Los Bomberos de Madryn cumplen 58 años

La ABVPM fue creada por un grupo de vecinos con el objetivo de que la ciudad cuente con un cuerpo de bomberos que pudiera afrontar emergencias de magnitud. 58 años después, la institución ha experimentado un crecimiento sin precedentes fruto del denodado esfuerzo conjunto de sus integrantes.

03 NOV 2019 - 20:15 | Actualizado

Ya es mítica la historia del incendio de La Anónima en julio de 1960 que diera origen un año más tarde a la fundación por parte de un grupo de vecinos, el 4 de noviembre, de la Asociación de Bomberos Voluntarios Puerto Madryn con el objetivo de que la ciudad cuente con un cuerpo de bomberos que pudiera afrontar emergencias de magnitud.

58 años después, la institución ha experimentado un crecimiento sin precedentes fruto del denodado esfuerzo de su Comisión Directiva y el profesionalismo de su Cuerpo Activo.

Su actual presidente Gastón Alcucero da cuenta de las transformaciones que se han vivido en la última década, en la cual no han sido menores los escollos y desafíos.

“Llegamos a la institución y asumimos la función en el marco de una crisis como es habitual en este tipo de instituciones, y lo primero que hicimos fue formar un equipo de trabajo. Fuimos a buscar a una joven contadora, a un abogado con experiencia y a exbomberos y nos propusimos armar una comisión directiva que tuviera una gestión con transparencia para volver a ganar la confianza de la sociedad”.

“El primer año de gestión fue de ordenamiento administrativo, financiero. Ya con el asesoramiento del abogado y de la contadora comenzamos a dar un salto de calidad en cómo se debían administrar los fondos, algo que no sabíamos porque veníamos de ser bomberos. Comenzó un crecimiento ininterrumpido siempre con una agenda, con una política institucional que atravesara todos los ejes políticos de la institución que eran los ejes primordiales que tenían que ver con el equipamiento, la capacitación y la infraestructura del cuartel: un cuartel que se estaba cayendo a pedazos, que no se le habían hecho grandes inversiones, con problemas con la electricidad, con el gas y con un montón de cuestiones. Teníamos un parque automotor obsoleto, viejo, había que hacer recambio de unidades, un equipamiento en su mayoría vencido. Entonces había que hacernos de los recursos para trabajar en esos aspectos”.

“Y fuimos obviamente con un orden de prioridades porque no podíamos dar respuesta en lo inmediato a todo, pero si teníamos que fijar prioridades y comenzamos por las dos principales que eran el equipamiento personal para garantizar la seguridad del bombero y la capacitación. Tuvimos la suerte de poder aprovechar un momento económico a nivel provincial y nacional distinto al que hoy se atraviesa, eso nos permitió salir más rápido de esa crisis. Pero con mucho criterio en el uso de los recursos, con prioridades, haciendo incapie en los ejes primordiales”.

“Pero lo primordial ha sido el apoyo que hemos obtenido de la comunidad. La comunidad empezó a confiar nuevamente en la institución. Los vecinos se dieron cuenta de la importancia de su aporte a partir de la Tasa Municipal de Bomberos. Y esto se logro gracias a que se pudo hacer una tasa de bomberos más acorde a las necesidades y también al bolsillo del contribuyente. Lo entendió el poder político de turno. Realmente nos ha dado esa herramienta fundamental. Y nos la dio a partir de que pudimos tener dentro de la nueva carta orgánica municipal en la cual figura que el estado municipal debe garantizar el funcionamiento de su cuerpo de bomberos.

“Eso nos permitió de que el ejecutivo y el legislativo municipal tuvieran esa responsabilidad y obligación de garantizarle los recursos al cuerpo de bomberos con todos los controles necesarios, ya que nosotros rendimos cuatrimestralmente al Concejo Deliberante nuestros ingresos: en qué gastamos y usamos los recursos que provienen de esa tasa y luego son los ediles que con esa información todos los años la readecuan”.

Alcucero destaca que: “Cada vez las exigencias de nuestra comunidad son mayores y nos requieren una mayor participación, no sólo en la emergencia propiamente dicha, sino en una serie de actividades que hacen a la función que debe cumplir un cuerpo de bomberos: la prevención y la educación. Entonces de esa manera comenzamos a tener un grado de participación en la sociedad que no se había podido experimentar antes y fue como mover un avispero, hoy la exigencia que nos demandan los madynenses es altísima y nosotros tenemos que estar a la altura de las circunstancias porque es la comunidad la que realiza el aporte para que nosotros podamos realizar la prestación del servicio”.

“La clave estuvo en la excelencia que hemos logrado en la administración. Lo logramos a partir de la capacitación. Nos empezamos a capacitar en un encuentro de dirigentes, participamos en el Concejo Nacional de Bomberos y también comenzamos a participar en la Federación provincial”.

