El Corredor de los Andes es un destino privilegiado para los pescadores del mundo entero

El nivel todavía alto de los lagos y las crecidas de los ríos, producto de las nevadas tardías, condicionarán el inicio de la temporada de pesca en el Corredor de los Andes, que se extiende desde El Manso hasta Corcovado, un destino mundial por excelencia para los amantes de la actividad.

Quedó vedada la pesca en una serie de ríos y lagos de Chubut.
29 OCT 2019 - 20:21 | Actualizado 30 SEP 2022 - 6:34

“La actividad de las truchas ya está de manifiesto, además de que el agua está fría y las incita a picar”, adelantó ayer el guía local Simón González, cuyas preferencias están en el Parque Nacional Lago Puelo, donde los pesqueros hacia el límite con Chile o en la boca del río Turbio “siempre son muy fructíferos”, favorecidos porque “la alimentación es abundante en primavera, con eclosión de algunos insectos que son su plato favorito y nos alienta a probar distintas moscas y streamers”. Por allí, ya sea embarcado o vadeando el delta del río Azul, aparecen “rinconcitos ocultos” que permiten la práctica de la pesca deportiva en sus modalidades spinning, trolling y fly cast.

La apertura oficial de la temporada en la provincia del Chubut será en Corcovado, cuenca hídrica que va desde el lago Vinter hasta la desembocadura del río Palena en el océano Pacífico, por donde suben los Chinook que dan sorpresas de hasta 25 o 30 kilos.

Por esos pagos, el guía de pesca Aldo Velázquez (“Papá Oso”) asegura que para atrapar tremendos salmones el secreto es “usar siempre una cuchara voladora de gran porte (fabricada en la zona) y tanza del ‘50. Todo es cuestión de paciencia y sabiduría para hacer reaccionar al pez, que no come pero se termina irritando con el ruido del señuelo”.

En la Comarca Andina, con motivo del inicio de la temporada de pesca 2019/2020, el Parque Nacional Lago Puelo organizó una charla sobre “Salmónidos en Patagonia: una mirada sobre los beneficios e impactos”, a cargo del técnico acuicultor Daniel Wegrzyn y la doctora en Biología Silvia Ortubay. Será el 1 de noviembre, a las 10, en el Centro de Visitantes.

Buenas truchas

En tanto, para el guía Facundo Arrías (El Bolsón), su recomendación para largar la temporada “es el río Carrileufu (Cholila), ya que las truchas están acomodadas para el desove en las aguas bajas y en los arroyos tributarios, principalmente El Pedregoso. También es muy bueno el río Rivadavia (entrada al Parque Nacional Los Alerces), con presencia del salmón encerrado, que no hay en muchas cuencas”.

Si la opción es navegar el lago Puelo, “me iría hasta Los Hitos (límite con Chile), cerca de los rápidos donde nace el río Puelo ya que hay abundancia de arco iris desovando en las bahías. Después, cuando aparezcan las libélulas, se irán a los juncos”, aconsejó.

A su criterio, “será una muy buena temporada durante los primeros meses, al menos hasta que empiecen los calores fuertes. Ayuda mucho que haya nevado bastante y tarde, ya que nos asegura buen caudal de agua hasta bien avanzado el verano y los ríos y lagos se van a mantener fríos. El nivel de oxígeno se conserva alto y las truchas no se van al fondo”, graficó.

Acerca de “las condiciones diferenciales” de la región, Arrías apuntó a la convivencia de “muchos ambientes acuáticos distintos. En Río Pico, por ejemplo, hay varios lagos muy bajos donde se pesca muy bien con streamers o imitaciones de pequeños peces o alevinos. De todas maneras, siempre depende de la eclosión de insectos en los alrededores, principalmente con la langosta en la ribera de los ríos”, detalló.

La pesca en la región está regulada por el Reglamento de Pesca Deportiva Continental Patagónico, que establece de qué forma se puede practicar y cuál es el límite diario de extracciones de piezas, si lo permite.

