Luego de la derrota en las elecciones y a pocos días de finalizar su mando, el presidente Mauricio Macri anuló el nuevo protocolo para la atención integral de las personas con derecho a la interrupción legal del embarazo (ILE).
En base a esto, la Directora de la Oficina de la Mujer y Violencia de Género, Mariana Ripa, dijo en Cadena tiempo que “se trata de un retroceso que afecta a las mujeres que empiezan a percibir que aún en estos casos están en una situación de inseguridad jurídica, y por otro lado a quienes están obligados, esté o no el protocolo vigente, a llevar adelante esta práctica cuando se la requiere y en las condiciones que habla el Código Civil”.
La resolución derogada en las últimas horas por el actual mandatario,que se dio a conocer el miércoles anterior en el Boletín Oficial, permitía a las adolescentes menores de 15 años abortar en hospitales públicos, por observar que el curso de un embarazo a esa edad constituye un riesgo físico y psicológico para su salud.Además, establecía que quienes tengan entre 13 y 16 años podrán abortar sin que se les pueda exigir la autorización de los padres, si se trata de un embarazo de menos de 12 semanas y de un aborto medicamentoso.
En referencia a la decisión de Macri de hechar para atrás la resolución,Ripa sostuvo que “estas decisiones tienen un impacto en los derechos de la mujer en el acceso a las prácticas de la salud habilitadas legalmente y además jurídicamente con pronunciamiento de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. El retroceso va en esa línea, que tiene que ver con el mensaje que se le da a las mujeres en cuanto al ejercicio efectivo de sus derechos”.
“Esto no es una obligación”- sostuvo la Directora de la Oficina de la Mujer- “En caso de una violación ninguna mujer está obligada a transitar por el proceso de la interrupción del embarazo”.
Por otro lado, acerca de la práctica del aborto legal mencionó que “La Organización Mundial de la Salud ya tiene dicho que se trata de prácticas de muy bajo riesgo, a diferencia de las que se realizan en la clandestinidad donde los riesgos en la vida y la salud de las mujeres sube exponencialmente”, sostuvo Ripa.
Luego de la derrota en las elecciones y a pocos días de finalizar su mando, el presidente Mauricio Macri anuló el nuevo protocolo para la atención integral de las personas con derecho a la interrupción legal del embarazo (ILE).
En base a esto, la Directora de la Oficina de la Mujer y Violencia de Género, Mariana Ripa, dijo en Cadena tiempo que “se trata de un retroceso que afecta a las mujeres que empiezan a percibir que aún en estos casos están en una situación de inseguridad jurídica, y por otro lado a quienes están obligados, esté o no el protocolo vigente, a llevar adelante esta práctica cuando se la requiere y en las condiciones que habla el Código Civil”.
La resolución derogada en las últimas horas por el actual mandatario,que se dio a conocer el miércoles anterior en el Boletín Oficial, permitía a las adolescentes menores de 15 años abortar en hospitales públicos, por observar que el curso de un embarazo a esa edad constituye un riesgo físico y psicológico para su salud.Además, establecía que quienes tengan entre 13 y 16 años podrán abortar sin que se les pueda exigir la autorización de los padres, si se trata de un embarazo de menos de 12 semanas y de un aborto medicamentoso.
En referencia a la decisión de Macri de hechar para atrás la resolución,Ripa sostuvo que “estas decisiones tienen un impacto en los derechos de la mujer en el acceso a las prácticas de la salud habilitadas legalmente y además jurídicamente con pronunciamiento de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. El retroceso va en esa línea, que tiene que ver con el mensaje que se le da a las mujeres en cuanto al ejercicio efectivo de sus derechos”.
“Esto no es una obligación”- sostuvo la Directora de la Oficina de la Mujer- “En caso de una violación ninguna mujer está obligada a transitar por el proceso de la interrupción del embarazo”.
Por otro lado, acerca de la práctica del aborto legal mencionó que “La Organización Mundial de la Salud ya tiene dicho que se trata de prácticas de muy bajo riesgo, a diferencia de las que se realizan en la clandestinidad donde los riesgos en la vida y la salud de las mujeres sube exponencialmente”, sostuvo Ripa.