“En 2014 cuando inauguramos la ampliación sentimos que fue un hito en la historia de la Asociación, significó un antes y un después. Porque fue un corolario de que las cosas se podían hacer bien, que no habíamos descuidado nada y pudimos construir 350 metros cubiertos de un edificio moderno que venía a dar respuesta a casi 50 años de atraso, no porque no se haya querido hacer, sino porque las circunstancias así lo impusieron. Fue la oportunidad en que nos dijimos “estamos haciendo bien las cosas”.

“Fue una inversión millonaria cien por cien aportada por la tasa de bomberos, por la comunidad, y administrada por nosotros. Era una combinación, una mixtura más que satisfactoria, porque lo habíamos logrado gracias al aporte de la comunidad y pero a instancias de nuestra administración. Porque acá no hubo subsidios de ningún lado, acá hubo un trabajo de la Comisión Directiva, del Cuerpo Activo, donde todos tiramos de la soga para el mismo lado y eso nos demostró de que todo es posible y se puede cuando se trabaja mancomunadamente.

“Los directivos tienen que trabajar de manera conjunta a los cuerpos activos y la jefatura. Acá estamos todos en una igualdad de condiciones más allá de las responsabilidades que nos compete a cada uno”.

“Después vinieron otros logros. Hicimos todo el recambio del parque automotor, cambiamos todos los equipos, tenemos los equipos que puede tener cualquier cuerpo del primer mundo. En abril de 2019 presentamos nuestra primera unidad cero kilometro, otro hito histórico, millonario, nos salió 3,5 millones de pesos una unidad de última generación. Y así es como se dimensiona el trabajo, cuando es tangible, cuando se ve y se puede disfrutar. Hoy lo disfrutamos viendo a los bomberos en el casino, en el gimnasio, en el taller, la fosa, en todo eso que se logró y eso me da mucha satisfacción. Siempre pienso que si volviera a estar de ese lado, con el casco y los guantes, me gustaría estar en esas condiciones. Lo disfruto muchísimo.

“Me pone muy feliz que los chicos puedan tener un lugar cómodo ya que conviven muchas horas al día y sobre todo dejan mucho su vida personal para darle al cuartel. Lo mejor que nosotros le podemos dar es eso, un lugar digno. Eso dignifica la profesión. Como dirigencia sabemos que estamos de paso pero habremos dejado sentado un camino.

“El día que haya otra conducción seguramente podrá mejorar lo que se ha hecho, pero gracias a nuestro esfuerzo se encontrará con una institución y una comunidad que no aceptaría retrocesos”, cierra Alcucero.

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03 NOV 2019 - 20:15

Ya es mítica la historia del incendio de La Anónima en julio de 1960 que diera origen un año más tarde a la fundación por parte de un grupo de vecinos, el 4 de noviembre, de la Asociación de Bomberos Voluntarios Puerto Madryn con el objetivo de que la ciudad cuente con un cuerpo de bomberos que pudiera afrontar emergencias de magnitud.

58 años después, la institución ha experimentado un crecimiento sin precedentes fruto del denodado esfuerzo de su Comisión Directiva y el profesionalismo de su Cuerpo Activo.

Su actual presidente Gastón Alcucero da cuenta de las transformaciones que se han vivido en la última década, en la cual no han sido menores los escollos y desafíos.

“Llegamos a la institución y asumimos la función en el marco de una crisis como es habitual en este tipo de instituciones, y lo primero que hicimos fue formar un equipo de trabajo. Fuimos a buscar a una joven contadora, a un abogado con experiencia y a exbomberos y nos propusimos armar una comisión directiva que tuviera una gestión con transparencia para volver a ganar la confianza de la sociedad”.

“El primer año de gestión fue de ordenamiento administrativo, financiero. Ya con el asesoramiento del abogado y de la contadora comenzamos a dar un salto de calidad en cómo se debían administrar los fondos, algo que no sabíamos porque veníamos de ser bomberos. Comenzó un crecimiento ininterrumpido siempre con una agenda, con una política institucional que atravesara todos los ejes políticos de la institución que eran los ejes primordiales que tenían que ver con el equipamiento, la capacitación y la infraestructura del cuartel: un cuartel que se estaba cayendo a pedazos, que no se le habían hecho grandes inversiones, con problemas con la electricidad, con el gas y con un montón de cuestiones. Teníamos un parque automotor obsoleto, viejo, había que hacer recambio de unidades, un equipamiento en su mayoría vencido. Entonces había que hacernos de los recursos para trabajar en esos aspectos”.

