Los vinos cordilleranos que se proyectan con calidad y prestigio al norte del país

En la provincia del Chubut, “la vitivinicultura sigue creciendo, principalmente con los pequeños productores incluidos dentro del programa de viñedos urbanos (200 plantas cultivadas en un predio de 320 metros cuadrados).

Darío González muestra al vino ganador en medio de los viñedos de El Hoyo.
05 NOV 2019 - 20:27 | Actualizado

Este año se incorporaron otros 10 pobladores de El Bolsón, Lago Puelo, El Maitén, El Hoyo, Buenos Aires Chico y El Manso”, confirmó ayer el enólogo Darío González, mostrando con orgullo la medalla de oro conseguida este fin de semana por un vino “nacido y criado” en una viña gestada hace 20 años en el valle de El Hoyo.

Se trata de “Oriundo”, elaborado por la bodega de Familia Ayestarán, un blend de la cosecha 2018 con uvas gewrztraminer, sauvignon blanc y chardonnay, premiado en el cierre de la 31° Cata de Vinos San Juan 2019 Concurso Nacional, organizada por el Consejo Profesional de Enólogos y Centro de Enólogos de dicha provincia cuyana.

González resaltó que “participaron 350 muestras de más de 50 bodegas. Nuestro establecimiento recibió tres medallas (una de oro y dos de plata) por nuestros vinos blanco tri varietal y tinto merlot 2017 y 2018”.

Son vinos “nacidos y criados en el valle de El Hoyo, a partir de los viñedos que descansan sobre el faldeo del cerro Currumahuida”, detalló. Acerca de sus características, remarcó que “la amplitud térmica y la generosa exposición solar despiertan los más elegantes descriptores organolépticos. El merlot de zona fría se destaca por sus aromas de frutos rojos, con un vibrante fondo especiado, de buena estructura y su acidez natural hace posible los más variados maridajes”.

Cabe recordar que Oscar Ayestarán compró hace varios años parte de los viñedos de la firma Patagonian Wines. En este caso, las vides fueron plantadas en 2003 (merlot), mientras que dos años después se sumaron las variedades chardonnay y gewrztraminer.

El técnico enólogo recordó que “la tematica de este año del concurso nacional apuntó a los vinos tintos de guarda en barricas de roble francés durante dos o tres años. Me encanta la posibilidad de retornar a la producción de vinos con prestigio, ya que se había dejado de lado la madera, reemplazada por el estacionamiento en botella. En mi caso, ya estoy probando con el Oriundo merlot 2018 y entre diciembre y enero estaremos embollando un reserva tinto de Chubut, con 12 meses en toneles”, anticipó.

Acerca del proyecto apuntado a pequeños emprendedores de la Comarca Andina, graficó que “son todas zonas innovadoras. Hoy contamos con más de 50 viñedos pulverizados en la región, que en dos o tres años van a estar dando sus frutos, allí vamos a poder medir la calidad de la producción y dimensionar su desarrollo y extensión”.

En tanto, el nivel intermedio “también sigue avanzando. En 2020 vamos a tener la primera vendimia comercial en Gualjaina, con dos de los cinco productores, quienes ya entran a cosechar uvas. Estamos muy expectantes y con gran esperanza de los vinos que surgirán de esa zona”, remarcó.

En otro ámbito, Darío Gonzalez calificó como “materia aún pendiente del Estado chubutense el apoyo a esta actividad. En su momento nos incluyeron en la Ruta Nacional del Vino, se hicieron acciones y gestiones en tal sentido (como cartelería y mejoramiento de accesos), pero queda mucho más por hacer. En especial, promocionar la llegada de medianos inversores para traccionar el volumen necesario y generar trabajo genuino. Este es un recurso que no se va a mudar a ningún lado cuando no se le sea rentable, una planta produce entre 80 y 120 años, trasciende generaciones”, resaltó.

