Batacazo del “Canario” en Comodoro
Triunfazo de La Ribera en la Zona 1 de Chubut del Clasificatorio Patagónico. Por el gol de Matías Canario, el esfuerzo colectivo y una defensa potenciada, rescató un 1-0 que castigó la falta de ideas de la CAI en el Municipal.
Sin juego y con poco peso en el área, el local estuvo lejos de repetir lo del debut ante J.J. Moreno en la primera fecha. Walter Oros, arquero visitante, la figura.
La sorpresa
Al “Canario” no lo intimidaron la chapa, ni jugar en cancha ajena. De entrada puso la pelota en modo pausa y le cortó el ritmo a un rival ambicioso. Bien plantado para defender, la visita entendió rápido por donde podia pasar el partido.
Los Salinas hermanos lideraron desde el fondo y apenas surgió una chance, la exprimieron. A los 12 minutos, Carlos Morán encaró por derecha, los defensores bajaron la guardia y Canario terminó anticipando a todos a la altura del primer palo para gritar el 1-0 inesperado.
A la CAI le costó reponerse de la sorpresa. Tardó más de la cuenta en el rearmado, no tuvo precisión y hasta terminó saliéndose del libreto. Es que Díaz, su referencia de área y Luis Vidal, primer abastecedor, estuvieron en otra sintonía. Por eso La Ribera se adaptó mejor a las circunstancias, aún sabiendo el desgaste posterior.
El local se acercó especialmente con las pelotas paradas, insistiendo con la fórmula de sobrevolar el área pero estuvo lejos de alterar el orden amarillo, cada vez más convencido de cuidar la diferencia.
Walter Pérez en el medio, sorprendió con un remate cercano cuando la Ribera pareció cederle el peso del trámite al local y el juego casi no ofrecía variantes.
La CAI al filo del descanso, tuvo la más clara: una corrida de Vargas que derivó en una asistencia larga, inalcanzable para Díaz y en posterior centro descolgado por Walter Oros.
A la vuelta, el uno fue otra vez protagonista. Un cabezazo en el área chica de Sebastián Díaz encontró a Oros en el lugar correcto, evitando lo que debió ser el empate. CAI que liberó a Vargas para atacar también intentó reforzar el armado con el ingreso de Luciano Contreras pero el conflicto con la pelota era evidente.
El reloj y su propia imposibilidad fueron factores que aumentaron la presión local. El local no inquietó, chocó siempre con el muro defensivo y entre tanto vértigo, se expuso a la contra.
De tanto insistir, Díaz reventó el travesaño y volvió a ponerle un signo de pregunta al partido pero al final, las manos de Oros y el esfuerzo de todo le dieron el premio máximo.
Sin juego y con poco peso en el área, el local estuvo lejos de repetir lo del debut ante J.J. Moreno en la primera fecha. Walter Oros, arquero visitante, la figura.
La sorpresa
Al “Canario” no lo intimidaron la chapa, ni jugar en cancha ajena. De entrada puso la pelota en modo pausa y le cortó el ritmo a un rival ambicioso. Bien plantado para defender, la visita entendió rápido por donde podia pasar el partido.
Los Salinas hermanos lideraron desde el fondo y apenas surgió una chance, la exprimieron. A los 12 minutos, Carlos Morán encaró por derecha, los defensores bajaron la guardia y Canario terminó anticipando a todos a la altura del primer palo para gritar el 1-0 inesperado.
A la CAI le costó reponerse de la sorpresa. Tardó más de la cuenta en el rearmado, no tuvo precisión y hasta terminó saliéndose del libreto. Es que Díaz, su referencia de área y Luis Vidal, primer abastecedor, estuvieron en otra sintonía. Por eso La Ribera se adaptó mejor a las circunstancias, aún sabiendo el desgaste posterior.
El local se acercó especialmente con las pelotas paradas, insistiendo con la fórmula de sobrevolar el área pero estuvo lejos de alterar el orden amarillo, cada vez más convencido de cuidar la diferencia.
Walter Pérez en el medio, sorprendió con un remate cercano cuando la Ribera pareció cederle el peso del trámite al local y el juego casi no ofrecía variantes.
La CAI al filo del descanso, tuvo la más clara: una corrida de Vargas que derivó en una asistencia larga, inalcanzable para Díaz y en posterior centro descolgado por Walter Oros.
A la vuelta, el uno fue otra vez protagonista. Un cabezazo en el área chica de Sebastián Díaz encontró a Oros en el lugar correcto, evitando lo que debió ser el empate. CAI que liberó a Vargas para atacar también intentó reforzar el armado con el ingreso de Luciano Contreras pero el conflicto con la pelota era evidente.
El reloj y su propia imposibilidad fueron factores que aumentaron la presión local. El local no inquietó, chocó siempre con el muro defensivo y entre tanto vértigo, se expuso a la contra.
De tanto insistir, Díaz reventó el travesaño y volvió a ponerle un signo de pregunta al partido pero al final, las manos de Oros y el esfuerzo de todo le dieron el premio máximo.