“Y fuimos obviamente con un orden de prioridades porque no podíamos dar respuesta en lo inmediato a todo, pero si teníamos que fijar prioridades y comenzamos por las dos principales que eran el equipamiento personal para garantizar la seguridad del bombero y la capacitación. Tuvimos la suerte de poder aprovechar un momento económico a nivel provincial y nacional distinto al que hoy se atraviesa, eso nos permitió salir más rápido de esa crisis. Pero con mucho criterio en el uso de los recursos, con prioridades, haciendo incapie en los ejes primordiales”.

“Pero lo primordial ha sido el apoyo que hemos obtenido de la comunidad. La comunidad empezó a confiar nuevamente en la institución. Los vecinos se dieron cuenta de la importancia de su aporte a partir de la Tasa Municipal de Bomberos. Y esto se logro gracias a que se pudo hacer una tasa de bomberos más acorde a las necesidades y también al bolsillo del contribuyente. Lo entendió el poder político de turno. Realmente nos ha dado esa herramienta fundamental. Y nos la dio a partir de que pudimos tener dentro de la nueva carta orgánica municipal en la cual figura que el estado municipal debe garantizar el funcionamiento de su cuerpo de bomberos.

“Eso nos permitió de que el ejecutivo y el legislativo municipal tuvieran esa responsabilidad y obligación de garantizarle los recursos al cuerpo de bomberos con todos los controles necesarios, ya que nosotros rendimos cuatrimestralmente al Concejo Deliberante nuestros ingresos: en qué gastamos y usamos los recursos que provienen de esa tasa y luego son los ediles que con esa información todos los años la readecuan”.

Alcucero destaca que: “Cada vez las exigencias de nuestra comunidad son mayores y nos requieren una mayor participación, no sólo en la emergencia propiamente dicha, sino en una serie de actividades que hacen a la función que debe cumplir un cuerpo de bomberos: la prevención y la educación. Entonces de esa manera comenzamos a tener un grado de participación en la sociedad que no se había podido experimentar antes y fue como mover un avispero, hoy la exigencia que nos demandan los madynenses es altísima y nosotros tenemos que estar a la altura de las circunstancias porque es la comunidad la que realiza el aporte para que nosotros podamos realizar la prestación del servicio”.

“La clave estuvo en la excelencia que hemos logrado en la administración. Lo logramos a partir de la capacitación. Nos empezamos a capacitar en un encuentro de dirigentes, participamos en el Concejo Nacional de Bomberos y también comenzamos a participar en la Federación provincial”.

“En 2014 cuando inauguramos la ampliación sentimos que fue un hito en la historia de la Asociación, significó un antes y un después. Porque fue un corolario de que las cosas se podían hacer bien, que no habíamos descuidado nada y pudimos construir 350 metros cubiertos de un edificio moderno que venía a dar respuesta a casi 50 años de atraso, no porque no se haya querido hacer, sino porque las circunstancias así lo impusieron. Fue la oportunidad en que nos dijimos “estamos haciendo bien las cosas”.

“Fue una inversión millonaria cien por cien aportada por la tasa de bomberos, por la comunidad, y administrada por nosotros. Era una combinación, una mixtura más que satisfactoria, porque lo habíamos logrado gracias al aporte de la comunidad y pero a instancias de nuestra administración. Porque acá no hubo subsidios de ningún lado, acá hubo un trabajo de la Comisión Directiva, del Cuerpo Activo, donde todos tiramos de la soga para el mismo lado y eso nos demostró de que todo es posible y se puede cuando se trabaja mancomunadamente.

“Los directivos tienen que trabajar de manera conjunta a los cuerpos activos y la jefatura. Acá estamos todos en una igualdad de condiciones más allá de las responsabilidades que nos compete a cada uno”.

“Después vinieron otros logros. Hicimos todo el recambio del parque automotor, cambiamos todos los equipos, tenemos los equipos que puede tener cualquier cuerpo del primer mundo. En abril de 2019 presentamos nuestra primera unidad cero kilometro, otro hito histórico, millonario, nos salió 3,5 millones de pesos una unidad de última generación. Y así es como se dimensiona el trabajo, cuando es tangible, cuando se ve y se puede disfrutar. Hoy lo disfrutamos viendo a los bomberos en el casino, en el gimnasio, en el taller, la fosa, en todo eso que se logró y eso me da mucha satisfacción. Siempre pienso que si volviera a estar de ese lado, con el casco y los guantes, me gustaría estar en esas condiciones. Lo disfruto muchísimo.

“Me pone muy feliz que los chicos puedan tener un lugar cómodo ya que conviven muchas horas al día y sobre todo dejan mucho su vida personal para darle al cuartel. Lo mejor que nosotros le podemos dar es eso, un lugar digno. Eso dignifica la profesión. Como dirigencia sabemos que estamos de paso pero habremos dejado sentado un camino.

“El día que haya otra conducción seguramente podrá mejorar lo que se ha hecho, pero gracias a nuestro esfuerzo se encontrará con una institución y una comunidad que no aceptaría retrocesos”, cierra Alcucero.


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