Batacazo “académico”
Racing Club demolió por 4-1 a la CAI y avanzó a las semifinales. Jugará con Lácar de San Martín de Los Andes. La Ribera ganó el grupo y se medirá con Torino.
Por Francisco Caputo
La leyenda de Los "Matabilleteras", nacida en el Regional 2019, sigue viva. La virtud de derrotar rivales de mayor poder adquisitivo sigue intacta.
Sin presupuesto y sin Martín Bataller, ausente por viaje, Racing protagonizó una jornada memorable ante la CAI, equipo que fichó jugadores exclusivos para el Clasificatorio Patagónico.
En su mejor partido del semestre, con la cabeza en la guillotina y con corazón, el "Albirrojo" vapuleó por 4-1, al "Azzurro" y avanzó a semifinales por sistema olímpico, donde se medirá a Lácar de San Martín de Los Andes.
Inicio adverso
El inicio fue pésimo para el anfitrión, que asumió la iniciativa con una línea de tres defensores. Al minuto, con un remate rasante bien esquinado de Sebastián Díaz, la CAI abrió el marcador. Instantes después, Nicolás Cottet bloqueó otra acción del autor del gol.
Una tercera acción de Díaz, a los 20 minutos, causó zozobra. Tras un tiro libre de Luis Vidal, el artillero efecutó un cabezazo elevado que no entró por milímetros.
A ese panorama desfavorable se sumó la anulación de un gol racinguista a los siete minutos, por una supuesta infracción a Mateo Grasso, arquero de la CAI, fuera del área chica. Esas penumbras no hacían presagiar la gigante felicidad tras el silbatazo final.
El corazón
Pero la determinación a vencer pese a la adversividad empezó a latir. Sin precisión pese al evidente dominio territorial, el corazón era el principal atributo de Racing Club, cuya arma de ataque era la vía aérea. La necesidad del dueño de casa conformó una línea de tres delanteros integrada por Bartolomé Martínez, Brian Castillo y Kevin Garay.
La insistencia dio frutos en la red del “Azzurro” a los 34 minutos. Lautaro Cáceres, de cabeza luego de un centro por el flanco izquierdo, logró la paridad en el marcador. El empate le brindó un brío adicional al elenco conducido por Jaime Giordanella, que precisaba dos goles adicionales para soñar con la clasificación, por el sistema olímpico.
A los 37 y a los 39, Brian Castillo y Garay realizaron sendos cabezazos. Mientras que el primero careció de precisión, el segundo, gestado tras una exquisita maniobra colectiva, fue detenido de forma providencial por Grasso.
La clasificación
Al inicio del segundo tiempo, la “Academia” arrolló a su rival con la convicción de la prisa y de la esperanza. En ella, encontró un sólido funcionamiento.
El “Albirrojo” gestó tres ocasiones de gol antes del primer cuarto de hora del periodo. A los dos y nueve minutos, Grasso ahogó dos oportunidades racinguistas. Pero a los diez, Luis Bastida, desde fuera del área, derrotó al arquero comodorense luego de un desvío. Racing Club estaba a un tanto del pase.
La cadencia no se modificó pese al tanto de “Pepino”, flamante papá, y a los 13, el arquero visitante, figura de su equipo, bloqueó un remate de Facundo Larreguy. La CAI, simplemente, resistía los embates.
El encuentro ingresó en una meseta interrumpida por el tercer gol racinguista a los 29. Brian Castillo, tras conectar un centro de cabeza dentro del área chica, estampó el 3-1, que era sinónimo de clasificación por el resultado entre J.J. Moreno y La Ribera.
Tras el tanto, el elenco de Giordanella optó por el repliegue sacrificado. Martínez, delantero, retrocedió a volantear. Ese sacrificio tuvo recompensa. En la última jugada del cotejo, con espacios, Bartolomé Martínez, en situación de mano a mano, sometió a Grasso con una exquisita emboquillada desde fuera del área. La emoción se había adueñado de la tarde.
Sin presupuesto y tras tres derrotas al hilo, Racing Club avanzó a semifinales tras eliminar a CAI y J.J. Moreno, dos clubes con billetera superior.