Acerca de la frontera sur de la actividad, el enólogo la situó actualmente “cerca del lago Posadas, en Santa Cruz, con un emprendimiento experimental muy chiquito; además de otros en Los Antiguos. Incluso, me contactaron desde un hotel muy conocido de Ushuaia, donde quieren utilizar dos hectáreas para ver cómo se desarrolla la vitivinicultura en esa latitud”.

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05 NOV 2019 - 20:27

Este año se incorporaron otros 10 pobladores de El Bolsón, Lago Puelo, El Maitén, El Hoyo, Buenos Aires Chico y El Manso”, confirmó ayer el enólogo Darío González, mostrando con orgullo la medalla de oro conseguida este fin de semana por un vino “nacido y criado” en una viña gestada hace 20 años en el valle de El Hoyo.

Se trata de “Oriundo”, elaborado por la bodega de Familia Ayestarán, un blend de la cosecha 2018 con uvas gewrztraminer, sauvignon blanc y chardonnay, premiado en el cierre de la 31° Cata de Vinos San Juan 2019 Concurso Nacional, organizada por el Consejo Profesional de Enólogos y Centro de Enólogos de dicha provincia cuyana.

González resaltó que “participaron 350 muestras de más de 50 bodegas. Nuestro establecimiento recibió tres medallas (una de oro y dos de plata) por nuestros vinos blanco tri varietal y tinto merlot 2017 y 2018”.

Son vinos “nacidos y criados en el valle de El Hoyo, a partir de los viñedos que descansan sobre el faldeo del cerro Currumahuida”, detalló. Acerca de sus características, remarcó que “la amplitud térmica y la generosa exposición solar despiertan los más elegantes descriptores organolépticos. El merlot de zona fría se destaca por sus aromas de frutos rojos, con un vibrante fondo especiado, de buena estructura y su acidez natural hace posible los más variados maridajes”.

Cabe recordar que Oscar Ayestarán compró hace varios años parte de los viñedos de la firma Patagonian Wines. En este caso, las vides fueron plantadas en 2003 (merlot), mientras que dos años después se sumaron las variedades chardonnay y gewrztraminer.

El técnico enólogo recordó que “la tematica de este año del concurso nacional apuntó a los vinos tintos de guarda en barricas de roble francés durante dos o tres años. Me encanta la posibilidad de retornar a la producción de vinos con prestigio, ya que se había dejado de lado la madera, reemplazada por el estacionamiento en botella. En mi caso, ya estoy probando con el Oriundo merlot 2018 y entre diciembre y enero estaremos embollando un reserva tinto de Chubut, con 12 meses en toneles”, anticipó.

Acerca del proyecto apuntado a pequeños emprendedores de la Comarca Andina, graficó que “son todas zonas innovadoras. Hoy contamos con más de 50 viñedos pulverizados en la región, que en dos o tres años van a estar dando sus frutos, allí vamos a poder medir la calidad de la producción y dimensionar su desarrollo y extensión”.

En tanto, el nivel intermedio “también sigue avanzando. En 2020 vamos a tener la primera vendimia comercial en Gualjaina, con dos de los cinco productores, quienes ya entran a cosechar uvas. Estamos muy expectantes y con gran esperanza de los vinos que surgirán de esa zona”, remarcó.

En otro ámbito, Darío Gonzalez calificó como “materia aún pendiente del Estado chubutense el apoyo a esta actividad. En su momento nos incluyeron en la Ruta Nacional del Vino, se hicieron acciones y gestiones en tal sentido (como cartelería y mejoramiento de accesos), pero queda mucho más por hacer. En especial, promocionar la llegada de medianos inversores para traccionar el volumen necesario y generar trabajo genuino. Este es un recurso que no se va a mudar a ningún lado cuando no se le sea rentable, una planta produce entre 80 y 120 años, trasciende generaciones”, resaltó.

Acerca de la frontera sur de la actividad, el enólogo la situó actualmente “cerca del lago Posadas, en Santa Cruz, con un emprendimiento experimental muy chiquito; además de otros en Los Antiguos. Incluso, me contactaron desde un hotel muy conocido de Ushuaia, donde quieren utilizar dos hectáreas para ver cómo se desarrolla la vitivinicultura en esa latitud”.


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