sumergir.

"Estamos ante la posibilidad de un tsunami patagónico como han existido en Noruega y Canadá, a donde conviven con esto y han destruido poblados enteros. Hay que preocuparnos y no tener miedo. Hay que hacer cualquier cosa menos paralizarse. Tenemos Estado, tenemos organismos idóneos y se pueden prever", indicó.

Según el estudio realizado por la UBA, la ladera que se desplaza hacia el lago podría terminar de desplomarse y producir una masa de agua colosal que inundaría la costa del lugar a donde viven unas 400 personas.

El bloque de roca, de unos tres kilómetros de ancho y diez de largo y, se desplaza muy rápido, a unos 36 centímetros anuales, un movimiento muy rápido que da cuenta de la magnitud del proceso.

Los científicos creen que una masa enorme de agua puede surgir de las profundidades y arrasar al pueblo, que tiene 400 habitantes permanentes.

"Se puede prevenir en la medida que se haga un monitoreo. Se pueden poner expansores entre el cerro y el desprendimiento. Esa grieta hay que visitarla cada varios meses y ver si cambia o no su amplitud. De esta manera, se traza una curva para ver si se acelera o no el deslizamiento. Otra forma es medir por radar en satélite. Cualquiera de las dos está al alcance del estado argentino", detalló.

Para Folguera, hay que actuar en torno a la posibilidad del desastre y "no hace falta esperar el hecho". "Tenemos una tendencia a no organizarnos socialmente ante riesgos geológicos. Lo que nos pasa es normal, les pasa a todos. Pero un día ocurre un hecho y nos enseña. Lo que estamos alertando es que no hace falta esperar ese hecho", expresó.

El investigador explicó que entró en contacto con esta problemática cuando, tratando de determinar el origen del bosque sumergido en el Lago Traful -una de las atracciones turísticas de la Patagonia- descubrió que "en la parte alta del cerro hay dos grandes grietas que se están abriendo", lo que hace que "una masa de gran volumen se esté desprendiendo y moviendo hacia el lago".

"Al comparar una serie de fotografías de la década del '90 y otras actuales, llegamos a la conclusión de que el bosque se hundió unos 8 metros en 20 años. Es un gran bloque que se está desprendiendo de manera controlada, pero ante cualquier shock externo puede acelerarse el proceso y generar un tsunami, de lo que hay antecedentes en Noruega y Canadá", dijo.

En cuanto a los eventuales daños, el científico aseguró que, en un "cálculo de máxima", las localidades de Villa Traful y Pichi Traful, contiguas al lago, "resultarían directamente damnificadas" y hasta "podrían resultar dañados los embalses" ubicados aguas abajo. "Tenemos una serie de elementos encadenados que, en el peor de los escenarios, representan un riesgo altísimo", concluyó.

El Estado va a "reforzar el monitoreo"

La directora de Geología Ambiental del Servicio Geológico Minero Argentino (Segemar), Alejandra Tejedo, aseguró este jueves a Télam que van a "reforzar el monitoreo" de la ladera que desde hace décadas se desplaza hacia el interior del Lago Traful, en Neuquén, y su posible riesgo de derrumbe, según un estudio de geólogos de la UBA.

No obstante, aclaró que el bloque de piedra "por ahora se mueve lentamente" y el proceso sólo podría acelerarse si interviene "un disparador, como puede ser un sismo" que produzca un desprendimiento abrupto, lo que "lo puede causar una ola", que "no necesariamente afectaría la villa: depende del volumen de masa que caiga al lago", pidió "tranquilidad" y que "los turistas sigan disfrutando" del lugar.

"Para nosotros no es novedad que la ladera se está moviendo, pero vamos a reforzar el monitoreo y ver qué sistema de vigilancia es más apropiado aplicar", agregó.

El objetivo es "detectar si el movimiento se estabiliza o se acelera con el tiempo, a fin de prevenir un riesgo geológico mayor".

La especialista explicó que se trata de "una masa de roca y tierra pegada al lago, que se va moviendo como una cinta transportadora", en lo que técnicamente se denomina "movimiento de ladera" o "reptaje"; un fenómeno natural habitual en terrenos montañosos donde hubo glaciares y que "no se puede predecir".

En un comunicado emitido anoche, el organismo reconoció que "no hay dudas de que la ladera se mueve con velocidades entre 10 y 36 centímetros por año, y esta lentitud explica la presencia bajo el agua de árboles en posición original vertical".

"Con estas velocidades es muy difícil que se produzca un tsunami, que eventualmente podría originarse por una caída brusca del material de esa ladera inestable al lago, lo que podría desencadenarse por movimientos sísmicos", agregaron.

"Ante una situación que no se considera de riesgo inmediato, el Segemar evaluará los estudios complementarios necesarios, el monitoreo indicado y se programarán las actividades en la región en acuerdo con las autoridades locales, provinciales y nacionales", concluye el texto.

Tejedo adelantó que "vamos a establecer un campamento" en las próximas semanas para "registrar información" que permita determinar "qué posibilidades hay de un aumento rápido" en el movimiento de la ladera.

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12 SEP 2019 - 19:52

El Estado cuenta con organismos idóneos para prevenir la posibilidad de un tsunami en la localidad neuquina de Villa Traful, situación sobre la que alertó un grupo de científicos de la Universidad de Buenos Aires.

Así lo indicó Andrés Folguera, quien integró el equipo del Departamento de Ciencias Geológicas de la UBA que elaboró el informe.