En el momento indicado, con el agua hasta la nariz, los "Matabilleteras" volvieron a escena y gestaron una velada memorable para ratificar su vigencia. #
Semifinales-Ida-24/11
Racing Club (Tw) - Lácar (San Martín de Los Andes)
Torino (El Bolsón) - La Ribera (Rw)
Por Francisco Caputo
La leyenda de Los "Matabilleteras", nacida en el Regional 2019, sigue viva. La virtud de derrotar rivales de mayor poder adquisitivo sigue intacta.
Sin presupuesto y sin Martín Bataller, ausente por viaje, Racing protagonizó una jornada memorable ante la CAI, equipo que fichó jugadores exclusivos para el Clasificatorio Patagónico.
En su mejor partido del semestre, con la cabeza en la guillotina y con corazón, el "Albirrojo" vapuleó por 4-1, al "Azzurro" y avanzó a semifinales por sistema olímpico, donde se medirá a Lácar de San Martín de Los Andes.
Inicio adverso
El inicio fue pésimo para el anfitrión, que asumió la iniciativa con una línea de tres defensores. Al minuto, con un remate rasante bien esquinado de Sebastián Díaz, la CAI abrió el marcador. Instantes después, Nicolás Cottet bloqueó otra acción del autor del gol.
Una tercera acción de Díaz, a los 20 minutos, causó zozobra. Tras un tiro libre de Luis Vidal, el artillero efecutó un cabezazo elevado que no entró por milímetros.
A ese panorama desfavorable se sumó la anulación de un gol racinguista a los siete minutos, por una supuesta infracción a Mateo Grasso, arquero de la CAI, fuera del área chica. Esas penumbras no hacían presagiar la gigante felicidad tras el silbatazo final.
El corazón
Pero la determinación a vencer pese a la adversividad empezó a latir. Sin precisión pese al evidente dominio territorial, el corazón era el principal atributo de Racing Club, cuya arma de ataque era la vía aérea. La necesidad del dueño de casa conformó una línea de tres delanteros integrada por Bartolomé Martínez, Brian Castillo y Kevin Garay.
La insistencia dio frutos en la red del “Azzurro” a los 34 minutos. Lautaro Cáceres, de cabeza luego de un centro por el flanco izquierdo, logró la paridad en el marcador. El empate le brindó un brío adicional al elenco conducido por Jaime Giordanella, que precisaba dos goles adicionales para soñar con la clasificación, por el sistema olímpico.
A los 37 y a los 39, Brian Castillo y Garay realizaron sendos cabezazos. Mientras que el primero careció de precisión, el segundo, gestado tras una exquisita maniobra colectiva, fue detenido de forma providencial por Grasso.
La clasificación
Al inicio del segundo tiempo, la “Academia” arrolló a su rival con la convicción de la prisa y de la esperanza. En ella, encontró un sólido funcionamiento.
El “Albirrojo” gestó tres ocasiones de gol antes del primer cuarto de hora del periodo. A los dos y nueve minutos, Grasso ahogó dos oportunidades racinguistas. Pero a los diez, Luis Bastida, desde fuera del área, derrotó al arquero comodorense luego de un desvío. Racing Club estaba a un tanto del pase.
La cadencia no se modificó pese al tanto de “Pepino”, flamante papá, y a los 13, el arquero visitante, figura de su equipo, bloqueó un remate de Facundo Larreguy. La CAI, simplemente, resistía los embates.
El encuentro ingresó en una meseta interrumpida por el tercer gol racinguista a los 29. Brian Castillo, tras conectar un centro de cabeza dentro del área chica, estampó el 3-1, que era sinónimo de clasificación por el resultado entre J.J. Moreno y La Ribera.
Tras el tanto, el elenco de Giordanella optó por el repliegue sacrificado. Martínez, delantero, retrocedió a volantear. Ese sacrificio tuvo recompensa. En la última jugada del cotejo, con espacios, Bartolomé Martínez, en situación de mano a mano, sometió a Grasso con una exquisita emboquillada desde fuera del área. La emoción se había adueñado de la tarde.
Sin presupuesto y tras tres derrotas al hilo, Racing Club avanzó a semifinales tras eliminar a CAI y J.J. Moreno, dos clubes con billetera superior.
En el momento indicado, con el agua hasta la nariz, los "Matabilleteras" volvieron a escena y gestaron una velada memorable para ratificar su vigencia. #
Semifinales-Ida-24/11
Racing Club (Tw) - Lácar (San Martín de Los Andes)
Torino (El Bolsón) - La Ribera (Rw)