Comenzó la investigación judicial al “Mai” Bustos por el homicidio del policía Tito Roberts

El acusado participó por videoconferencia desde la cárcel provincial donde está detenido. La Fiscalía lo imputa de asesinar a Leonardo Tito Roberts de un balazo en la cabeza y de herir al cabo 1º Luis Cañumir en el abdomen en un hecho sucedido el 8 de marzo de 2009 en la localidad de Corcovado.

06 NOV 2019 - 21:08 | Actualizado

Ayer, en los tribunales de Esquel, se formalizó la investigación por el crimen del policía Tito Roberts en el marco de una audiencia preliminar de juicio y en donde Cristian “Mai” Bustos es el principal imputado del hecho.

Cristian Omar Bustos participó –desde el Centro Penitenciario Provincial de la ruta 3, donde se halla alojado- por videoconferencia de la audiencia de apertura de la investigación por los hechos que terminaron con la vida del policía Tito Roberts y heridas de gravedad que pusieron en riesgo la vida de otro efectivo.

Ocurrió el 8 de marzo de 2009 al mediodía en Corcovado. Bustos huyó y se mantuvo prófugo hasta ser recapturado en Chile en un procedimiento en el que resultó herido un carabinero.

Detalles

El fiscal Fidel González dio detalles del hecho por el que se formaliza la investigación. Aquel 8 de marzo a las 13, personal policial de la Brigada de Investigaciones de Esquel se presentó en el domicilio de Omar Bustos y su grupo familiar. Los efectivos tenían por finalidad llevar a cabo una diligencia de allanamiento para detener a Cristian Omar Bustos, alias “Mai”, en el marco de la investigación llevada adelante en el Legajo Fiscal Nº 2.266 caratulado “Bustos, Cristian Omar s/ evasión”. El imputado se había evadido de la Comisaría de Corccovado, en la que estaba detenido preventivamente luego de ser condenado a prisión perpetua como autor material del homicidio de su hijo.

Cuando personal policial se disponía a iniciar la diligencia, del interior del inmueble, salió el padre del prófugo y comenzó un diálogo con el comisario a cargo del operativo. Le dijo que en la casa estaban sus hijos armados, que no se iban a entregar y solicitó a los uniformados que se retiren.

La conversación iniciada fue interpretada por el funcionario policial como el inicio de una “negociación” para entregarse, ya que se solicitaba la presencia del defensor.

La situación fue abruptamente interrumpida por un grupo de cuatro personas que, contraviniendo las indicaciones expresadas a viva voz por la Policía salió del interior de la residencia de la familia Bustos.

Dicha agrupación estaba conformada por el menor de los hermanos, Daniel Ernesto Bustos, Wilson Bustos y Cristian Omar Bustos. Los tres primeros “rodeaban” a Cristian Bustos –ubicado en el centro- quien portaba un arma larga calibre 22 con mira telescópica. El menor llevaba consigo –exhibiéndola- un arma de fuego de puño, calibre 38 marca Rossi con numeración limada, y Wilson y Daniel Bustos, cuchillos de grandes dimensiones. Todos tenían capuchas o gorros y sus bocas cubiertas con pañuelos o elementos similares.

“Si tiran, tiramos”

Anunciaron a viva voz:“Nos vamos, si tiran, tiramos!”, manifestando también que “no se entregarían”, al tiempo que apuntaban en todas direcciones con sus respectivas armas, con el claro propósito de evitar que los uniformados siguieran adelante con el acto funcional en curso de cumplimiento, informó una gacetilla de la Fiscalía de Esquel.

En ese cuadro de situación, el comisario dio la orden de que “nadie dispare”, siendo en ese momento que el cuarteto descripto, actuando en modo conjunto y preordenado, manteniendo siempre la mecánica aludida, comenzó a desplazarse por la calle sobre la que se emplaza la vivienda, haciéndolo en dirección oeste/este.

El relato del fiscal continúa indicando que, sin interrumpir el desplazamiento, al llegar a la esquina –lo que sería la “segunda” esquina tomando como referencia el domicilio propio- giraron del mismo modo hacia el sur.

Al doblar en dicha esquina, el grupo comenzó a correr aprovechando que el personal policial los perdía de vista unos instantes, logrando separarse de los uniformados a una distancia considerable, por el momento no establecida exactamente, pero superior a los 50 metros.

El momento más dramático se produjo al momento en que Cristian Bustos ve que el personal policial no había cesado de seguirlos. Con el arma larga calibre 22 que portaba, comenzó a efectuar disparos contra los uniformados (presuntamente habiendo detenido su marcha y apuntando) logrando impactar al agente Leonardo Tito Roberts en la cabeza y al empleado policial Luis Cañumir en el abdomen.

Luego de ello, Cristian y el menor, emprendieron la huida hacia un pinar cercano. Cristian “cortó” camino por el terreno de una vivienda mientras que Marcos continuó disparando contra el personal policial que lo perseguía, repeliendo a su vez aquéllos disparos, siendo finalmente impactado en zona escapular izquierda, cayendo en el lugar. En tanto que Cristian Bustos, logró acceder al pinar evitando, su detención.

A raíz del disparo recibido, el agente Leonardo Tito Roberts falleció antes de llegar al Hospital Rural de Corcovado y el cabo 1º Luis Cañumir resultó con lesiones que pusieron en riesgo su vida y lo incapacitaron laboralmente por más de un mes.