"Hay que tener preocupación y no miedo", expresó el científico el miércoles sobre el peligro que encierra el lago en el que se encuentra el bosque sumergido en el lago Traful, de esa atractiva localidad andina.

Folguera, en diálogo con radio Cadena 3, señaló que tsunami es "la terminología correcta" para hablar de la posibilidad de que la ladera de la montaña aledaña se termine de sumergir.

"Estamos ante la posibilidad de un tsunami patagónico como han existido en Noruega y Canadá, a donde conviven con esto y han destruido poblados enteros. Hay que preocuparnos y no tener miedo. Hay que hacer cualquier cosa menos paralizarse. Tenemos Estado, tenemos organismos idóneos y se pueden prever", indicó.

Según el estudio realizado por la UBA, la ladera que se desplaza hacia el lago podría terminar de desplomarse y producir una masa de agua colosal que inundaría la costa del lugar a donde viven unas 400 personas.

El bloque de roca, de unos tres kilómetros de ancho y diez de largo y, se desplaza muy rápido, a unos 36 centímetros anuales, un movimiento muy rápido que da cuenta de la magnitud del proceso.

Los científicos creen que una masa enorme de agua puede surgir de las profundidades y arrasar al pueblo, que tiene 400 habitantes permanentes.

"Se puede prevenir en la medida que se haga un monitoreo. Se pueden poner expansores entre el cerro y el desprendimiento. Esa grieta hay que visitarla cada varios meses y ver si cambia o no su amplitud. De esta manera, se traza una curva para ver si se acelera o no el deslizamiento. Otra forma es medir por radar en satélite. Cualquiera de las dos está al alcance del estado argentino", detalló.

Para Folguera, hay que actuar en torno a la posibilidad del desastre y "no hace falta esperar el hecho". "Tenemos una tendencia a no organizarnos socialmente ante riesgos geológicos. Lo que nos pasa es normal, les pasa a todos. Pero un día ocurre un hecho y nos enseña. Lo que estamos alertando es que no hace falta esperar ese hecho", expresó.

El investigador explicó que entró en contacto con esta problemática cuando, tratando de determinar el origen del bosque sumergido en el Lago Traful -una de las atracciones turísticas de la Patagonia- descubrió que "en la parte alta del cerro hay dos grandes grietas que se están abriendo", lo que hace que "una masa de gran volumen se esté desprendiendo y moviendo hacia el lago".

"Al comparar una serie de fotografías de la década del '90 y otras actuales, llegamos a la conclusión de que el bosque se hundió unos 8 metros en 20 años. Es un gran bloque que se está desprendiendo de manera controlada, pero ante cualquier shock externo puede acelerarse el proceso y generar un tsunami, de lo que hay antecedentes en Noruega y Canadá", dijo.

En cuanto a los eventuales daños, el científico aseguró que, en un "cálculo de máxima", las localidades de Villa Traful y Pichi Traful, contiguas al lago, "resultarían directamente damnificadas" y hasta "podrían resultar dañados los embalses" ubicados aguas abajo. "Tenemos una serie de elementos encadenados que, en el peor de los escenarios, representan un riesgo altísimo", concluyó.

El Estado va a "reforzar el monitoreo"

La directora de Geología Ambiental del Servicio Geológico Minero Argentino (Segemar), Alejandra Tejedo, aseguró este jueves a Télam que van a "reforzar el monitoreo" de la ladera que desde hace décadas se desplaza hacia el interior del Lago Traful, en Neuquén, y su posible riesgo de derrumbe, según un estudio de geólogos de la UBA.

No obstante, aclaró que el bloque de piedra "por ahora se mueve lentamente" y el proceso sólo podría acelerarse si interviene "un disparador, como puede ser un sismo" que produzca un desprendimiento abrupto, lo que "lo puede causar una ola", que "no necesariamente afectaría la villa: depende del volumen de masa que caiga al lago", pidió "tranquilidad" y que "los turistas sigan disfrutando" del lugar.

"Para nosotros no es novedad que la ladera se está moviendo, pero vamos a reforzar el monitoreo y ver qué sistema de vigilancia es más apropiado aplicar", agregó.

El objetivo es "detectar si el movimiento se estabiliza o se acelera con el tiempo, a fin de prevenir un riesgo geológico mayor".

La especialista explicó que se trata de "una masa de roca y tierra pegada al lago, que se va moviendo como una cinta transportadora", en lo que técnicamente se denomina "movimiento de ladera" o "reptaje"; un fenómeno natural habitual en terrenos montañosos donde hubo glaciares y que "no se puede predecir".

En un comunicado emitido anoche, el organismo reconoció que "no hay dudas de que la ladera se mueve con velocidades entre 10 y 36 centímetros por año, y esta lentitud explica la presencia bajo el agua de árboles en posición original vertical".

"Con estas velocidades es muy difícil que se produzca un tsunami, que eventualmente podría originarse por una caída brusca del material de esa ladera inestable al lago, lo que podría desencadenarse por movimientos sísmicos", agregaron.

"Ante una situación que no se considera de riesgo inmediato, el Segemar evaluará los estudios complementarios necesarios, el monitoreo indicado y se programarán las actividades en la región en acuerdo con las autoridades locales, provinciales y nacionales", concluye el texto.

Tejedo adelantó que "vamos a establecer un campamento" en las próximas semanas para "registrar información" que permita determinar "qué posibilidades hay de un aumento rápido" en el movimiento de la ladera.


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