Alza del transporte desata protestas masivas en Chile

Las autoridades chilenas dispusieron hoy que fuerzas antimotines de la policía vigilen las estaciones del Metro (Subte) tras una ola de protestas desatadas en Santiago contra el alza de las tarifas que incluyeron rotura de molinetes, enfrentamientos con la policía, lesionados, detenidos e ingresos en tropel de usuarios en decenas de estaciones de la extensa red subterránea.

18 OCT 2019 - 9:32 | Actualizado

Las 136 estaciones de las siete líneas que componen la red amanecieron con presencia policial y en algunas de ellas manifestantes que repartían panfletos y llamaban a nuevas protestas fueron detenidos por la policía, informaron los portales de noticias Cooperativa y Bio-Bío.

Los manifestantes reclaman por un alza de la tarifa del boleto que hace dos semanas dejó el valor del tramo mas caro en $ 830 ($70 argentinos, uno de las más altos de latinoamérica)

Los reclamos se iniciaron el lunes 7 de octubre cuando se registró una primera "evasión masiva" (salto de molinetes realizado por centenares de personas) y fueron creciendo en intensidad y violencia hasta la jornada de ayer, que dejó 41 detenidos y fue calificada por el subsecretario de Interior, Rodrigo Ubilla, como actos de "delincuencia pura y clara".

El tema empezó a preocupar en La Moneda y las autoridades policiales.

Entre el 7 y el 15 de octubre se registraron 52 casos de evasiones masivas, según datos que la empresa estatal Metro incorporó en una querella criminal por los delitos de desórdenes públicos y daños calificados, interpuesta ante el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago.

Ayer, cinco molinetes de la Estación San Joaquín, en la populosa comuna homónima al sur de la capital, fueron destruidos por manifestantes, mientras otros se sentaron al borde de andenes, lo que afectó el desplazamiento de los carros.

En otro episodio, unas 150 personas que intentaron ingresar a la céntrica Estación Salvador se enfrentaron a carabineros a quienes lanzaron objetos contundentes, según la versión de la policía, que respondió con gases lacrimógenos.

En otras estaciones los manifestantes accionaron los frenos de emergencia de los vagones, lo que generó una interrupción del flujo, mientras en una de las líneas una persona bajó a las vías, lo que mantuvo suspendido el servicio en más de un 40% de sus estaciones.

Se espera que la jornada de hoy sea tan convulsionada como la de ayer porque los manifestantes convocaron nuevas evasiones en Twitter, con el hashtag #EvasionTodoElDia, que anoche posicionaba en el primer lugar de las tendencias en Chile.

La vocera del Ejecutivo, Cecilia Pérez, expresó el rechazo del gobierno de Sebastián Piñera a las acciones de evasión.

"No corresponde la violencia", declaró. "Creen que mil delincuentes, porque eso es lo que son, cuando agreden a guardias indefensos, destruyen el Metro y golpean a pasajeros, ¿están haciendo lo correcto? Es incorrecto", afirmó la portavoz.

En tanto, la Federación de Sindicatos del Metro dijo que comparten "la legitimidad de la demanda de frenar las alzas".

El vicepresidente de la entidad, Erik Campos, denunció que el gobierno está contestando a las protestas "con excesiva represión, y eso va a generar mayores problemas".

"No fomentamos ni apoyamos las acciones violentas que impliquen poner en peligro la seguridad de trabajadores y usuarios, pero medidas como el cierre de estaciones y desplegar carabineros llama a más violencia", agregó el directivo, y añadió que los sindicatos evalúan adoptar medidas.

18 OCT 2019 - 9:32

Las 136 estaciones de las siete líneas que componen la red amanecieron con presencia policial y en algunas de ellas manifestantes que repartían panfletos y llamaban a nuevas protestas fueron detenidos por la policía, informaron los portales de noticias Cooperativa y Bio-Bío.

Los manifestantes reclaman por un alza de la tarifa del boleto que hace dos semanas dejó el valor del tramo mas caro en $ 830 ($70 argentinos, uno de las más altos de latinoamérica)

Los reclamos se iniciaron el lunes 7 de octubre cuando se registró una primera "evasión masiva" (salto de molinetes realizado por centenares de personas) y fueron creciendo en intensidad y violencia hasta la jornada de ayer, que dejó 41 detenidos y fue calificada por el subsecretario de Interior, Rodrigo Ubilla, como actos de "delincuencia pura y clara".

El tema empezó a preocupar en La Moneda y las autoridades policiales.

Entre el 7 y el 15 de octubre se registraron 52 casos de evasiones masivas, según datos que la empresa estatal Metro incorporó en una querella criminal por los delitos de desórdenes públicos y daños calificados, interpuesta ante el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago.

Ayer, cinco molinetes de la Estación San Joaquín, en la populosa comuna homónima al sur de la capital, fueron destruidos por manifestantes, mientras otros se sentaron al borde de andenes, lo que afectó el desplazamiento de los carros.

En otro episodio, unas 150 personas que intentaron ingresar a la céntrica Estación Salvador se enfrentaron a carabineros a quienes lanzaron objetos contundentes, según la versión de la policía, que respondió con gases lacrimógenos.

En otras estaciones los manifestantes accionaron los frenos de emergencia de los vagones, lo que generó una interrupción del flujo, mientras en una de las líneas una persona bajó a las vías, lo que mantuvo suspendido el servicio en más de un 40% de sus estaciones.

Se espera que la jornada de hoy sea tan convulsionada como la de ayer porque los manifestantes convocaron nuevas evasiones en Twitter, con el hashtag #EvasionTodoElDia, que anoche posicionaba en el primer lugar de las tendencias en Chile.

La vocera del Ejecutivo, Cecilia Pérez, expresó el rechazo del gobierno de Sebastián Piñera a las acciones de evasión.

"No corresponde la violencia", declaró. "Creen que mil delincuentes, porque eso es lo que son, cuando agreden a guardias indefensos, destruyen el Metro y golpean a pasajeros, ¿están haciendo lo correcto? Es incorrecto", afirmó la portavoz.

En tanto, la Federación de Sindicatos del Metro dijo que comparten "la legitimidad de la demanda de frenar las alzas".

El vicepresidente de la entidad, Erik Campos, denunció que el gobierno está contestando a las protestas "con excesiva represión, y eso va a generar mayores problemas".

"No fomentamos ni apoyamos las acciones violentas que impliquen poner en peligro la seguridad de trabajadores y usuarios, pero medidas como el cierre de estaciones y desplegar carabineros llama a más violencia", agregó el directivo, y añadió que los sindicatos evalúan adoptar medidas.


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