Los hechos fueron calificados por el fiscal Fidel González como constitutivos de homicidio calificado por perpetrarse contra un miembro de una fuerza policial en concurso ideal con lesiones graves calificadas, ambos tipos penales agravados por el uso de armas de fuego. A pedido de la Fiscalía, Bustos permanecerá en prisión preventiva por peligro de fuga y entorpecimiento procesal.

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06 NOV 2019 - 21:08

Ayer, en los tribunales de Esquel, se formalizó la investigación por el crimen del policía Tito Roberts en el marco de una audiencia preliminar de juicio y en donde Cristian “Mai” Bustos es el principal imputado del hecho.

Cristian Omar Bustos participó –desde el Centro Penitenciario Provincial de la ruta 3, donde se halla alojado- por videoconferencia de la audiencia de apertura de la investigación por los hechos que terminaron con la vida del policía Tito Roberts y heridas de gravedad que pusieron en riesgo la vida de otro efectivo.

Ocurrió el 8 de marzo de 2009 al mediodía en Corcovado. Bustos huyó y se mantuvo prófugo hasta ser recapturado en Chile en un procedimiento en el que resultó herido un carabinero.

Detalles

El fiscal Fidel González dio detalles del hecho por el que se formaliza la investigación. Aquel 8 de marzo a las 13, personal policial de la Brigada de Investigaciones de Esquel se presentó en el domicilio de Omar Bustos y su grupo familiar. Los efectivos tenían por finalidad llevar a cabo una diligencia de allanamiento para detener a Cristian Omar Bustos, alias “Mai”, en el marco de la investigación llevada adelante en el Legajo Fiscal Nº 2.266 caratulado “Bustos, Cristian Omar s/ evasión”. El imputado se había evadido de la Comisaría de Corccovado, en la que estaba detenido preventivamente luego de ser condenado a prisión perpetua como autor material del homicidio de su hijo.

Cuando personal policial se disponía a iniciar la diligencia, del interior del inmueble, salió el padre del prófugo y comenzó un diálogo con el comisario a cargo del operativo. Le dijo que en la casa estaban sus hijos armados, que no se iban a entregar y solicitó a los uniformados que se retiren.

La conversación iniciada fue interpretada por el funcionario policial como el inicio de una “negociación” para entregarse, ya que se solicitaba la presencia del defensor.

La situación fue abruptamente interrumpida por un grupo de cuatro personas que, contraviniendo las indicaciones expresadas a viva voz por la Policía salió del interior de la residencia de la familia Bustos.

Dicha agrupación estaba conformada por el menor de los hermanos, Daniel Ernesto Bustos, Wilson Bustos y Cristian Omar Bustos. Los tres primeros “rodeaban” a Cristian Bustos –ubicado en el centro- quien portaba un arma larga calibre 22 con mira telescópica. El menor llevaba consigo –exhibiéndola- un arma de fuego de puño, calibre 38 marca Rossi con numeración limada, y Wilson y Daniel Bustos, cuchillos de grandes dimensiones. Todos tenían capuchas o gorros y sus bocas cubiertas con pañuelos o elementos similares.

“Si tiran, tiramos”

Anunciaron a viva voz:“Nos vamos, si tiran, tiramos!”, manifestando también que “no se entregarían”, al tiempo que apuntaban en todas direcciones con sus respectivas armas, con el claro propósito de evitar que los uniformados siguieran adelante con el acto funcional en curso de cumplimiento, informó una gacetilla de la Fiscalía de Esquel.

En ese cuadro de situación, el comisario dio la orden de que “nadie dispare”, siendo en ese momento que el cuarteto descripto, actuando en modo conjunto y preordenado, manteniendo siempre la mecánica aludida, comenzó a desplazarse por la calle sobre la que se emplaza la vivienda, haciéndolo en dirección oeste/este.

El relato del fiscal continúa indicando que, sin interrumpir el desplazamiento, al llegar a la esquina –lo que sería la “segunda” esquina tomando como referencia el domicilio propio- giraron del mismo modo hacia el sur.

Al doblar en dicha esquina, el grupo comenzó a correr aprovechando que el personal policial los perdía de vista unos instantes, logrando separarse de los uniformados a una distancia considerable, por el momento no establecida exactamente, pero superior a los 50 metros.

El momento más dramático se produjo al momento en que Cristian Bustos ve que el personal policial no había cesado de seguirlos. Con el arma larga calibre 22 que portaba, comenzó a efectuar disparos contra los uniformados (presuntamente habiendo detenido su marcha y apuntando) logrando impactar al agente Leonardo Tito Roberts en la cabeza y al empleado policial Luis Cañumir en el abdomen.

Luego de ello, Cristian y el menor, emprendieron la huida hacia un pinar cercano. Cristian “cortó” camino por el terreno de una vivienda mientras que Marcos continuó disparando contra el personal policial que lo perseguía, repeliendo a su vez aquéllos disparos, siendo finalmente impactado en zona escapular izquierda, cayendo en el lugar. En tanto que Cristian Bustos, logró acceder al pinar evitando, su detención.

A raíz del disparo recibido, el agente Leonardo Tito Roberts falleció antes de llegar al Hospital Rural de Corcovado y el cabo 1º Luis Cañumir resultó con lesiones que pusieron en riesgo su vida y lo incapacitaron laboralmente por más de un mes.

Los hechos fueron calificados por el fiscal Fidel González como constitutivos de homicidio calificado por perpetrarse contra un miembro de una fuerza policial en concurso ideal con lesiones graves calificadas, ambos tipos penales agravados por el uso de armas de fuego. A pedido de la Fiscalía, Bustos permanecerá en prisión preventiva por peligro de fuga y entorpecimiento procesal.


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