Desde los ríos Manso, Foyel y Villegas al norte, con el río Azul al oeste de El Bolsón, e incluyendo los lagos Puelo, Epuyén, Mosquito, Cholila, Rivadavia, Lezana, más el río Chubut y sus tributarios al este, toda la zona andina es receptora de pescadores argentinos y extranjeros, que cuentan con una amplia oferta de lodges, guías y servicios especializados para satisfacer su demanda.

Un poco más al sur, los lagos, lagunas y ríos cercanos a Esquel y Trevelin (principalmente la cuenca del Futaleufú) también prometen “el ambiente ideal para cualquier aficionado que busca experiencias irrepetible en la pesca deportiva, además del contacto con la naturaleza en su máxima expresión”.

Las especies de truchas que pueden hallarse son, en su mayoría, arco iris y marrones. Las fontinalis (de muy buen tamaño) se ven cerca de las orillas de las lagunas y lagos. Las percas se distribuyen de manera constante y en algunos algunos ambientes específicos hay poblaciones estables del pejerrey patagónico.

Destino privilegiado

Un capítulo aparte merece Río Pico, con sus casi 20 lagos en la transición que va desde la seca estepa patagónica y la siempre verde cordillera andina. El lugar ya cuenta con fama mundial entre los pescadores con mosca por el tamaño y cantidad de las piezas capturadas, ofreciendo ambientes muy variados.

Un dato característico de los espejos lacustres es que hay varios numerados: 1, 2, 3, 4 y 5. A ellos hay que sumarles el inmenso lago Vintter (del lado chileno se llama Palena), Los Niños, Constancio, Engaño, La Isla, El León, Guacho y Berta, entre otros. Semejante cuenca hídrica está interconectada por los ríos Pico, Las Pampas, Nilson, Píldora, Engaño; más el río Corcovado por donde suben los salmones del Pacífico. Los arroyos se cuentan por decenas.

A medida que los cursos de agua “van recuperando su nivel, luego de las nevadas tardías que hicieron su aporte primaveral, las truchas buscan su hábitat, pero lo divertido a esta altura de año es buscarlas en los pozones estancados en la costa de los lagos, donde encuentran más chances de comida”, según la recomendación del guía Patricio Graciozi.

Las más leídas

Quedó vedada la pesca en una serie de ríos y lagos de Chubut.
29 OCT 2019 - 20:21

“La actividad de las truchas ya está de manifiesto, además de que el agua está fría y las incita a picar”, adelantó ayer el guía local Simón González, cuyas preferencias están en el Parque Nacional Lago Puelo, donde los pesqueros hacia el límite con Chile o en la boca del río Turbio “siempre son muy fructíferos”, favorecidos porque “la alimentación es abundante en primavera, con eclosión de algunos insectos que son su plato favorito y nos alienta a probar distintas moscas y streamers”. Por allí, ya sea embarcado o vadeando el delta del río Azul, aparecen “rinconcitos ocultos” que permiten la práctica de la pesca deportiva en sus modalidades spinning, trolling y fly cast.

La apertura oficial de la temporada en la provincia del Chubut será en Corcovado, cuenca hídrica que va desde el lago Vinter hasta la desembocadura del río Palena en el océano Pacífico, por donde suben los Chinook que dan sorpresas de hasta 25 o 30 kilos.

Por esos pagos, el guía de pesca Aldo Velázquez (“Papá Oso”) asegura que para atrapar tremendos salmones el secreto es “usar siempre una cuchara voladora de gran porte (fabricada en la zona) y tanza del ‘50. Todo es cuestión de paciencia y sabiduría para hacer reaccionar al pez, que no come pero se termina irritando con el ruido del señuelo”.

En la Comarca Andina, con motivo del inicio de la temporada de pesca 2019/2020, el Parque Nacional Lago Puelo organizó una charla sobre “Salmónidos en Patagonia: una mirada sobre los beneficios e impactos”, a cargo del técnico acuicultor Daniel Wegrzyn y la doctora en Biología Silvia Ortubay. Será el 1 de noviembre, a las 10, en el Centro de Visitantes.

