“Esperé 47 años para casarme, pero bueno… Colón esperó 114“, dijo Renato, profesor de taekwondo en Villa Dora, en diálogo conLT10.
Tenían todo listo para dar el “Sí” el 9 de noviembre. Lo habían planeado desde hace tiempo, pero se escapó de sus planes este hecho histórico para el Sabalero.
Junto con Aimé, también hincha del rojinegro, pusieron en la balanza la situación yfue justamente ella la que propuso dejar todo de lado para ser testigos de la primera final de un torneo internacional a la que llega el club.
“Tenemos alrededor de 300 invitados, la mitad de Unión y la otra de Colón, así que no iba a ser el mejor ambiente”, contó. “Apenas mandamos el mensaje nuestros amigos colonistasempezaron a sacar las entradasporque estaban con muchas ganas de viajar a Paraguay”, reconoció entre risas.
“Tuvimos la suerte de que el club nos dio fecha para la semana siguiente para la fiesta. El único que se nos cayó fue el fotógrafo”, cerró Renato, que al igual que sus allegadosviajará al vecino país para alentar al Sabalero.
“Esperé 47 años para casarme, pero bueno… Colón esperó 114“, dijo Renato, profesor de taekwondo en Villa Dora, en diálogo conLT10.
Tenían todo listo para dar el “Sí” el 9 de noviembre. Lo habían planeado desde hace tiempo, pero se escapó de sus planes este hecho histórico para el Sabalero.
Junto con Aimé, también hincha del rojinegro, pusieron en la balanza la situación yfue justamente ella la que propuso dejar todo de lado para ser testigos de la primera final de un torneo internacional a la que llega el club.
“Tenemos alrededor de 300 invitados, la mitad de Unión y la otra de Colón, así que no iba a ser el mejor ambiente”, contó. “Apenas mandamos el mensaje nuestros amigos colonistasempezaron a sacar las entradasporque estaban con muchas ganas de viajar a Paraguay”, reconoció entre risas.
“Tuvimos la suerte de que el club nos dio fecha para la semana siguiente para la fiesta. El único que se nos cayó fue el fotógrafo”, cerró Renato, que al igual que sus allegadosviajará al vecino país para alentar al Sabalero.