Buenas truchas

En tanto, para el guía Facundo Arrías (El Bolsón), su recomendación para largar la temporada “es el río Carrileufu (Cholila), ya que las truchas están acomodadas para el desove en las aguas bajas y en los arroyos tributarios, principalmente El Pedregoso. También es muy bueno el río Rivadavia (entrada al Parque Nacional Los Alerces), con presencia del salmón encerrado, que no hay en muchas cuencas”.

Si la opción es navegar el lago Puelo, “me iría hasta Los Hitos (límite con Chile), cerca de los rápidos donde nace el río Puelo ya que hay abundancia de arco iris desovando en las bahías. Después, cuando aparezcan las libélulas, se irán a los juncos”, aconsejó.

A su criterio, “será una muy buena temporada durante los primeros meses, al menos hasta que empiecen los calores fuertes. Ayuda mucho que haya nevado bastante y tarde, ya que nos asegura buen caudal de agua hasta bien avanzado el verano y los ríos y lagos se van a mantener fríos. El nivel de oxígeno se conserva alto y las truchas no se van al fondo”, graficó.

Acerca de “las condiciones diferenciales” de la región, Arrías apuntó a la convivencia de “muchos ambientes acuáticos distintos. En Río Pico, por ejemplo, hay varios lagos muy bajos donde se pesca muy bien con streamers o imitaciones de pequeños peces o alevinos. De todas maneras, siempre depende de la eclosión de insectos en los alrededores, principalmente con la langosta en la ribera de los ríos”, detalló.

La pesca en la región está regulada por el Reglamento de Pesca Deportiva Continental Patagónico, que establece de qué forma se puede practicar y cuál es el límite diario de extracciones de piezas, si lo permite.

Desde los ríos Manso, Foyel y Villegas al norte, con el río Azul al oeste de El Bolsón, e incluyendo los lagos Puelo, Epuyén, Mosquito, Cholila, Rivadavia, Lezana, más el río Chubut y sus tributarios al este, toda la zona andina es receptora de pescadores argentinos y extranjeros, que cuentan con una amplia oferta de lodges, guías y servicios especializados para satisfacer su demanda.

Un poco más al sur, los lagos, lagunas y ríos cercanos a Esquel y Trevelin (principalmente la cuenca del Futaleufú) también prometen “el ambiente ideal para cualquier aficionado que busca experiencias irrepetible en la pesca deportiva, además del contacto con la naturaleza en su máxima expresión”.

Las especies de truchas que pueden hallarse son, en su mayoría, arco iris y marrones. Las fontinalis (de muy buen tamaño) se ven cerca de las orillas de las lagunas y lagos. Las percas se distribuyen de manera constante y en algunos algunos ambientes específicos hay poblaciones estables del pejerrey patagónico.

Destino privilegiado

Un capítulo aparte merece Río Pico, con sus casi 20 lagos en la transición que va desde la seca estepa patagónica y la siempre verde cordillera andina. El lugar ya cuenta con fama mundial entre los pescadores con mosca por el tamaño y cantidad de las piezas capturadas, ofreciendo ambientes muy variados.

Un dato característico de los espejos lacustres es que hay varios numerados: 1, 2, 3, 4 y 5. A ellos hay que sumarles el inmenso lago Vintter (del lado chileno se llama Palena), Los Niños, Constancio, Engaño, La Isla, El León, Guacho y Berta, entre otros. Semejante cuenca hídrica está interconectada por los ríos Pico, Las Pampas, Nilson, Píldora, Engaño; más el río Corcovado por donde suben los salmones del Pacífico. Los arroyos se cuentan por decenas.

A medida que los cursos de agua “van recuperando su nivel, luego de las nevadas tardías que hicieron su aporte primaveral, las truchas buscan su hábitat, pero lo divertido a esta altura de año es buscarlas en los pozones estancados en la costa de los lagos, donde encuentran más chances de comida”, según la recomendación del guía Patricio Graciozi.


NOTICIAS RELACIONADAS